Aún se amortizan más hipotecas de las que se firman
La reducción de la deuda de las familias en los últimos años se concentra en el segmento que más fideliza a los clientes: las hipotecas
La banca lleva esperando que el saldo vivo de las hipotecas concedidas a los hogares vuelva a crecer, pero año tras año las intenciones se frustran. Se esperaba que con la buena marcha de la economía ese momento fuera en 2017, pero los presagios no se cumplieron. Como tampoco el pasado ejercicio.
Es verdad que en noviembre de 2018 la deuda de los hogares con las entidades de crédito por este concepto aumentó, igual que en marzo de este año. Pero sólo fueron dos espejismos que chocaron con la realidad al mes siguiente. Aún se amortizan mas hipotecas de las que se firman, aunque parece más probable que a lo largo de este año la situación cambie por fin.
Según los últimos datos publicados por el Banco de España, el salvo vivo de los créditos para la compra de una vivienda concedidos a los hogares españoles ascendía a cierre del pasado mes de mayo a 512.005 millones de euros, sólo 95 millones menos que un mes antes, lo que hace pensar que el cambio de tendencia tan anunciado por la banca está cerca de producirse.
En relación con el mismo mes del año pasado la reducción fue de 5.392 millones de euros, equivalente al 1,04%, un porcentaje muy inferior a los tradicionales 5-6% de años anteriores.
La firma de hipotecas se estancó en el primer trimestre
Los préstamos hipotecarios son el producto que más vincula a los clientes con los bancos. Son operaciones que se firman a más de 20 años generalmente, que exigen la domiciliación de la nómina así como la contratación de una serie de productos y servicios con la entidad como el seguro del hogar o la domiciliación de recibos, entre otros.
Banco Santander señalaba en sus cuentas del primer trimestre que el crédito cayó un 3% en tasa interanual, como consecuencia de la caída del “stock” de hipotecas. Algo parecido sucedió en Bankia, donde la cartera de créditos permaneció estancada. Banc Sabadell reconoció en su ultimo informe trimestral un descenso del 5% en el capítulo de nuevos préstamos hipotecarios y al consumo en los tres primeros meses del año, con 1.300 millones de euros.
En los últimos años y como consecuencia del crecimiento del PIB y la consiguiente reducción de las cifras de paro, la formalización de hipotecas ha crecido después de los años de penuria de la crisis económica. El pasado año, las entidades financieras financieras concedieron créditos para la compra de viviendas a particulares por importe de 43.057 millones de euros, un 10,8% más que en el ejercicio precedente.
El problema es que se amortizaron hipotecas por un importe de 49.514 millones de euros, toda vez que el saldo vivo (la cantidad de dinero que falta por pagar) bajó de 520.209 a 513.752 millones de euros.
Aunque se sigue insistiendo en la posibilidad de que pueda repetirse la burbuja inmobiliaria, las cifras están muy lejos de las registradas años atrás. En 2009 se formalizaron hipotecas por importe de 73.153 millones y en 2007 se alcanzó el récord: 145.096 millones, 3,3 veces más.
En términos de operaciones realizadas, se firmaron 345.186, 100.000 más que en el año 2015. En los años del boom inmobiliario se superaban con creces el millón de operaciones realizadas.
Las hipotecas finalmente se disparan
En los cinco primeros meses de este año, los bancos han concedido hipotecas por un importe de 18.714 millones de euros, un 5,3% más que en el mismo periodo del año anterior, lo que hace suponer que en el conjunto del ejercicio el montante se acercará a los 47.000 millones. Sólo en el mes de mayo se han firmado operaciones por valor de 4.265 millones, un 9,2% más que en el mismo mes de 2018.
Y eso a pesar de que los tipos de interés han subido como consecuencia de la decisión del Gobierno de trasladar a los bancos los gastos derivados de la constitución, entre ellos el impuesto sobre actos jurídicos documentados. Como era de esperar, las entidades financieras, que eran unos meros intermediarios en este impuesto, lo han trasladado al tipo de interés, que según el Banco de España ha pasado del 2,34% en enero al 2,40% en mayo en términos TAE. En mayo de 2018 estaba en el 2,18%.
Empresas y hogares mantienen una deuda financiera de 1,61 billones de euros a cierre del primer trimestre del año, según las Cuentas Financieras de la Economía Española publicadas recientemente por el Banco de España. Esta cifra supone el 132,8% billones del Producto Interior Bruto (1,2 billones de euros), con una reducción de 4,1 puntos porcentuales en relación con el dato del año anterior. Las empresas tienen una deuda equivalente al 74,4% del PIB, mientras la de los hogares llega al 58,4%, lo que equivale a hablar de algo más de 705.000 millones de euros.