La industria española encara un nuevo bache: bajan precios y beneficios en el sector más golpeado por los tipos
Tanto la cifra de negocios de las manufacturas, como los precios industriales y los márgenes del sector están a la baja. Las tres son señales contractivas de la actividad
Los aires de la ralentización económica ya están llegando a la industria de nuestro país. El Banco de España lo advirtió en sus últimas proyecciones macroeconómicas de la institución: el segundo trimestre del año había ido de más a menos y había algunas cifras que mostraban que el crecimiento de nuestro país se estaba enfriando. Algunas en sectores tan clave para la competitividad de nuestro país como es la industria.
El sector exterior está funcionando con vigor y con cifras históricas pero, aún así, las manufacturas están dando ciertas muestras de debilidad. Por ejemplo, el Índice de Precios Industriales que publica mes a mes el INE arrojó una caída del 6,7% en el mes de mayo en comparación con el dato del mismo mes de 2022. Ya se encadenan tres meses de descenso de los precios, una tendencia negativa que se inició en marzo.
Si bien la mayor caída viene dada por el bajonazo (-24,9%) en el sector energético, otros grupos como el de los bienes intermedios o los de consumo no duradero también están mostrando una tendencia a la baja.
La producción de la industria echa el freno
Otro indicador que da cuenta del bache por el que está pasando el sector secundario es el Índice de Producción Industrial, que también publica el INE. En su último dato, correspondiente a abril, mostró que la producción industrial había bajado un 0,9% en términos interanuales, pero arrojó una caída del 1,8% en términos mensuales.
La Cifra de Negocios también muestra que la industria está echando el freno: en abril el volumen del negocio industrial y manufacturero cayó un 5,1%, en comparación con el mismo abril del año pasado y corregidos los efectos estacionales.
Además, el PMI del sector manufacturero de mayo -hoy conoceremos el de junio-, la encuesta que se hace a los gerentes de proyectos industriales, fue del 48,4. Por debajo de 50, el índice apunta a una contracción en la actividad.
Los beneficios caen un 30%
El último y quinto dato es de la Central de Balances Trimestral del Banco de España. Aquí, la cifra de negocios del sector de la industria correspondiente al primer trimestre de 2023 avanzó un 7%, frente al incremento del 34,5% del primer trimestre de 2022. Y el resultado ordinario neto, los beneficios, cayeron un 30,8%. En el mismo trimestre del año pasado casi se duplicaron: fueron de un 92,4% más.
«El actual contexto de subidas de costes coincide con una situación de caída de ingresos en el sector industrial que está provocando que muchas empresas industriales estén incluso en perdidas«, analiza el director general del Instituto de Estudios Económicos (IEE), Gregorio Izquierdo, en conversación con Economía Digital. «Es más, las empresas de los subsectores industriales más vinculados a la demanda interna (tanto de bienes de inversión como de consumo duradero) son las que están en una coyuntura peor que se agrava para las empresas de reducida dimensión y por lo tanto menor resiliencia para superar la actual coyuntura», incide.
En general, la industria está mostrando un deterioro de sus ingresos, a la vista de la caída de precios de los productos manufacturados, a lo que se suma un incremento de los costes. No solo algunos vinculados al negocio, como los laborales (han aumentado un 8,5%, de acuerdo con los mismos datos de la Central de Balances del Banco de España). También, al tratarse de un sector muy intensivo en deuda para financiar sus inversiones, ha visto afectado su resultado por el endurecimiento de la política monetaria y las condiciones crediticias.
Las subidas de tipos aún no se han trasladado del todo
De hecho, si bien en los próximos meses la bajada de la energía y de las materias primas va a tener un efecto positivo en los costes y márgenes industriales, en contra van a influir los aumentos salariales y derivados de las cotizaciones de los empleados y también la subida de los tipos de interés.
En un estudio del Banco de España sobre la inversión en nuestro país publicado esta semana, el supervisor ya advertía de que los efectos de las subidas de tipos llevaban un decalaje de varios trimestres, por lo que este año golpeará de lleno el alza experimentada en 2022, además de los incrementos que se han producido este año. «En 2023, la inercia de las perturbaciones de tipos de interés y confianza de 2022 estarían ralentizando el crecimiento de la inversión. Por el contrario, los shocks de demanda de 2022 sostendrían el avance de la inversión en 2023, aunque su contribución positiva iría disminuyendo progresivamente», detallaron desde la institución. El gobernador Pablo Hernández de Cos no descartó otra subida de 0,25 puntos porcentuales en septiembre, aunque apuntó a una moderación en la senda.
«Un dato preocupante es que sin haber recuperado el tejido productivo previo a la pandemia medido en número de empresas, este de nuevo vuelve a contraerse en este difícil contexto», detalla Izquierdo, que insiste en la necesidad de reforzar las medidas que harían ganar competitividad al sector: «Como pudiera ser una aceleración de los fondos Next Generation EU o incentivos fiscales a la inversión y, en general, apostar por mejorar el estímulo a la I+D+i y al capital humano».