El IPC se dispara un 7,4% en febrero, su mayor tasa desde 1989, con subida generalizada de precios
La inflación sigue desbocada tras el estallido de la guerra de Ucrania como consecuencia de la subida generalizada de los precios en casi todos los productos, con un IPC subyacente ya en el 3%
Sin tregua y sin techo. La inflación sigue disparada en España al repuntar en el mes de febrero hasta el 7,4%, lo que supone 1,3 puntos más que en enero y su mayor tasa desde el mes de julio del año 1989, tras el estallido de la guerra entre Rusia y Ucrania y como consecuencia de una subida de precios ya generalizada por componentes, al elevarse tanto los alimentos y bebidas no alcohólicas, como los carburantes y, de nuevo, la electricidad.
No obstante, el índice de precios de consumo (IPC) interanual acumula su decimocuarta tasa positiva consecutiva, según los datos del IPC adelantado de febrero publicados este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que refleja cómo el alza incesante de los precios de la electricidad se está contagiando de forma clara al resto de bienes y servicios de la cesta de la compra, agudizando la pérdida de poder adquisitivo de las familias españolas.
El alza se produce también tras el estallido de la guerra en Ucrania por la invasión rusa, que ha disparado ya los precios del gas y la electricidad. El dato adelantado publicado por el INE supone que, en caso de confirmarse, la inflación habría aumentado más de un punto en su tasa anual, ya que esta variación fue del 6,1% en el mes de enero, cuando se moderó cuatro décimas por la contención de los precios de la electricidad respecto al fuente encarecimiento del mismo mes de 2021 cuando se produjo la borrasca ‘Filomena’.
Cabe destacar, por tanto, ese ‘efecto base’ de la comparativa con febrero del año pasado, cuando los precios bajaron considerablemente tras el final de la borrasca ‘Filomena’, a lo que se añade en cualquier caso el alza del coste de los productos en el segundo mes de este año respecto a enero. Los precios de consumo registraron en el segundo mes del año una tasa mensual (febrero sobre enero) del 0,6%, el mayor aumento de la tasa mensual en un mes de febrero en 30 años, según el indicador adelantado.
Subidas «generalizadas» en la mayoría de componentes: la subyacente escala al 3%
Estadística achaca este comportamiento de la inflación «subidas generalizadas» ya en la mayoría de sus componentes, como la de los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas y las de los carburantes y combustibles, así como el comportamiento de los precios de la electricidad, que este mes disminuyeron pero menos que en febrero de 2021.
Por su parte, la tasa de variación anual estimada de la inflación subyacente (índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) aumenta seis décimas, hasta el 3%, su mayor nivel desde septiembre de 2008. Esta evolución es relevante porque tal y como se señala desde el Gobierno es el indicador en el que más se está fijando para medir el pulso de la evolución de los precios en España. El índice de precios de consumo armonizado (IPCA) se situó en el 7,5% en enero, más de un punto registrada el mes anterior.
La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha señalado en declaraciones a la Cadena Ser que se trata de una comparativa con febrero del año pasado, por lo que «hay que tomar perspectiva» y tener claro que «lo normal es que haya una tasa de variación muy elevada». Estos días ya señaló que estos días que el Ejecutivo prevé que se mantenga la subida del IPC en la primera parte del año por los precios de la energía, apuntando, eso sí, que «lamentablemente» el Ejecutivo no tiene el control de lo que suceda con los precios del gas en los mercados internacionales.
En la misma línea, la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, ha señalado que «se esperaba» el alza del IPC en febrero por la tendencia acumulada y la «presión añadida» del comportamiento de la economía internacional debido a la invasión rusa de Ucrania.
La inflación media podría cerrar en un promedio del 6,5%
La semana pasada la Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas) ya avisó del alza de la inflación tras el estallido de la guerra entre Rusia y Ucrania. La amenaza de una disrupción en las exportaciones de energía de Rusia está teniendo ya reflejo en los mercados energéticos. Y es que los precios en el mercado a plazo del gas se han disparado cerca de un 30%, algo que, de mantenerse, entraña un encarecimiento de la electricidad y no una desaceleración como se prevé en el escenario central.
Esto, unido al alza del precio del petróleo, redundaría en un incremento del IPC del 5,6%, un punto más que la previsión realizada por Funcas antes del conflicto de Ucrania, pero en el caso de que el riesgo incrementado de que los precios actualmente observados se perpetuara, el IPC se incrementaría hasta el 6,5%, casi dos puntos más que en la previsión pre-conflicto.
Por otra parte, con la implantación de la nueva base 2021 por parte del INE ya en enero, un proceso que se realiza de forma quinquenal, se incorporaron novedades metodológicas que mejoran la precisión del indicador, así como cambios en la composición de la cesta de la compra y una nueva estructura de ponderaciones, que aumentan su representatividad.
En lo que se refiere a los cambios metodológicos, el IPC base 2021 incorpora nuevos tratamientos para el seguimiento de los precios del vestido y para el procesamiento de la falta de precio, lo que aumentará la precisión del indicador. La actualización de la relación de subclases conlleva la desaparición del cálculo del IPC 24 subclases y la incorporación de dos nuevas (mascarillas higiénicas y la suscripción al periódico on-line), aunque ha dejado fuera por el momento el mercado libre de la luz.
Algunos ejemplos de artículos que desaparecen de la cesta son el reproductor de imagen, el reproductor portátil o el compact disc y el DVD, entre otros. Como consecuencia de estos ajustes, la cesta de la compra del IPC base 2021 ha pasado a a tener 955 artículos (de los cuales 462 son de recogida tradicional y el resto se recogen mediante scanner data), frente a los 977 de la base anterior (con 480 de recogida tradicional).
A pesar de que el proyecto del cambio de base del IPC incluía la incorporación del mercado liberalizado en el cálculo, sin embargo ha tenido que ser aplazado hasta obtener la información que han de suministrar las compañías eléctricas con un suficiente nivel de detalle y con los criterios técnicos necesarios que permitan aplicar una metodología consistente con los requerimientos exigidos en el cálculo del IPC, por lo que el INE mantiene la colaboración con empresas eléctricas para lograr un sistema de obtención de información adaptado.