iBuyers inmobiliarios: la opción para vender tu piso en menos de una semana
La rapidez en la venta y que se hagan cargo de las gestiones son importantes ventajas. Pero hay algunos puntos críticos a tener en cuenta
La llegada de los iBuyers está moviendo el tablero inmobiliario. Estas empresas que pueden comprar propiedades rápidamente y al contado han llamado la atención de propietarios y de agencias. Pero no todo parece ser tan bonito.
Los iBuyers son compañías que se dedican a la compra rápida de propiedades. Argumentan que pueden cerrar una operación en siete días como mucho, pero que en muchos casos en solo 24 horas la vivienda ya ha cambiado de manos.
Para agilizar las transacciones los iBuyers se encargan de los trámites administrativos, lo cual puede ser una solución para muchos propietarios que tienen una cierta urgencia en vender su vivienda.
Viviendas listas para ser compradas y vendidas
Así como ofrecen una compra rápida, su secreto es poder conseguir un interesado que no tenga mucho tiempo que pensar para adquirir una propiedad.
Las viviendas que buscan pueden estar listas para habitar o que tengan que ser reformadas, una opción que corre a cuenta del comprador.
Las viviendas que buscan los iBuyers pueden estar listas para habitar o que tengan que ser reformadas
Su negocio, como cualquier inmobiliaria, reside en la diferencia entre el precio de la compra y de la venta, así como en la comisión que cobran al comprador.
Entre las compañías de este segmento que operan en España se encuentran Inveralia Plus, Kodit, Clickcalia o Tiko.
Cómo trabajan los iBuyers
A diferencias de las agencias tradicionales, aquí los iBuyers no salen a buscar clientes, sino que esperan sus llamados o visitas, porque aprovechan las prisas que tienen por cerrar la transacción.
Tras analizar que la propiedad tenga los requisitos que buscan, la empresa eleva una oferta al propietario, y su aceptación quedará supeditada al análisis de sus inspectores.
Estas visitas son presenciales pero es posible que también haya opciones virtuales, según el acuerdo que hayan tenido el propietario y la agencia de iBuyer.
Si hay acuerdo, la agencia se encarga de las gestiones, desde la firma de escritura hasta la cédula de habitabilidad.
Y al terminar la jornada, el vendedor ya puede recibir el dinero de la operación.
Las casas más buscadas
A los iBuyers no les interesan los trasteros ni las plazas de garaje: en sus radares están casas y pisos que puedan ser usados como vivienda, si es posible, permanente. Pero que no sean sótanos ni semisótanos.
El inmueble tiene que estar desocupado o que puede quedar vacío en pocos días. Y por supuesto, que no tenga deudas fiscales pendientes.
Las viviendas tienen que tener al menos 40 metros cuadrados, y si están desde una cuarta planta o más alto deben contar con ascensor. Y su precio no puede superar los 400.000 euros.
Tampoco se encuentran interesados en las viviendas de cualquier ciudad, sino solo de las grandes urbes españolas como Madrid, Barcelona, Sevilla, Bilbao, Málaga o Zaragoza.
A quién interesa este servicio
El público comprador al que se dirige son personas que tienen urgencia por contar con una vivienda para residir, pero también inversores dispuestos a comprar propiedades para reformar. En síntesis, buscan inmuebles que puedan tener un potencial de revalorización.
Esta opción puede servir para los propietarios que tengan urgencia por vender, ya sea porque necesitan mudarse, por contar con el dinero cuanto antes o porque es una herencia de la que hay que asumir los impuestos.
Además es una ventaja que los iBuyers se encarguen del papelerío y las posibles reformas para dejarlo más presentable.
Puntos críticos
Uno de los puntos más criticados de estas agencias es que ofrecen precios por debajo del mercado, ya que especulan con la necesidad de los vendedores de poder cerrar la transacción cuanto antes.
Claro, si no hubiera una urgencia para la venta, al propietario siempre le queda la opción de las agencias tradicionales.