Ser indefinido o fijo discontinuo: ¿es lo mismo?
La mayoría de contratos que se firmaron en diciembre del año pasado, 464.152, fueron de carácter indefinido
En la actualidad, se pueden suscribir cuatro tipos distintos de contratos: indefinido, fijo discontinuo, de duración determinada y formativo. Así lo estipula el Real Decreto-ley 32/2021, de 28 de diciembre, sobre medidas urgentes para la reforma laboral, la garantía de la estabilidad en el empleo y la transformación del mercado de trabajo.
Del conjunto de contratos firmados durante el de diciembre, el mes más reciente sobre el que hay datos disponibles, 464.152 fueron de carácter indefinido, es decir, un 39%. Sin embargo, 782.002 contratos fueron temporales, lo que representó un 61% del total.
En relación con los indefinidos, la mayoría fueron a tiempo completo, concretamente, 178.983. De esta manera, la cifra se incrementó en un 62,8% en comparación con el resultado del mismo mes del año pasado. Por su parte, los contratos fijos-discontinuos ascendieron a 177.877, multiplicando por más de diez la cifra de diciembre de 2021. Por último, 107.292 fueron contratos indefinidos a tiempo parcial, más del doble que un año antes, un 127,6% más.
El Ministerio de Trabajo, dirigido por Yolanda Díaz, subrayó que el año pasado se firmaron cerca de cinco millones de contratos indefinidos más y nueve millones de contratos temporales menos que en 2019, el año previo a la pandemia. De estos, destacó que el contrato que más se ha incrementado fue el indefinido ordinario a jornada completa, con 1,7 millones más.
¿Cuál es la diferencia?
Si bien tanto el contrato indefinido como el fijo discontinuo tienen una duración indeterminada, existen numerosas diferencias que distinguen uno del otro. Por un lado, los empleados que tienen un contrato indefinido mantienen una relación laboral con la compañía sin límite de tiempo.
En el caso de los trabajadores con un contrato fijo discontinuo la relación laboral con la empresa también es de carácter indefinido, pero existe un factor clave que lo diferencia del indefinido: la intermitencia. Y es que, los empleados que cuentan con un contrato fijo discontinuo no trabajan durante todo el año, si no que desempeñan la actividad profesional que llevan a cabo en momentos puntuales.
Dado que en los contratos fijos discontinuos el trabajo se lleva a cabo de forma intermitente, cuando finaliza la actividad laboral no se extingue el contrato, si no que queda interrumpido. De esta manera, las empresas pueden requerir de los trabajadores según sus necesidades y estimaciones.