Hipotecas para funcionarios: todas las ventajas y condiciones

Disfrutan de tipos de interés más bajos y de mayores cantidades de financiación por su estabilidad laboral y financiera

Bloques de pisos. Pixabay.

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Contar con estabilidad laboral y financiera es una gran baza a la hora de pedir un préstamo hipotecario. Este es, precisamente, el perfil de los funcionarios, lo que los convierte en clientes muy atractivos para los bancos.

Como es muy poco probable que el banco pierda su puesto de trabajo, la entidad bancaria confía mucho en este tipo de clientes a la hora de prestar su dinero, lo que se traduce en condiciones bastante ventajosas. De hecho, los funcionarios son un perfil tan particular que algunas entidades bancarias ofrecen hipotecas destinadas solo para ellos que cuentan con mejores condiciones o más ventajas en distintos productos y servicios.

Tipos de interés más bajos y bonificaciones

Los bancos suelen ofrecer a los funcionarios tipos de interés más bajos y bonificaciones iniciales. Por ejemplo, BBVA ofrece a los mutalistas de Muface y Mugeju una cantidad fija de 860 euros a modo de bonificación por la contratación de una hipoteca de convenio a tipo variable, que será ingresada en la cuenta del beneficiario al formalizar el préstamo hipotecario para funcionarios.

También ofrecen plazos de amortización más largos, siendo habitual la concesión a 30 años, y les conceden más capital porque tienen un perfil de riesgo muy bajo.

Otra de las ventajas más comunes es que les ofrezcan productos hipotecarios con menos vinculación y comisiones, como las de subrogación o novación.

Hipotecas del 100%

Actualmente es difícil encontrar entidades que financien el 100% del precio de la vivienda, aunque, de hacerlo, la oferta iría dirigida a funcionarios o a personas jóvenes con trabajo. No obstante, hay que tener en cuenta que al montante del préstamo hipotecario se suman los gastos derivados del proceso de compra.

Las hipotecas al 100% están pensadas para personas que quieren comprar una casa, pero no tienen ahorros suficientes para pagar la entrada. Suponen un riesgo importante tanto para la entidad que las concede como para el cliente, lo recomendable es tener ahorrado al menos el 30% del valor de la casa para asumir la entrada.

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