JxCat obliga al Gobierno a explicar el bloqueo de la subasta de energía barata
La denominada subasta inframarginal se mantiene sin fecha, pese a que tenía que celebrarse antes de acabar 2021
Al Gobierno dirigido por Pedro Sánchez se le acumulan las respuestas en materia energética ante las medidas que lleva tomando un año para conseguir abaratar el recibo de la luz. No se puede achacar al equipo de la vicepresidenta Teresa Ribera que no haya actividad política, aunque algunas de las medidas caen en el olvido. Un caso manifiesto es la subasta de energía barata que debía haberse realizado a finales de 2021, y para la cual todavía no hay fecha. Aunque ahora el Ejecutivo debe pronunciarse al respecto.
Desde hace meses en el Ministerio para la Transición Ecológica se limitan a responder que la subasta de energía inframarginal se está organizando. El problema es que dicha subasta ya estaba anunciada en septiembre de 2021 a través del Real Decreto-ley 17/2021 de medidas urgentes para mitigar el impacto de precios que había provocado el alza del gas natural.
Entonces se aprobó celebrar esta subasta de energía barata para antes de acabar el pasado año. Algo que no sucedió. Y desde entonces no hay respuesta oficial sobre el asunto. Al menos hasta ahora. Y es que, tal y como ha podido conocer Economía Digital en fuentes del ámbito parlamentario, la diputada por Junts per Catalunya, Pilar Calvo i Gómez, ha elevado una serie de preguntas energéticas a la Mesa del Congreso de los Diputados, siendo una de las más relevantes los motivos por los que no se ha convocado todavía esta subasta.
De esta manera se conocerán después de varios meses de silencio las razones por los que no se ha celebrado la subasta inframarginal. Sobre esta subasta (que viene la tecnología hidráulica y nuclear), el Ministerio para la Transición Ecológica se comprometió a realizar este movimiento antes de diciembre de 2021, pero finalmente no se ejecutó.
El objetivo era que Iberdrola, Endesa, Naturgy y EDP ofertarán 15.830 GWh, equivalentes al 6,3% de la demanda eléctrica nacional en 2020. El problema es que las eléctricas nunca estuvieron conformes y, desde el primer momento, han sabido cómo poder escapar de la situación.
¿Los motivos del retraso?
La estrategia de estas compañías -pese a la advertencia del Gobierno- ha sido ir firmando contratos bilaterales a largo plazo con un añadido fundamental: una cláusula que advertía a sus clientes (comercializadoras y gran industria) que en caso de que el Gobierno convocase algún tipo de subasta de energía barata ellos podrían variar precios o directamente romper el contrato.
Iberdrola, Endesa, Naturgy y EDP se escudan en que estas cláusulas ya se establecían antes del otoño pasado. En cualquier caso, esto ha provocado que el Gobierno esté entre la espada y la pared; y, lo más preocupante, que en estos momento no se sepa cuándo se llevará a cabo esta subasta inframarginal.
Si el equipo de la vicepresidenta Teresa Ribera decide llevar a cabo esta subasta, las grandes eléctricas no dudarán en ejecutar esas cláusulas. Esto supondría un duro revés de imagen. Por eso, según ha podido conocer Economía Digital en fuentes del sector, el Gobierno no toma la decisión para no verse metido en otro lío.
Además, según señalan esas fuentes, el Gobierno está teniendo una falta absoluta de transparencia en este sentido, y ninguno de los actores del sector implicados, tanto comercializadoras independientes como grandes industrias, no saben cuándo tendrán acceso a esta energía que, en principio, tendría unos costes menores de lo que actualmente están pagando.
Otras respuestas necesarias
Junto a los motivos por los cuáles todavía no se ha celebrado la subasta de energía inframargimal, el Gobierno deberá enfrentarse a otras preguntas de la diputada del JxCat que también son bastante incómodas, y sobre las cuáles empieza a haber pocas certezas.
Por ejemplo, empieza a ser esencial saber «cuánta energía se prevé exenta para cada mes de la excepción ibérica (ya tienen una previsión en OMIE y puede dar visibilidad de cómo de efectiva va a ser la medida)«. Se trata de algo fundamental para conocer el estado del mecanismo ibérico.
De igual modo, resulta igual de importante conocer «cuántas modificaciones sobre la información entregada en mayo por las comercializadoras se han recibido«. Esta información ayuda a que haya cada vez más clientes exentos y, por lo tanto, los costes de compensación sean pagados por una mayor cantidad de clientes. Algo que, en teoría, debería ayudar a reducir más los costes mayoristas de la luz.