La Seguridad Social obliga a devolver hasta 2.500 euros del Ingreso Mínimo Vital

La AIReF denuncia que el Ingreso Mínimo Vital no llega a todos los que lo necesitan y que siete de cada diez solicitudes han sido rechazadas

La AIReF afirma que el Ingreso Mínimo Vital no llega a todos los que lo necesitan. Foto Freepik

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Dos de cada tres hogares que merecerían tener el Ingreso Mínimo Vital (IMV) no lo están recibiendo, y casi el 70% de las solicitudes presentadas fueron rechazadas.

Estas son alguna de las conclusiones de la AIReF (Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal), que ha realizado un análisis de esta ayuda otorgada por la Seguridad Social, su real alcance y las razones por las que no llegan a todos los que la necesitan.

Qué es el Ingreso Mínimo Vital

El Ingreso Mínimo Vital es una ayuda, técnicamente una prestación no contributiva, que se dirige a las personas que no tienen los recursos económicos suficientes para vivir con dignidad, y su objetivo es evitar que caigan en la indigencia y la exclusión social.

La cuantía de la ayuda depende de cómo esté integrado el núcleo familiar, siendo la más baja de 565,37 euros mensuales para un adulto solo y la más alta de 1.243,83 euros para una familia de tres adultos y dos o más menores.

El 76% de los hogares que podrían recibir el complemento a la infancia no lo perciben. Foto Wirestock

Escasos avances con el IMV

Según este organismo, hay “dificultades y escasos avances en la aplicación y gestión del IMV, a pesar de las acciones del Gobierno para impulsar la prestación”.

Por ejemplo, recuerda que se ha creado el Registro de Mediadores Sociales del IMV -donde se trabaja con una docena de entidades sociales- y se ha realizado una campaña para conocer la prestación y facilitar su solicitud, como el autobús informativo que ha recorrido buena parte de España.

Según la AIReF “hay dificultades y escasos avances en la aplicación y gestión del Ingreso Mínimo Vital”

Según la AIReF, el IMV cumple su cometido de llegar a hogares muy vulnerables porque el 62% la está recibiendo desde que se puso en marcha en 2020, y más de la mitad (el 54%) no contaba con ningún salario en los tres años anteriores a la prestación.

Pero esta ayuda tiene “cierto grado de estancamiento”, precisan en este organismo, así como el nuevo complemento de la infancia (que otorga ayudas desde 57 a 230 euros, según la edad de los hijos y el número de ellos) tiene “un alcance limitado”.

El escaso impacto del complemento a la infancia

Según el Gobierno el IMV debería beneficiar a unos 800.000 hogares, pero solo llega a 284.000, un 35% de ellos.

Con el complemento a la infancia el panorama es peor: “si estuviera plenamente implementado podría beneficiar a 1,5 millones de familias y a finales de 2022 se limitaba a cubrir 274.000 hogares”.

La beca de Banco Santander se puede compatibilizar con el cobro de otras ayudas. Foto: Pixabay.
La cuantía del Ingreso Mínimo Vital es desde los 565 euros. Foto: Pixabay.

Los rechazos de las ayudas

La AIReF alerta que casi siete de cada diez solicitudes del IMV fueron rechazadas -cifra similar a la del año anterior-, y ocho de cada diez beneficiarios vieron modificadas sus ayudas tras la revisión que hizo la Seguridad Social.

Siete de cada diez solicitudes del Ingreso Mínimo Vital fueron rechazadas

De estos últimos, un 16% se vieron obligados a devolver la prestación, lo que representa tener que reintegrar una media de 2.500 euros.

Seis de cada diez no lo solicitan

Según el estudio de la AIReF, un 58% de los hogares que se podrían beneficiar del IMV no lo han solicitado, y del complemento a la infancia, ese índice crece al 76%.

De ellos, analiza este organismo, seis de cada diez son hogares sin menores a su cargo, y el 64% se encuentran en Andalucía, Cataluña, Comunidad Valenciana y la Comunidad de Madrid.

Entre las razones de este vacío, apuntan, está la posibilidad que el trasvase de beneficiarios desde las rentas mínimas autonómicas al IMV todavía no se haya completado.

Para la AIReF, una solución podría ser que se ponga en marcha una declaración universal de rentas y prestaciones, que permitiría que el IMV “se inicie de oficio o que se configure como impuesto negativo”.

Este sistema aceleraría la transferencia de los beneficiarios de las rentas mínimas de las comunidades autónomas al IMV, y serviría para gestionar otras prestaciones sociales, apunta esa organización.

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