Incertidumbre sobre el liderazgo de Penedès en su SIP
Cuando sonaron los primeros compases del baile de fusiones en Catalunya, Ricard Pagès, el director general de Caixa Penedès, acostumbraba a decir que si su entidad participaba en alguna fusión tenía que ser bajo su liderazgo y que, preferiblemente, habría de ser con cajas de fuera de su territorio natural para poder generar sinergias a su proyecto financiero.
Lo segundo lo ha conseguido. Lo primero no está claro hoy por hoy. Desde la caja catalana se sigue defendiendo su necesario liderazgo en la SIP que formará junto a Caja Murcia, Caja Granada, Sa Nostra y, tal vez, Caja Badajoz. Sus principales argumentos se apoyan en que es la primera en activos (23.041 millones de euros frente a los 22.140 millones de Caja Murcia; las otras están a considerable distancia) y en la potencia económica (Catalunya) del territorio que aportan al nuevo proyecto, cuestión más discutible.
En Caja Murcia no lo ven tan claro. Fuentes de la entidad han defendido ante ED la rentabilidad y solvencia de su institución como argumentos irrenunciables a la hora de definir el liderazgo de la sociedad fusionada. En efecto, aunque por volumen de activos, la caja murciana está por debajo, muy poco, de la del Penedès, los beneficios exhibidos por una y otra son claramente favorables a la primera.
Con menos oficinas (440 frente a las 660 de Penedès), Caja Murcia obtiene casi 5 veces más beneficios: ganó182,6 millones, mientras que la entidad catalana presentó un resultado positivo de apenas 40,6 millones. Una proporción muy desigual para la caja que dirige Pagès. En solvencia, las discutidas calificaciones de las agencias de rating también favorecen a Murcia: A frente a BBB .
Ciertamente, en una SIP, la batalla por el poder no es tan definitiva como lo es cuando las entidades se fusionan absolutamente, pero no deja de ser importante. Probablemente, o no, mañana los consejos de administración de las cuatro cajas, que han sido convocados para pronunciarse sobre el proceso de integración, arrojen alguna pista. Hasta ahora sólo se sabe que quieren conformar un SIP, pero nada ha trascendido sobre qué depositarán en la entidad común, en qué proporción… que es lo que dará una idea más aproximada de quién va a mandar en ese proceso.
Lo único que se ha podido confirmar es que el nombre no será el que a efectos internos algunos la atribuían (Mare Nostrum), porque ya ha sido registrado y porque si finalmente Badajoz decide apuntarse no está claro que viniera entusiasmada por la denominación unitaria.