La crisis catalana gira otra cara factura a IBEX y banca
El IBEX baja alrededor del 2% con todos los bancos liderando las caídas. Caixabank y el Sabadell se dejan más del 4%
Caixabank y el Sabadell emitieron este martes sendos comunicados para tranquilizar a sus clientes y accionistas ante la situación política en Cataluña. Les mandaron un mensaje: les iban a proteger por encima de todo. No fue suficiente, al menos para los inversores, a los que no convenció. Los dos bancos catalanes bajan con fuerza este miércoles y arrastran consigo al resto de sector y al IBEX.
El selectivo español de referencia abrió este miércoles con caídas que, una hora después del inicio de la sesión, ya superaban el 2,2% y estaban a punto de perder los 10.000 puntos, algo que no pasa desde marzo. La prima de riesgo española también ha escalado a niveles de hace siete meses, por encima de los 130 puntos básicos.
El IBEX lucha para sostener los 10.000 puntos, nivel que no pierde desde marzo
Como en los últimos días, los bancos lideran las bajadas de la bolsa española. En toda Europa cotizan en rojo, pero con cifras mucho más moderadas. En España, todos los bancos del IBEX caen más del 2% pasadas las 10 de la mañana. La tensión política en Cataluña, con la huelga de este martes y la posibilidad de una declaración de independencia en los próximos días, está atacando al sector más sensible a este tipo de turbulencias, el financiero. El mensaje del Rey de este martes parece no haber tranquilizado a los inversores.
Los bancos catalanes son los más afectados por las turbulencias, pese a sus llamadas a la calma y los mensajes de que lo tienen todo controlado. Caixabank y el Sabadell caían más del 4%, pero las entidades con sede en Barcelona no tienen la exclusiva de los descensos. BBVA, Bankia y el Santander también se dejaban más del 3%, mientras Bankinter caía algo más del 2%.
De Guindos manda un mensaje de tranquilidad
Este mismo miércoles por la mañana, el ministro de economía, Luis de Guindos, lanzó un mensaje de tranquilidad a los clientes de los bancos catalanes, a los que dijo que no tienen «nada que temer», pues son «bancos españoles y también europeos».