Aviso a autónomos: esto es lo que te puede pedir Hacienda y debes tener a mano
Un posible cambio legal permitiría a los inspectores de Hacienda solicitar los libros contables para casos puntuales, y no solo para verificaciones generales
Si prospera una enmienda del PSOE y Unidas Podemos a un proyecto de ley sobre cooperación administrativa fiscal, es posible que Hacienda pueda revisar los libros contables de las pymes y los autónomos en cualquier ocasión, no solo para verificaciones generales.
Esto solo sucedería en caso de querer verificar el pago de algún impuesto, como puede ser el IRPF; lo que ha despertado las protestas de los asesores fiscales porque hasta ahora Hacienda solo puede solicitar esa documentación para comprobaciones totales.
El cambio legal
Las comprobaciones limitadas, como sería el caso, son las más habituales que hacen los inspectores de Hacienda.
Las comprobaciones limitadas son las más habituales que hacen los inspectores de Hacienda
Pero el secretario general del sindicato de técnicos de Hacienda, José María Mollinedo, recordó que la ley “no recogía la posibilidad” de solicitar los libros de contabilidad expresamente, y de hecho los asesores “se podían oponer legalmente a ello”.
En caso de que prospere esta enmienda los técnicos de Hacienda tendrán la cobertura legal para solicitar los libros contables en cualquier tipo de actuación, y sin un plazo específico de tiempo.
Las revisiones limitadas
Los técnicos tienen la potestad de revisar cualquier tributo en un período de los últimos cuatro años, pero en caso de detectar irregularidades -o por el motivo que consideren no es extraño que una verificación parcial derive en una inspección más profundas. “Para eso están los libros contables, porque ahí se pueden detectar decenas de cuestiones”, precisó el secretario de Gestha a Europa Press.
Mollinedo precisó que el estudio de los libros contables puede aportar luz sobre cuestiones que quizás no coincidan con la verificación original, como la sospecha de emitir facturas falseadas, el pago en metálico por montos superiores a los 1.000 euros, cuentas de caja negativas y “otros detalles que pueden ser síntoma de un fraude mayor”.
En estos casos, los inspectores de Hacienda deciden elevar una comprobación parcial en una investigación más amplia.
La detección de posibles fraudes
La llegada de los inspectores no es aleatoria: generalmente se produce cuando hay diferencias entre lo que declara una empresa o autónomo y lo que Hacienda tiene registrado en su base de datos.
Y a mayor cantidad de discrepancias, más posibilidades de recibir una inspección. Entre ellas, se pueden encontrar contribuyentes que declaran rentas bajas y tienen vehículo de alta gama, que haya una devolución de impuesto excesiva o que no haya coincidencias entre los modelos trimestrales del IVA con la declaración anual.
También puede ser que los inspectores sospechen de no declarar las prestaciones y subvenciones que se reciben, que haya indicios de uso de dinero en negro, o simplemente, que el contribuyente deje de presentar declaraciones después de haberlo realizado durante varios años.