ING lanza una advertencia sobre el precio de la vivienda en los próximos meses

El 2022 fue un buen año para el mercado inmobiliario. Según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en noviembre del año pasado la compraventa de viviendas escaló un 10,8% hasta alcanzar las 55.312 operaciones, el resultado más elevado en un mes de noviembre desde el año 2007. De esta manera, la compraventa de inmuebles acumuló 21 meses consecutivos de tasas positivas.

El crecimiento interanual de las compraventas de viviendas en noviembre fue consecuencia del incremento en un 14,3% de las operaciones sobre viviendas usadas, hasta las 45.199 compraventas, mientras que las operaciones sobre pisos nuevos disminuyeron un 3% interanual, hasta alcanzar las 9.933 transacciones. Además, el 92,2% de las viviendas transmitidas por compraventa en el penúltimo mes del año pasado fueron viviendas libres y el 7,8%, protegidas.

¿Qué pasará en 2023?

La entidad financiera ING augura una subida de aproximadamente un 1% en los precios de la vivienda a lo largo de este año. No obstante, ha remarcado que este crecimiento tendrá lugar de forma progresiva, ya que la demanda continuará su ascenso por encima de la oferta de vivienda disponible.

«Aunque la gran caída de los precios de la energía y el enfriamiento de la inflación han generado un optimismo cauteloso entre las empresas y los hogares, esperamos que la recuperación sea muy lenta este año», indican en el informe ‘Perspectivas económicas para 2023‘, en el cual recogen la evolución de los principales indicadores y sectores de la economía.

En esta línea, el banco también ha señalado hacia un endurecimiento de las condiciones financieras. Cabe recordar que en 2022 el Banco Central Europeo (BCE) llegó a elevar los tipos de interés hasta en tres ocasiones. Después de la última subida, que llevó a cabo en diciembre, los tipos de interés se elevaron en 50 puntos básicos, de forma que la tasa de referencia para sus operaciones de refinanciación se situó en el 2,50%, mientras que la tasa de depósito alcanzó el 2% y la de facilidad de préstamo el 2,75%.

Lejos de cambiar, se espera que la autoridad monetaria siga esta tendencia durante 2023. De hecho, la institución ya hizo hincapié a lo largo de este mes en la importancia de seguir subiendo los tipos de interés «significativamente» a un ritmo constante para alcanzar niveles suficientemente restrictivos que garanticen el retorno de la inflación al objetivo del 2% a medio plazo, ya que las subidas de los precios no se contendrán solas, mientras que aumentan las presiones subyacentes.

«La inflación no disminuirá por sí sola», aseveró la ejecutiva alemana del BCE, Isabel Schnabel, en un acto organizado por el Banco de Suecia, añadiendo que los datos preliminares de inflación de diciembre apuntan a un aumento persistente de las presiones subyacentes, por lo que las condiciones de financiación deberán volverse restrictivas para resolver el problema de inflación.