Italia amenaza a la Unión Europea con otra crisis inminente
Numerosos expertos cifran en más de dos billones de euros la recesión de Italia: el colapso podría ser mayor que el griego en 2015
Los economistas en Milán y Londres están debatiendo si Italia está acumulando tanta deuda como para provocar un colapso como el de la crisis financiera en Grecia.
Su principal temor es que, al ser Italia mucho más grande que Grecia y una de las tres grandes economías que apuntalan a la eurozona, el alcance de una crisis como esa podría ser mucho más difícil de contener en esta ocasión.
También subraya la contradicción irresoluble en el corazón del Banco Central Europeo (BCE), que regula a los 19 países que emplean el euro como divisa: en cuanto un país acumula demasiada deuda, las normas de austeridad de la UE que limitan el gasto público provocan que se reduzca el crecimiento económico del país.
Al mismo tiempo, las reglas del BCE hacen que sea imposible que un país abandone el euro sin precipitarse en la crisis financiera que estaría intentando evitar.
La economía italiana está lastrada además por una serie de factores culturales e históricos
Italia ha entrado en recesión y no parece que vaya a salir de ella próximamente. Su PIB se redujo un 0,1% en el primer trimestre de 2019, la misma caída que experimentó en el último trimestre de 2018.
Las reglas de responsabilidad fiscal de la UE impiden que Italia eleve el déficit de su gasto público por encima del 2,04% de su PIB, a pesar de que un incremento del gasto público podría ahora impulsar a la economía.
La economía italiana está lastrada además por una serie de factores culturales e históricos, como la corrupción o las inflexibles reglas de su mercado laboral, por nombrar dos ejemplos, que frenan el crecimiento de la productividad, según los analistas.
Por tanto, Italia parece estancada en un estado de «recesión permanente», según Jack Allen, analista de Capital Economics. «La economía de Italia tiende en general hacia el estancamiento a medio plazo», ha asegurado a Business Insider.
Al mismo tiempo, el peso de la deuda italiana crece. Actualmente, se sitúa en torno a los dos billones de euros y su ratio sobre el PIB del país ha alcanzado el 130%, un nivel que no se veía desde la Segunda Guerra Mundial.
«El ratio de la deuda pública [sobre el PIB] probablemente continuará creciendo y mostrarse insostenible con el tiempo», según Allen. «Esto supondría un problema más grave que la anterior crisis de la eurozona y podría poner de nuevo en peligro a la propia moneda única», ha asegurado recientemente a sus clientes.
John Higgins y Adam Hoyes, dos economistas que trabajan junto a Allen en Capital Economics, están de acuerdo.
«El FMI ha expresado su preocupación sobre el alto nivel de deuda del país y sobre el riesgo de que provoque otra crisis de deuda en la eurozona. Y todo ello, pese a reconocer que la ratio de deuda pública de Grecia sobre su PIB es incluso mayor que el de Italia.
«Pero, a diferencia de Italia, la ratio de deuda sobre PIB de Grecia está en trayectoria descendente y su deuda ha sido reestructurada en términos mucho más favorables que los de la de Italia.
«Y aún más, la deuda italiana es mucho mayor en términos absolutos y supone un riesgo sistémico mucho mayor para la eurozona en su conjunto», señalaron en un informe recientemente.
Italia está atrapada en un ciclo de crecimiento de la deuda a la baja, según Nicola Nobile, un analista de Oxford Economics radicado en Milán. «Es muy probable que el Gobierno no cumpla con los objetivos fiscales acordados con la Comisión Europea a finales del año pasado (un 2% del PIB para 2019 y un 1,8% para 2020)», ha afirmado recientemente a sus clientes.
Los bancos italianos tienen un gran porcentaje de la deuda pública del país. Si los inversores consideran que los bancos o el Gobierno no pueden responder por esa deuda, se concretarán los riesgos de una quiebra nacional.
«Este equilibrio precario es muy frágil. La principal incertidumbre es el entorno político, y no creemos que el Gobierno consiga completar su mandato de cinco años. La otra incertidumbre es una crisis financiera si la confianza de los mercados en Italia se deteriorase rápidamente.
«Una crisis financiera que derribe al Gobierno actual podría llevar a un nuevo gobierno de unidad que implemente un ajuste fiscal, lo que hundirá aún más el crecimiento», afirma Nobile. «Esta situación no puede durar».
Los problemas de Italia
Allen, de Capital Economics, analiza los problemas de Italia de la siguiente manera:
- Un crecimiento de la productividad extremadamente bajo, causado en parte porque Italia no ha invertido en tecnología como lo han hecho EE.UU. o Reino Unido. En 2017, solo el 61% de los italianos estaban conectados a internet, frente al 95% de Reino Unido, según el Banco Mundial.
- La población activa italiana está reduciéndose y la inmigración no será suficiente para compensar esta caída.
- Italia es el paraíso de la pésima gestión empresarial y gubernamental, según el Informe de Competitividad Global del Foro Económico Mundial.
- Hay más corrupción gubernamental en Italia que en otras economías europeas. Y el sistema legal transalpino es lento en la aplicación y la defensa de los derechos de los denunciantes.
- Las empresas italianas todavía tienen un débil acceso al crédito y el capital.
- La rigidez de las normas del mercado laboral italiano hacen que las compañías tengan reparos a contratar trabajadores de los que luego no puedan librarse.
- La cantidad y calidad de la educación es muy baja. Los quinceañeros italianos están por debajo de la media de la OCDE. Los trabajadores con bajos niveles educativos tienden a ser menos productivos.
Además, según Nobile, el limitado margen de maniobra entre déficit y gasto que se permite a Italia se ha estado destinando a los proyectos equivocados. Por ejemplo, la UE permitió al gobierno un pequeño margen de gasto extra el año pasado y el Gobierno invirtió 10.000 millones de euros en fondos para jubilación anticipada y en un plan para una renta básica.
Esto puede ser bueno para los desempleados y los jubilados, pero no son el tipo de inversiones capitales o educativas que Italia necesita para reestructurar su economía hacia el crecimiento, asegura.
En los años 80 y 90, los italianos eran más ricos, en términos de paridad de poder adquisitivo, que los estadounidenses. Esto era posible gracias a que Italia contaba con la lira y esa divisa estaba completamente devaluada, lo que abarataba los bienes y servicios en Italia y fomentaba el crecimiento.
Ahora Italia utiliza el euro y no puede devaluar su divisa. El país solo podría tomar una medida así si abandonase la eurozona y reimplantase la lira.
Las ‘obligaciones’ de Italia
Desafortunadamente, las ‘obligaciones’ de Italia dentro del sistema de transacciones del BCE se aproximan a los 500.000 millones de dólares, según el BCE. Técnicamente, se trata de deuda que Italia debería pagar inmediatamente si abandonase el euro. Y equivale a un tercio del PIB de Italia. Por eso, es extremadamente improbable que Italia salga del euro.
Los problemas de Italia son tan difíciles de resolver y tan graves que los analistas están especulando sobre qué sería necesario que sucediese para disolver la eurozona. Es una posibilidad poco factible. Las probabilidades de que Italia deje la eurozona son de un 5% o menos, según ha asegurado Nobile a Business Insider.
Pero el analista sitúa entre un 25 y un 30% las posibilidades de una crisis financiera como la de Grecia. La crisis se lleva fraguando mucho tiempo, por supuesto, pero ¿no se han asegurado los bancos de reducir su exposición a la deuda italiana?
Una de las razones por las que la crisis griega se limitó en gran medida a Grecia fue que la esfera financiera privada se aisló con éxito de la exposición a la deuda de este país.
«Italia más grande que Grecia en muchos sentidos», ha declarado Allen a Business Insider. «Creo que sería más difícil contener el contagio».
Noticia original de Business Insider. Autor: Jim Edwards