Inversiones en 2025: los riesgos y ventajas de operar con CFDs
A medida que el año ya va levantando temperatura y se acerca el primer trimestre, muchos inversores deciden sus próximos movimientos. A continuación, nos centraremos en los contratos por diferencia, más conocidos como CFDs. ¿Cuáles son sus riesgos y cuáles sus beneficios?
En los últimos tiempos, el ritmo de los mercados se ha acelerado de gran manera y parte de la responsabilidad de ello se puede encontrar en la facilidad para invertir en distintos mercados por parte de los pequeños y medianos ahorristas. Así, el sector financiero se ha dinamizado aún más en el siglo XXI.
Por supuesto, esto genera que muchos instrumentos ganen más notoriedad, como es el caso de los Contratos por Diferencia o CFDS, por sus siglas en inglés. Marcelo Berenstein, experto en mercados financieros, señala que estos contratos permiten a los inversores operar con activos sin necesidad de poseerlos, lo que amplía las oportunidades en el mercado.¿De qué se trata? ¿Qué tener en cuenta antes de introducirse a ese mercado? Comencemos.
¿Qué es un CFDs?
Lo primero que hay que saber es que, tal y como se puede suponer por su nombre, los contratos por diferencia implican comercializar y operar con un activo sin necesidad de poseerlo. De esta manera, la operación se basa en la diferencia de precios de entrada y salida.
Para muchos inversores, saber qué es un cfd permite ingresar a mercados que de otra manera no podrían hacerlo, como es el caso de Bitcoin o acciones de empresas muy solicitadas en el mercado. Ahora bien, como toda inversión financiera, posee una serie de ventajas y riesgos. Vamos a conocerlos:
Beneficios de invertir en un CFDs
En primer lugar, y en relación a lo que hemos comentado, se debe señalar la posibilidad de acceder a distintos mercados, sin necesidad de poseerlos. Entre ellos, se destacan las acciones de las empresas, las divisas internacionales, materias primas o las cada vez más solicitadas criptomonedas. En mercados con valores elevados, los CFDs democratizan el acceso.
Por otro lado, la cuestión del apalancamiento es otra de las más destacadas dentro de los CFDs, ya que es posible operar con cifras superiores a las que se posee efectivamente en la cuenta. Esto es una manera de buscar y conseguir mayores ganancias potenciales, pero como veremos más adelante, también implica un riesgo.
Inversiones cortas y largas: otro punto que explica el porqué un CFD puede ser considerado una buena alternativa en el 2025 es que permite operar tanto en operaciones largas como cortas. El inversor, en ese sentido, puede beneficiarse tanto con el alza o baja de un valor.
Liquidez de mercado: los CFDs son considerados un mercado muy líquido, ya que cuenta con una gran demanda por parte de los inversores, lo que se explica también por la posibilidad de operar en distintos horarios. En mercados como el Forex, por ejemplo, se puede apreciar mucho más.
Riesgos de operar con CFDs
–Apalancamiento: como adelantamos, así como se puede pensar como un beneficio, el apalancamiento también abre la puerta a exponerse a mayores riesgos. Si bien la ganancia potencial sube, también lo hace la pérdida. Por eso, el apalancamiento es una herramienta a utilizar conciencia y con experiencia previa.
–Volatilidad: si bien la volatilidad no es un término negativo per sé, lo cierto es que en el mercado de los CFDs, la volatilidad puede jugarnos en contra. Al tratarse de un mercado sobre los mercados, por decirlo de alguna manera, distintos factores pueden alterar los precios de los activos, echando por tierra análisis o estrategias pensadas con antelación.
–Complejidad de análisis: por último, si bien operar con CFDs se ha hecho más sencillo, realizar análisis del mercado sigue siendo una tarea complicada que no es para cualquiera. Como destacamos, su volatilidad lo vuelve un sector complejo que debe estudiar distintos factores antes de realizar un diagnóstico definitivo.
En síntesis
Ahora que hemos podido conocer más en profundidad a los CFDs, también logramos comprender mejor cuáles son sus riesgos y beneficios de cara a los mercados del 2025.
En pocas palabras, podemos señalar que se tratan de instrumentos interesantes que democratizan el acceso a diversos mercados, al mismo tiempo que demandan experiencia y conocimiento por parte del inversor. Como con cualquier otro activo, conocer los riesgos ayudará a plantear una cartera diversificada y rica para hacerles frente a los vaivenes financieros.