La industria paga 30M más de luz a la semana por la demora del Gobierno con el tope del gas
La gran industria, que acude al 'pool' diario, sigue sin poder beneficiarse del tope del gas
El martes 3 de mayo, supuestamente, era el día en que el Gobierno de Pedro Sánchez iba a explicar de forma pública cómo se ejecutarían los detalles técnicos de la denominada ‘excepción ibérica‘ que afecta a España y Portugal. El objetivo es poner un tope al gas que hace funcionar los ciclos combinados y que, en último lugar, afecta a la composición de los precios de la luz. De momento no se sabe nada, salvo que cada semana de retraso supone una pérdida de ahorro de unos 30 millones de euros de manera aproximada a la gran industria española.
La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha vuelto a dar un nuevo plazo para llevar al Consejo de Ministros el resultado final de la ‘excepción ibérica’. Queda fijado en el 10 de mayo. La titular de energía argumentaba en la festividad del primero de mayo que no llegaría a tiempo -para el inicio de mes-, aunque no había explicación de por qué se retrasaba una semana con respecto a la idea inicial. Además, tampoco se ha explicado si, finalmente, habrá margen para que la situación sea retroactiva y se aplique en mayo.
Sobre las explicaciones públicas, no las ha habido para nadie. Los consumidores acogidos a la tarifa regulada (PVPC), que serán los principales beneficiados, no saben nada sobre fechas de aplicación. Pero el ámbito empresarial está igual. En concreto, según ha podido conocer ECONOMÍA DIGITAL en fuentes del sector, las grandes industrias españolas tampoco saben cuándo y cómo entrará en vigor esta medida. Algo que también les afecta de manera directa.
Y es que las principales empresas industriales españolas, por sus circunstancias energéticas, han decidido que su abastecimiento de energía esté ligado al ‘pool’ diario. Por eso es muy importante para ellos conocer cuándo entrarán en vigor estas medidas.
Sobre los retrasos en la aplicación de los topes del gas, y haciendo cálculos sobre el consumo energético de la gran industria que se aglutina bajo el paraguas de Aege (74 plantas industriales repartidas por toda España, con un consumo de electricidad que supuso en 2021 el 9,5% de la demanda anual eléctrica peninsular), el ahorro que se está perdiendo ronda los 30 millones de euros a la semana.
El conjunto de empresas que representa una de las principales organizaciones industriales tuvo un consumo de 20,5 TWh en 2021, lo que supone un gasto de más de 430.000 MWh al mes. Teniendo en cuenta un ahorro de 70 por MWh -que será lo que provoque como poco la ‘excepción ibérica’-, el resultado final por cada semana estaría en esa horquilla de los 30 M€, según cálculos realizados por este medio.
Más empresas afectadas
Estos retrasos suponen un problema para las propias eléctricas. Decenas de pequeñas comercializadoras, con menos de 100.000 clientes, son también las que la crisis de precios amenaza con llevarse por delante. Según ha podido conocer ECONOMÍA DIGITAL en fuentes del sector, ese grupo de pequeñas comercializadoras estaría pasando verdaderos problemas debido al gran retraso que ha habido en tomar medidas concretas. Y no solo eso, sino que aquellas empresas que hubieran optado por firmar contratos de compra de electricidad ahora se verán doblemente golpeadas.
Esta situación, si cabe, todavía es más complicada de asumir. Por un lado el retraso en haber tomado medidas concretas, el argumento del Gobierno ha sido que todo dependía de Bruselas, ha provocado que muchas empresas hayan tensionado su caja. Para no perder clientes o intentar ganarlos, han apurado sus márgenes demasiado. Pero quienes optaron a finales de 2021 por comprar luz a largo plazo a un alto precio, o quien por miedo a que la situación fuera a peor lo ha comprado en estos dos últimos meses, ahora quedará atrapado en estos contratos.
Rusia, de fondo
En este contexto, y donde la ministra Ribera dio las explicaciones pertinentes, fue en la reunión extraordinaria de los titulares de Energía de los Veintisiete, que ha estado dedicada a abordar las consecuencias del corte de suministro de gas por parte de Rusia a Polonia y Hungría, así como el debate de la hoja de ruta para desprenderse de la dependencia de los combustibles fósiles de Moscú.
Ribera destacó la importancia de que el bloque siga actuando con «unidad» y solidaridad», así como que mejore su «capacidad de coordinación» para ayudar a aquellos Estados miembros que son más «vulnerables» a las decisiones energéticas del Kremlin por tener mayor dependencia en sus hidrocarburos.
Ese era, dijo, el «núcleo central» de la reunión extraordinaria de los ministros europeos de Energía, que se centran en medidas para reducir la dependencia de Rusia y «no tanto» en definir el nuevo paquete de sanciones de la UE a Moscú, que podría incluir algún tipo de embargo al petróleo.