La apertura parcial de turismo y ocio deja en el aire 1,4M de empleos
A pesar de la temporada alta turística, hasta 794.000 personas se encuentran todavía dentro de un ERTE de fuerza mayor
A medida que avanza el verano cada vez parece más evidente que la deseada recuperación económica en V, incluso en V asimétrica corta, se complica. Las restricciones impuestas por muchos países al turismo dentro de nuestras fronteras, los rebrotes, y las limitaciones al ocio nocturno en varias ciudades, entre ellas Madrid y Barcelona, mantienen todavía a muchos trabajadores en ERTE, lo que ensombrece las perspectivas para el empleo de aquí a finales de año.
De acuerdo con los datos que avanzó este martes el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, durante los primeros días de agosto se había mantenido el ritmo de incorporación de trabajadores de los ERTE, por lo que la cifra de personas dentro de un expediente de este tipo ya habría caído por debajo del millón. En concreto, 794.000 estarían dentro de un ERTE por fuerza mayor (creados en el estado de alarma) y 165.000 en expedientes por otros supuestos.
Con el turismo, el ocio y la hostelería a medio gas y la expectativa de que se tengan que volver a realizar nuevos confinamientos o retrocesos de fase si progresan los contagios, está por ver si la economía española está llegando a su potencial de creación de empleo este año.
En los últimos ejercicios, julio ha sido el mes en el que España ha marcado mínimos en número de parados. De acuerdo con datos del Servicio Público de Empleo Estatal, esta tónica se ha repetido todos los años desde 2014, incrementándose los desempleados en la segunda parte del año.
En 2014, entre julio y diciembre el número de parados creció en 27.851 personas; en 2015, en 47.232; en 2016, en 19.913; en 2017, en 76.857 y en 2018 y 2019 en 67.276 y 152.172, respectivamente.
Aunque las particularidades de la pandemia podrían cambiar este ritmo estadístico, la remontada tendría que ser muy relevante para que el desempleo retorno a los niveles de diciembre de 2019. Hasta julio, el número de parados se había incrementado en 609.429 personas según el SEPE, después de que el desempleo se redujera en 89.849 personas en julio.
Si se tienen en cuenta los trabajadores que siguen en ERTE, que aunque no están en desempleo no trabajan por los efectos del coronavirus, aunque se reincorporaran todos los que se encuentra en un expediente por causas que no fueran la fuerza mayor, la economía española podría perder de facto este año cerca de 1,4 millones de empleos.
Esta cifra colocaría la cifra de trabajadores inactivos -parados o en ERTE- en los 4,5 millones. La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) avanzaba este martes que, en julio, la tasa efectiva de desempleo habría rozado el 22%, aunque también tiene en cuenta los autónomos que están recibiendo una prestación.
Falta de visibilidad para el resto del año
El Gobierno ha solicitado 20.000 millones en créditos blandos a la Unión Europea para pagar parte del coste de los ERTE y de otras medidas de apoyo al mantenimiento del empleo. Por el momento, ya se da por descontado que habrá un acuerdo para prolongar los ERTE más allá del 30 de septiembre porque la recuperación sectorial está siendo muy desigual.
Sin visibilidad sobre la evolución que tendrá la pandemia a lo largo de los próximos meses, los economistas continúan sin atreverse a dar una única cifra sobre la magnitud de la caída de la economía española este año y afinar con las previsiones para 2021.
Lo único en lo que sí existe consenso es que la prolongación de los ERTE y el descontrol de la epidemia, subirá la factura del gasto.