Grecia pacta con sus acreedores el tercer rescate
Tras toda una noche de negociación, un portavoz oficial matiza que quedan dos o tres asuntos menores pendientes
Grecia y sus acreedores internacionales alcanzaron un acuerdo de rescate de miles de millones de euros tras unas negociaciones maratonianas durante toda la noche, dijeron las autoridades, elevando la esperanza de que la ayuda llegue antes del vencimiento del pago de deuda al Banco Central Europeo (BCE) en unos días.
Después de una sesión de 23 horas, que comenzó el lunes por la tarde, los responsables oficiales griegos salieron de un hotel en el centro de Atenas para anunciar que ambas partes habían acordado los detalles, aunque queda por resolver un par de asuntos menores.
«Finalmente, tenemos fumata blanca», dijo un responsable del Ministerio de Finanzas. «Se ha alcanzado un acuerdo. Algunos detalles menores se están discutiendo en este momento».
El dinero llegará antes del 20 de agosto
Se espera que el pacto ofrezca hasta 86.000 millones de euros en nuevos préstamos a Grecia, pero no hubo una confirmación inmediata del volumen de recursos.
Los responsables griegos dijeron que esperan que el acuerdo sea ratificado por el Parlamento el miércoles o el jueves y que luego sea revisado por los ministros de Finanzas de la zona del euro el viernes.
Esto allanaría el camino para que la ayuda sea desembolsada a tiempo para el 20 de agosto, cuando vence un pago de 3.200 millones de euros al BCE.
El acuerdo cerraría un capítulo doloroso en las negociaciones de ayuda a Grecia, que se opuso a los términos de austeridad exigidos por sus acreedores durante gran parte del año antes de ceder bajo la amenaza de ser expulsada de la eurozona.
Grecia se compromete a crear superávit
Sin embargo, los recelos son profundos en Alemania, el país que más ha contribuido a los dos rescates de Grecia desde 2010, y que aún debe canalizar más dinero para Atenas.
Durante las conversaciones, ambas partes acordaron metas fiscales finales que deben regir el esfuerzo de rescate, apuntando a un superávit de presupuesto primario –que excluye el pago de intereses– desde 2016, dijo un responsable gubernamental.
Adaptado del escenario base anterior, los objetivos prevén un déficit primario del presupuesto de un 0,25% del producto interior bruto en 2015, un superávit de un 0,5% desde 2016, de un 1,75% en 2017 y de un 3,5% en 2018, añadió.
Hacer frente a una montaña de préstamos no rentables en el sector bancario fue uno de los puntos de fricción en las negociaciones.
Puntos pendientes de acuerdo
Atenas quería crear un «banco malo» para asumir los préstamos con problemas, mientras que los acreedores querían que los préstamos no rentables fueran empaquetados y vendidos a fondos de deuda en dificultades. Este punto aún está por resolver.
Los negociadores también discutieron sobre cómo crear un fondo soberano diseñado para reunir 50.000 millones de euros de las privatizaciones, de los cuales tres cuartas partes serían utilizadas para recapitalizar a los bancos y reducir la deuda. Ambas partes acordaron desregular el mercado de gas natural de Grecia.