González imita a Gallardón con una macro emisión de deuda
Madrid desafía a Montoro al captar en los mercados 3.300 millones de euros por su cuenta; la Comunidad, con el País Vasco, son las únicas autonomías que han dado portazo a la financiación de Hacienda
El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, ha autorizado a la consejería de Economía para que capte un máximo de 3.300 millones de euros directamente en los mercados. El desafío del gobierno regional al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, es doble y ahonda las diferencias entre el Partido Popular (PP) madrileño y el nacional en las puertas de las próximas elecciones.
En primer lugar, subraya González con esta decisión las críticas políticas que emanan desde el kilómetro cero sobre el fondo de facilidad financiera (FFL) de Hacienda. El mecanismo ha servido para que todas las autonomías cumplidoras, excepto la madrileña y la vasca, se financien. Madrid decidió no acogerse al programa cuyo plazo de aceptación venció el 20 de enero.
Doble envite
El Ejecutivo de la Comunidad considera que se trata de una herramienta con condiciones excesivas, prácticamente las mimas que impone a las autonomías manirrotas (como cumplir con los objetivos de déficit y deuda y con la ley anti morosidad). Además, y aquí se aprecia el segundo elemento del envite, Madrid lleva al extremo su techo de gasto con la emisión de bonos ejecutada hoy al margen de Montoro. Faltan 10 meses para cerrar el ejercicio.
La decisión recuerda a las maniobras financieras del ex alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón. El político, hoy al margen de la vida pública aunque es miembro del consejo asesor de la Comunidad, se caracterizó por recurrir con frecuencia al dinero prestado, hecho que criticó, por ejemplo, Esperanza Aguirre, antigua jefa de González. El ayuntamiento se quedó con un agujero de 7.429 millones tras los mandatos de Gallardón.
Coste similar al del Tesoro
La Comunidad ha apostado por el equilibrio presupuestario bajo el mando de Aguirre y de González (hasta ahora) a costa de reducir dramáticamente los servicios públicos. Por ejemplo, desde julio del año pasado no tomaba dinero prestado por su cuenta. Colocó 546 millones a devolver en nueve años con un coste financiero muy próximo al que paga el Tesoro Público.
Ayer martes, daba otra vuelta de tuerca. Captó la predisposición de los mercados a través de una de sus mayores empresas pública, el Canal de Isabel II. La compañía de aguas levantó 500 millones en recursos con un coste ocho puntos básicos superior al del bono español. Tras el antecedente, los bancos colocadores (el Santander, Bankia, HSBC, Barclays, Société Générale, Crédit Agricole y Natixis) están seguros de recoger los 3.300 millones a un precio menor. La referencia que se espera es del 1,68%.