La Audiencia Nacional imputa al Santander por la gestión del Popular
El banco Santander hereda la responsabilidad penal en que pudieron haber incurrido los gestores del Popular, al haber adquirido la entidad en 2017
La Audiencia Nacional imputa al Banco Santander por la gestión del Popular antes de que lo adquiriese por un euro en junio de 2017. En concreto, el juez José Luis Calama, que instruye el caso, ha decidido investigar la gestión de Emilio Saracho y Ángel Ron al frente del banco. Sin embargo, justo tras conocerse la imputación, la entidad mantenía las alzas en bolsa, del 0,3%.
La imputación se relaciona con la ampliación de capital acometida en 2016 y en la que se podría haber incurrido en los delitos de falsedades societarias y administración desleal contra el mercado, falsedades documentales y apropiación indebida.
El magistrado acuerda imputar al Santander como persona jurídica por ser la entidad que absorbió el Popular una vez que había quebrado. Así, el banco presidido por Ana Patricia Botín hereda la responsabilidad penal en que pudieron haber incurrido los gestores del Popular.
El Santander hereda la responsabilidad penal del Popular al desaparecer este como persona jurídica
En un auto, Calama acuerda la «sucesión procesal por absorción de sociedades, teniendo por dirigido el presente procedimiento contra Banco Santander». Así, una vez se ha realizado la absorción, el Santander adquiere en bloque y a título universal todos los elementos patrimoniales integrantes del activo y del pasivo del Popular.
El magistrado cita el artículo 130.2 que establece que este tipo de fusión «no extingue la responsabilidad penal» que se trasladará a la entidad o entidades en las que se transforme. Así, al completar la fusión jurídica en septiembre, un año y tres meses después de quedarse el Popular, este desapareció como persona jurídica.
Banco Santander ya había provisionado 3.000 millones de euros para riesgos legales de la adquisición, por lo que estaba preparado para posibles costes adicionales por la adquisición de la entidad.
Santander renuncia a su consejero delegado
Así, con esta noticia la semana del Santander continúa complicándose. Justo el día anterior tuvo que suspender el cambio de consejero delegado y renunciar al nombramiento de Andrea Orcel por el alto coste de su fichaje: una prima de 50 millones de euros para UBS.
Por ello, José Antonio Álvarez seguirá en el cargo. La entidad tomó la decisión en un consejo de administración el martes. El nombramiento de Orcel ya nació con problemas. Se anunció en septiembre pero no se concretó la fecha de su aterrizaje, que se estaba demorando por las cláusulas ligadas a su marcha del banco suizo.
Tampoco estaba claro lo que costaría su incorporación y, de hecho, ese ha sido el detonante de la marcha atrás del banco. En el comunicado difundido por el Santander, el coste se calificó de «inaceptable».