La AIReF recorta seis décimas la previsión de crecimiento del PIB del Gobierno para 2023
La institución prevé que el PIB crecerá un 1,5% el próximo año, en contraste con el 2,1% vaticinado por el Gobierno
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha avalado el escenario macroeconómico que acompaña a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) 2023, pero ha señalado riesgos a la baja notables en cuanto al crecimiento del Producto Interior Bruto para el próximo año.
A pesar de que el Gobierno ha contemplado un crecimiento del PIB real del 4,4% en 2022 y del 2,1% en 2023, la AIReF ha previsto un 1,5% para el próximo año, una cifra que refleja una reducción de cinco décimas respecto de sus últimas estimaciones de julio.
En el ámbito de los precios, el Ejecutivo contempla una leve reducción del deflactor del PIB en 2023 hasta el 3,8%, frente al 4% esperado para 2022, en un escenario de fuerte desaceleración del deflactor del consumo privado. La AIReF, por su parte, estima un deflactor del PIB del 4,3% en 2023.
La institución constata que las previsiones del Gobierno se encuentran por encima de la media de las estimaciones más recientes realizadas por los principales analistas
Según el organismo que dirige Cristina Herrero, en 2023 predominan riesgos a la baja sobre el crecimiento estimado por el Gobierno. Sus estimaciones de crecimiento real se encuentran en un rango alto de los intervalos de probabilidad estimados sobre la base de los escenarios de previsión de la AIReF, mientras que las estimaciones del deflactor del PIB se sitúan en el rango central.
La AIReF publicará sus previsiones completas en el Informe sobre los presupuestos 2023 previsto para el mes de octubre. Dichas previsiones, plantean un crecimiento real para 2023 de 1,5% y un incremento del deflactor del PIB del 4,3%.
Además, la institución constata también que las previsiones del Gobierno se encuentran por encima de la media de las estimaciones más recientes realizadas por los principales analistas.
Perspectivas de crecimiento en las principales economías
Entre los riesgos, la AIReF señala el deterioro de las perspectivas de crecimiento de las principales economías avanzadas y un incremento de los precios del gas superior al contemplado en los supuestos técnicos del escenario del Gobierno.
En este sentido, explica que los supuestos sobre el crecimiento de las economías europeas del escenario del Gobierno proceden del ejercicio de previsión que elaboró el Banco Central Europeo (BCE) antes de que se materializara el corte en el suministro de gas ruso.
Desde entonces la crisis energética ha propiciado un deterioro importante en Estados Unidos, China y todas las economías europeas. Las revisiones a la baja son notables en Alemania, lo que resulta destacable dadas las estrechas interrelaciones del país con el resto de las economías europeas y por su peso en las exportaciones españolas.
Además, la AIReF destaca la escalada de las tensiones geopolíticas con Rusia y las dificultades de las economías europeas para gestionar la crisis energética, que plantean riesgos adicionales sobre el crecimiento contemplado en el escenario del Gobierno y en el de la propia AIReF.
A su parecer, existe mucha incertidumbre acerca de si las economías europeas serán capaces de encontrar fuentes de energía alternativas al gas ruso a precios razonables y si las medidas de ahorro energético serán efectivas.
Endurecimiento de las condiciones de financiación
En el ámbito interno, la AIReF asegura que el deterioro de la capacidad de compra y de la confianza de los hogares supone otra fuente de riesgos a la baja. En el primer semestre de 2022 se ha producido una contracción de la remuneración por asalariado real próxima al 6%, superando así la contracción observada en el cuarto trimestre de 2012, del 5,2%.
Las elevadas tasas de inflación han provocado un rápido endurecimiento de la política monetaria a nivel global
Asimismo, el organismo señala que se está produciendo un rápido endurecimiento de las condiciones de financiación. Ello, unido al deterioro de su confianza, que se sitúa en registros similares a los observados en los meses de confinamiento estricto vividos al comienzo de la pandemia, podría propiciar un mayor incremento del ahorro que el considerado en el escenario del Gobierno.
Caída de la inflación en 2023
En el ámbito de los precios, la AIReF considera que las previsiones del Gobierno parecen razonables ya que los efectos base sobre la energía y las perspectivas de desaceleración de la demanda global llevan a esperar una caída de la inflación en 2023.
Asimismo, las elevadas tasas de inflación han provocado un rápido endurecimiento de la política monetaria a nivel global con el propósito de evitar un desanclaje de las expectativas y evitar espirales de salarios y precios. A ello se añaden las medidas que ha adoptado el Gobierno y otros países para limitar el incremento de los precios de la energía.
Todo ello justifica la desaceleración de la inflación que espera el Gobierno. Con todo, la persistencia de altas tasas de inflación aumenta el riesgo de que las empresas y los hogares traten de recuperar sus márgenes y su capacidad de compra.
Impacto del Plan de Recuperación en la economía española
Por otro lado, en comparación con el escenario del Gobierno, la AIReF estima un menor impacto sobre el crecimiento económico asociado al Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia (PRTR).
Las estimaciones presentadas recientemente por el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital sugieren que, en conjunto, el PRTR habría incrementado el nivel del PIB en 0,7 puntos en 2021, 1,9 puntos en 2022 y 2,8 puntos en 2023, respecto a un escenario sin Plan.
En cambio, la AIReF estima que en 2021 el impacto habría sido prácticamente nulo debido al retraso en la materialización de las inversiones, en tanto que se estima un impacto de 0,8 puntos en 2022 y de 2 puntos en 2023 sobre el nivel del PIB respecto a un escenario sin Plan.
Por todo ello, la AIReF ha formulado una nueva recomendación para que el Ministerio de Asuntos Económicos consulte a la AIReF sobre el Informe de Situación Económica que sirve de base para los presupuestos de las Administraciones Públicas.
Reitera, además, la necesidad de disponer de información sobre las medidas de carácter presupuestario y fiscal incorporadas en el escenario macroeconómico, así como la necesidad de que el proceso de aval se regule mediante un memorando de entendimiento.