Hipotecas.

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Si estás pensando en vender tu casa actual y comprar una nueva, pero todavía estás pagando una hipoteca, esto te interesa. Existen un tipo de hipotecas, llamadas hipotecas puente, que están diseñadas para que las personas que quieren cambiar de casa, aún hipotecada, puedan comprar una nueva.

Las entidades bancarias ofrecen este préstamo hipotecario unificado hasta que se venda la primera vivienda y ofrece un período de entre dos y cinco años para venderla después de haber firmado la hipoteca puente. Una vez vendida la antigua casa, se formaliza una hipoteca convencional para el nuevo inmueble.

El BBVA explica que la cuota a la que se hace frente durante los años previos a esta venta puede ser de tres tipos:

  • Cuota con carencia de capital: solo se hace frente al interés del préstamo, por lo que no se amortiza el capital pendiente de devolución, aunque su coste es inferior al de una cuota normal.
  • Cuota especial reducida: el importe de la cuota es algo inferior a las cuestas posteriores a la venta de la vivienda, aunque la mayoría del dinero invertido es destinado a pagar intereses.
  • Cuota normal: se amortiza el capital e interés a su ritmo normal.

Ventajas

Esta alternativa de financiación permite cambiar de casa de forma más fácil y flexible, puesto que es posible comprar el nuevo hogar sin tener que vender de rápidamente la anterior casa, dando más tiempo al proceso de venta y haciéndolo más cómodo.

Requisitos

Las hipotecas puente no requieren unos requisitos concretos para su solicitud, pero las entidades si pueden tener en cuenta la solvencia económica del solicitante para valorar si aprueba o declina la operación. No obstante, sí se trata de una financiación con algunas características propias, según ha publicado Idealista:

  • El capital máximo prestado suele ser del 80% del precio de tasación.
  • Las condiciones en el pago de las cuotas cuando se vende la vivienda pueden variar según la entidad bancaria que proporcione el préstamo.
  • En las hipotecas puente no se cobran comisiones cuando se amortiza la deuda, aunque también depende de la entidad bancaria y el contrato firmado.
  • Los bancos revisan los ingresos y el nivel de solvencia de los clientes que solicitan este tipo de hipotecas. Si el solicitante no cuenta con un nivel de solvencia económica considerable, es posible que la entidad bancaria decline la hipoteca, ya que supone un nivel de endeudamiento elevado.
Economía Digital

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