La inflación se enquista en 2022: funcionarios y trabajadores perderán poder adquisitivo
La cesta de la compra se encarece, colectivos como el de los pensionistas, los funcionarios y los trabajadores pierden poder adquisitivo en el arranque del año y la tendencia continuará todo 2022 con una previsión de inflación media anual del 4,6%
Sin tregua. Los precios no dan respiro en el arranque del año por la traslación de la alta inflación al 2022 con la previsión de perpetuar su imparable escalada durante todo el ejercicio, por lo que la pérdida de poder adquisitivo de pensionistas, funcionarios y trabajadores lejos de corregirse se acentúa y continuará los próximos meses para perjuicio del bolsillo de los españoles.
La cuesta de enero ha sido de las más duras de los últimos años ante un repunte de la inflación del 6,1% en el primer mes del año, moderado en cuatro décimas por el menor precio de la electricidad, pero de todas formas sin freno al dispararse el coste eléctrico un 46%, las gasolinas por encima del 25% y en gran medida la cesta de la compra.
Alimentos básicos como el pan (+5,3%), la carne de vacuno (+6%), el pescado (+5,9%), la leche (+6,6%), los huevos (+6,6%) o las patatas (+2,8%) han visto encarecido sus precios, según los datos del INE, y ello está haciendo mella en la de por sí pérdida de poder adquisitivo que vienen arrastrando los españoles desde el año pasado.
En 2021, la inflación media del 3,1% provocó la pérdida de poder adquisitivo de los 7,67 millones de trabajadores en convenio, ya que la subida salarial pactada fue del 1,47%, al tiempo que los funcionarios también perdieron poder adquisitivo porque la inflación superó la subida del 0,9% de su retribución.
La pérdida de poder adquisitivo fue en cambio solo temporal para los más de 9 millones de pensionistas, ya que sus pensiones se elevaron un 0,9%, pero el pasado mes de enero recibieron la última paga compensatoria, denominada ‘paguilla’, para percibir ese 1,6 puntos de diferencia respecto a la inflación media registrada en noviembre de los últimos 12 meses, que fue del 2,5%.
La pérdida se prolongará todo el año: inflación media anual del 4,6%
Pese a que en enero la inflación se redujo en gran parte por la evolución del precio de la electricidad, se espera que en febrero el IPC general vuelva a ascender por la diferencia entre los precios eléctricos de este mes y el mismo del año pasado. Los expertos consultados por Economía Digital confirman que los españoles seguirán perdiendo poder adquisitivo por la alta inflación.
Funcas espera que la inflación general se mantenga en los próximos meses en niveles elevados, pudiendo experimentar algunos altibajos antes de empezar a descender, aunque subirá al 7,1% en febrero y la media anual se situará ni má ni menos que en el 4,6%, en tanto que la interanual de diciembre será del 1,2%. Además, la tasa subyacente (índice sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) seguirá subiendo hasta el entorno del 3% en verano, cuando se estabilizaría y comenzaría a bajar, con una media anual del 2,3%.
Las previsiones del Banco de España sugieren una inflación en España, medida por el IAPC, repuntaría desde el 3% en 2021 hasta cerca del 4% en 2022, pero con una desaceleración progresiva, sobre todo en la segunda mitad del año, que llevaría a que esta se situara por debajo del 2 % al final de este año y en los siguientes ejercicios. Ante este alza de precios, el organismo supervisor reclama moderación para repartir su impacto y evitar una espiral de alza de precios y salarios.
Funcionarios y trabajadores, los más afectados
Así las cosas, entre los que están sufriendo pérdida de poder de compra por el enviste de la alta inflación se encuentran los trabajadores acogidos al convenio. En enero, los 1.554 convenios registrados daban amparo a más de 4,1 millones de trabajadores y la subida salarial fue del 2,01%, frente al alza del IPC del 6,1%. Además, solo el 17,1% (266) de los convenios contaba con una cláusula de garantía salarial.
La pérdida se extiende también a los trabajadores que perciben el Salario Mínimo, ya que el Ejecutivo ha pactado con los sindicatos subir el SMI un 3,6%, por debajo de la inflación, pasando de 965 euros a 1.000 euros al mes en 14 pagas. Además, hay que tener en cuenta que una sentencia del Supremo ha avalado que las empresas puedan subir el SMI absorbiendo los pluses de antigüedad.
A su vez, los más de 2,7 millones de empleados públicos continúan perdiendo poder adquisitivo, tal y como ha venido sucediendo en los últimos años, ya que el Gobierno aprobó un alza retributivo del 2% para 2022, por ahora muy por debajo de las tasas de inflación. El colectivo de funcionarios sí se ha visto notablemente más perjudicado en cuanto a la pérdida de poder adquisitivo que los jubilados en los últimos años, ya que según denuncian los sindicatos, conforme a las distintas subidas salariales acumulan una merma del 10%.
Otro de los grandes afectados por el alza de los precios, principalmente por el encarecimiento del precio de la electricidad, es el colectivo de 3,3 millones de autónomos, ya que la factura de la luz en se ha elevado alrededor de 300 euros para el colectivo, según cálculos de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA).
De su lado, los 9 millones de pensionistas sufrirán una pérdida de poder adquisitivo muy reducida en el tiempo, ya que las pensiones contributivas se han revalorizado un 2,5% y las no contributivas y mínimas un 3%, si bien ya ha entrado en vigor la reforma de las pensiones, por lo que estas se irán actualizando automáticamente a lo largo del ejercicio y no será preciso que el Ejecutivo tenga que compensar por la desviación en enero como ha venido sucediendo en los últimos años.
Riesgo de inflación estructural: impacto en ahorro y consumo
La preocupación por el aumento constante y en teoría coyuntural de la inflación al calor de la crisis energética y de suministros ha ido in crescendo en los últimos meses y el Consejo General de Economistas (CGE) alerta ya sobre el peligro e una inflación que al menos ya “en parte” es “estructural”.
El problema del encarecimiento de los bienes, unido a que los salarios están creciendo a un ritmo inferior podría provocar una contracción del consumo interno y una pérdida de competitividad en las exportaciones, fundamentalmente si el diferencial con los principales mercados se ensancha.
Según un informe sobre salud económica de la Asociación de Usuarios Financieros (Asufin), la fuerte inflación que se ha repetido durante los últimos seis meses ha hundido un 45% la capacidad de ahorro de los españoles.