Así puedes conseguir una hipoteca si te falta el 20% de la entrada

Los banco suelen financiar el 80% de una propiedad, pero abonar la parte que falta (además de los gastos extras) puede ser un obstáculo financiero muy grande

Hay formas de firmar una hipoteca si no se tiene el 20% de la entrada. Foto Freepik

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Obtener una hipoteca es como una carrera de obstáculos, excepto que la largada no es una carretera llana sino lo más parecido a una montaña, que los aspirantes a propietarios tienen que trepar con fuerzas para conseguir un préstamo.

Esa cuesta inicial es la parte que el futuro hipotecado tiene que asumir antes de firmar un crédito a la vivienda.

Es lo que se conoce como ‘la entrada’ a una hipoteca, que suele estar en el 20% del valor de la propiedad. Dicho de otra forma: los préstamos que otorgan los bancos cubren el 80% de la compra, y del resto, más vale que haya unos buenos ahorros para poder afrontarlo.

La entrada y los pagos adicionales

Porque el pago de la entrada no es lo único donde hay que poner el dinero en la mesa: están las comisiones de apertura, los gastos de notaría, el registro de la propiedad, impuestos; etcétera.

En la Comunidad de Madrid se otorgan hipotecas que cubren el 95% del valor de la propiedad

El dilema es cuando se reúnen las condiciones para asumir un crédito hipotecario, pero no hay forma de cubrir la entrada. Tengamos en cuenta, por ejemplo, que para un piso de 250.000 euros, el citado 20% implica tener que desembolsar 50.000 euros (y sin sumar los citados gastos adicionales).

Entonces, ¿qué alternativas hay si no se cuenta el dinero para la entrada de la hipoteca?

Ayudas de la Comunidad de Madrid

Si se tiene la suerte de residir en la Comunidad de Madrid se puede postular al programa Mi primera vivienda, que impulsa el gobierno regional.

Estas hipotecas, que son otorgadas por bancos como el Santander, Caixabank o Ibercaja, financian el 95% del valor de la propiedad.

El punto en contra es que hay tener una edad máxima de 35 años, ya que el programa apunta a lograr que los jóvenes tengan acceso a su primera casa.

Los aspirantes tienen que estar empadronados al menos durante dos años en la Comunidad de Madrid, y no pueden ser propietarios de otra vivienda en cualquier punto de España.

Además, la casa o piso que quieren comprar no puede superar un valor de mercado de 390.000 euros.

Créditos del ICO

Otra opción son los avales que otorga el Instituto de Crédito Oficial (ICO) que cubre el 20% de la entrada. Aquí también la edad máxima es de 35 años, pero también pueden solicitarlo las personas de más edad que tengan hijos menores a cargo.

Los aspirantes tienen que tener unos ingresos máximos de 37.800 euros anuales, aunque ese techo sube si hay dos solicitantes o si la familia es monoparental.

Contratar a un bróker

Si no se reúne estas condiciones de edad o residencia, hay otras opciones para salvar la entrada a la hipoteca.

Según Help my Cash, una alternativa es contar con la ayuda de un bróker hipotecario. Este experto puede ayudar a buscar préstamos a la vivienda que cubran más del 80%; que por supuesto que existen, pero que son poco publicitado por los bancos.

Dado que las condiciones que se exigen para acceder a estos créditos son más duras, el bróker puede ayudar a las negociaciones para obtener un mejor plan.

Lo que hay que tener en cuenta que por sus servicios cobran entre el 1% y el 5% del importe de la hipoteca; por lo que hay que sacar números si sale a cuenta contratarlo.

Negociar con el banco

En caso que no considere que tiene un buen poder de negociación se puede conversar con el banco para ampliar el margen de financiación.

Para ello es indispensable demostrar solvencia económica, con estabilidad laboral, ingresos relativamente altos y una antigüedad de al menos una década en la misma empresa.

Hay hipotecas que financian el 95% de la propiedad pero limitadas a personas de hasta 35 años. Foto: Freepik

Esto se debe a que ningún banco otorgará una hipoteca que represente más del 35% de la nómina del titular.

En esta situación pueden salir beneficiados colectivos como los funcionarios, que cuentan con la garantía que conservarán su trabajo varios años (salvo imprevistos) o personas jóvenes con un buen puesto de trabajo pero que no han logrado ahorrar lo suficiente para la entrada.

El riesgo del avalista

En esas negociaciones es posible que el banco exija el aval de otra persona. Muchas veces los padres del comprador suelen dar su apoyo financiero, pero es una operación con un considerable margen de riesgo porque en caso de impago el garante puede perder su propiedad.

Una opción es añadir una cláusula que donde el avalista quede liberado de obligaciones si ya se ha cubierto un porcentaje equivalente a la entrada de la hipoteca.

Comprar pisos de bancos

Una de las ocasiones en que se otorgan hipotecas con una financiación mayor al 80%, que en ocasiones llega al 100%, es cuando la propiedad a la venta pertenezca al banco.

Las entidades cuentan con un abultado patrimonio inmobiliario acumulado por compañías o personas que no pudieron afrontar los pagos de sus préstamos.

Son propiedades ofrecidas a precios muy accesibles y en condiciones ventajosas; ya que los bancos tienen prisa por colocarlos en el mercado antes que se desvaloricen o sean okupados.

Sin embargo, cabe aclarar que en muchas ocasiones estas propiedades pueden tener daños en su estructura, por lo que hay que analizar cuánto costarían las reformas para poder entrar a vivir.

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