El IPC sigue disparado en el 8,4% en abril
La inflación baja 1,4 puntos por el descenso de los precios de la electricidad y los carburantes, la mayor bajada en un mes desde hace 35 años
Inflación disparada aunque con una notable moderación en el mes de abril. El IPC se ha moderado casi un punto y medio en el cuarto mes del año por el descenso de los precios de la electricidad y los carburantes, aunque sigue registrando una elevada tasa del 8,4% en el mes de abril, tras el primer mes de vigencia del Plan de respuesta a la guerra de Ucrania aprobado por el Gobierno.
Los datos avanzados del índice de precios de consumo (IPC) publicados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejan el impacto de la guerra de Ucrania en los precios pero constatan una no table moderación, ya que el descenso de 1,4 puntos en abril es el mayor desde hace más de 35 años, en concreto, desde enero de 1987.
Se trata del primer descenso que registra la inflación en España tras dos meses de fuertes incrementos que condujeron el IPC hasta el 9,8%, su mayor tasa en casi 37 años, desde 1985. Fuentes gubernamentales apuntan a Economía Digital que está descartado ya que la inflación alcance los dos dígitos, al prever que se modere en el segundo semestre gracias a las medidas del plan de choque, cuya convalidación se vota este jueves, y gracias al acuerdo político de España y Portugal con Bruselas para topar el precio del gas a 50 euros por megavatio hora.
Con todo, la inflación acumula así su decimosexta tasa positiva consecutiva, ante un alza incesante de los precios de la electricidad que se ha contagiado de forma clara al resto de bienes y servicios de la cesta de la compra, agudizando la pérdida de poder adquisitivo de las familias españolas.
Además, la inflación subyacente (excluye componentes volátiles como la electricidad y alimentos no elaborados) aumentó un punto, hasta el 4,4%, registrando la tasa más alta desde diciembre de 1995. Eso sí, os precios de consumo registran en abril una tasa del –0,1% respecto al mes de marzo, según el indicador adelantado del IPC publicado por el INE.
La previsión es que la inflación tome ahora una senda de moderación, ya que el Banco de España augura una media anual del 7,5%, en tanto que la AIReF, pronostica un 6,2%, BBVA Research un 7% y el FMI es más cauto al situarlo en un 5,3%.
Suben los precios de los alimentos y se modera el de electricidad y gasolina
Estadística explica que, de confirmarse la evolución del IPC, se debe principalmente a los descensos de los precios de la electricidad y los carburantes, que habían subido un 80% en marzo y más de un 23%, respectivamente, y, en sentido contrario, el aumento de los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas, mayor este mes que en abril de 2021.
Tras arrancar su senda ascendente en el verano del año pasado, la inflación se ha terminado de desbocar con la crisis energética de la guerra de Ucrania. En este sentido, el alza de un punto de la inflación subyacente (índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos), hasta el 4,4%, es relevante.
Y es que, tal y como se señala desde el Gobierno, se trata del indicador en el que más se está fijando para medir el pulso de la evolución de los precios en España. El índice de precios de consumo armonizado (IPCA) se situó en el 8,3% en abril, 1,5 puntos medios que hace un mes.
Pese a la moderación del IPC, el impacto en los bolsillos de los españoles se agrava, afectando a todos los colectivos al superar sobremanera el IPC tanto la subida salarial en convenio acumulada hasta marzo (+2,36%), como la revalorización del 2% del sueldo de los funcionarios.
El despunto de la inflación a nivel internacional vino provocado por la desescalada de la pandemia, ante una recuperación de un nivel de demanda muy superior a la oferta, lo que provocó un alza de precios agravado por las rupturas en las cadenas de suministros, unido a las políticas monetarias moderadas de los bancos centrales.
El Gobierno confía en el plan de choque y el tope al gas para moderar la inflación
Desde el Ministerio de Asuntos Económicos ha subrayado la «urgencia» de desplegar el Plan Nacional de respuesta al impacto de la guerra en Ucrania, cuya convalidación se vota este jueves en el Congreso, ya que permitirá revertir la tendencia alcista del IPC, frenar el aumento de costes a empresas y familias e iniciar a corto plazo la reducción de la inflación hasta niveles más moderados.
Según Economía, un 73% de este alza se debe al impacto de la invasión de Ucrania sobre los precios de la energía y los alimentos no elaborados, pero el Gobierno confía en que su plan de choque permita revertir la tendencia de la inflación y comenzar a contenerla.
Además, y sobre todo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y los ministros sostienen que el acuerdo político de España y Portugal para limitar el precio del gas a 50 euros el megavatio hora en el marco europeo permita «estabilizar» su evolución. «Va a permitir doblegar la curva y estabilizar la evolución del coste de la vida desde el segundo semestre del año.
Entre las medidas más destacada figuran una bonificación de 20 céntimos por litro al combustible a todos los usuarios, la limitación de un 2% en la revalorización de los alquileres desvinculándolo del IPC en el caso de grandes tenedores o ante la falta de acuerdo entre propietarios particulares e inquilinos, un alza del 15% de la cuantía del Ingreso Mínimo Vital, el acuerdo de 1.000 millones de euros en ayudas al sector del transporte, ayudas para el sector de la agricultura, la ganadería, la pesca y la industria electrointensiva y las medidas de extensión de rebajas de impuestos para abaratar el precio de la luz.
También está pendiente el pacto de rentas para la contención de salarios y beneficios y dividendos empresariales que pide el Gobierno para evitar una espiral inflacionista, así como la subida que acuerden patronal y sindicatos en el marco del Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) y al que apremia el Banco de España para controlar salarios, beneficios y dividendos empresariales, incluyendo la desindexación de las pensiones (salvo las mínimas), con el fin de evitar una espiral inflacionista.