Joan Rosell, obligado a inhibirse
Joan Rosell, presidente de Foment del Treball, quizás por motivos burocráticos o tal vez por la necesidad de mantener la unidad interna dentro de la cúpula de la CEOE, ha decidido no entrar en la batalla que parece plantearse para la substitución de Gerardo Díaz Ferrán, como líder de la gran patronal española.
El silencio del máximo responsable de la patronal catalana tiene claras interpretaciones. Después de una meditación importante, Rosell ha optado por ser parte de la solución a la gobernabilidad de la CEOE y no ser elemento desencadenante del conflicto.
Sólo en esta clave se puede entender que a pesar de todos los elementos que tiene sobre la mesa, la patronal catalana opte por evitar el cisma dentro de la CEOE y, al mismo tiempo no quemarse en esta contienda.
En la sede de Foment las palabras de un peso pesado del empresariado catalán y español, como José Manuel Lara, han caído como un jarro de agua fría. Sin salir oficialmente a desmentir al patrón del grupo Planeta, que oficialmente anunció un golpe de mano contra Díaz Ferrán, ha quitado hierro al asunto afirmando que se trata de opiniones personales del empresario catalán.
Poco tiempo después en los despachos de la CEOE Rosell ha ejercitado su habilidad diplomática para por un lado reafirmar la posición de Díaz y por otro intentar desligar la gestión del patrón de Viajes Marsans de la jefatura de la CEOE. En el mismo sentido Joan Gaspart ha ejercido de lenitivo para apaciguar lo que parecía una reunión dramática del máximo organismo de la CEOE.
“Los catalanes”, como así les llaman en otras partes de España han decidido que sólo con un gran consenso que garantice en estos momentos la unión del empresariado darán apoyo a un cambio en la presidencia de la CEOE. Otro caso seria si Díaz Ferrán decidiese dar un paso a un lado para centrarse en la solución de sus problemas.