Este impuesto encarecerá tu aire acondicionado en septiembre
La reforma del Impuesto sobre los Gases Fluorados de Efecto Invernadero (IGFEI) afecta tanto a consumidores como a sectores como la automoción o la hostelería
El Congreso de los Diputados aprobó la reforma el pasado mes de julio el Impuesto sobre los Gases Fluorados de Efecto Invernadero (IGFEI), que se emplean en la fabricación de refrigerantes, extintores de incendios, disolventes y espumas aislantes, entre otros.
La aprobación de la ley no estuvo exenta de polémica, ya que el Gobierno aprovechó la aprobación de la Ley 14/2022 sobre Transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno, para colar este impuesto. Una acción que fue duramente criticada por la oposición, ya que la incluyó como enmienda a una proposición de ley completamente ajena al ámbito ambiental o tributario.
A partir de septiembre, se comenzará a gravar directamente la fabricación, importación, adquisición intracomunitaria o instalación de este tipo de gases
En concreto, la nueva normativa contempla una reducción de tipos del 2% al 1,5% al aplicar al potencial de calentamiento atmosférico (PCA) que corresponda cada gas, con un máximo de 100 euros por kilo. No obstante, el cambio más sustancial es que, a partir de septiembre, se comenzará a gravar directamente la fabricación, importación, adquisición intracomunitaria o instalación de este tipo de gases.
El precio subirá entre un 5% y un 10%
Se trata de una modificación que afectará tanto a los consumidores como a sectores como la automoción, hostelería, supermercados, industria alimentaria o los grandes almacenes. Tal y como ha alertado la Asociación de Empresas del Frío y sus Tecnologías (AEFYT) la entrada en vigor de este nuevo tributo comportará que los precios de los equipos de refrigeración y del aire acondicionado se disparen entre un 5% y un 10%.
«Repercutirá en diferentes sectores de la economía, pero también en los hogares o el pequeño comercio», han alertado unas 20 agrupaciones de compañías, las cuales también han presentado alegaciones a la reforma. «No cumple en su diseño con la finalidad propia, ya que los gases por los que se tributa son insustituibles desde el punto de vista tecnológico, y por lo tanto, suponen directamente un impuesto a la actividad del sector», han criticado.