Goirigolzarri y Gortázar se reparten la vara de mando de Caixabank
El presidente de Bankia señala que será el consejero delegado de Caixabank será quien "asegure la línea de mando" en la entidad fusionada
Una de las primeras noticias que se conocieron de la fusión entre Caixabank y Bankia dejaba sentenciado que el futuro presidente de la entidad sería José Ignacio Goirigolzarri y que el puesto de consejero delegado recaería en la figura de Gonzalo Gortázar. Tal como este viernes han confirmado “fue uno de los temas que decidimos el primer día” de las negociaciones.
Por esta razón, el actual presidente de Bankia ha querido dejar claro desde el principio el diseño de las responsabilidades que desarrollará cada uno de ellos una vez concluya la fusión. Así, Goirigolzarri ha explicado que a lo largo de su trayectoria profesional ha tenido que intervenir en distintas fusiones, “unas han salido bien y otras han salido menos bien”. Pero en esa experiencia ha comentado que una de las “lecciones” que ha aprendido en todos estos procesos de fusión es que “la línea de mando tiene que estar absolutamente clara”.
Por esa razón tomaron la decisión de que Gonzalo Gortázar “tenía que ser el primer ejecutivo, tenía que dirigir el Comité de Dirección, y teníamos que tener una línea de mando absolutamente clara”.
En este estructura, el papel de Goirigolzarri como presidente, que tendrá la condición de ejecutivo, será el de apoyar la gestión y tener las herramientas para ayudar al Consejo en su labor de supervisión. En concreto será responsable de las áreas de Secretaría del Consejo, comunicación externa, relaciones institucionales y auditoría interna. Pero lo más importante “es que formo parte del equipo, soy uno más” y el resto de funciones y decisiones corresponderán a Gonzalo Gortázar que “es el que va a asegurar la línea de mando”, aspecto que “quiero dejar claro”.
Goirigolzarri no se ata a la silla
Por otro lado, Juan Ignacio Gorigolzarri, preguntado sobre si en su papel de presidente ejecutivo de la nueva entidad se ha establecido algún tipo de compromiso de permanencia, ha dejado claro que su compromiso, tanto en Bankia como en la nueva entidad, “siempre ha estado al servicio de lo que quieran los accionistas y el consejo de administración. No tengo ningún otro compromiso, en absoluto”.
En este sentido ha explicado que personalmente “tenía la obligación de involucrarme en este proyecto, porque se trata de una continuación y el final de una etapa muy bonita para Bankia y desde ese punto de vista creo que puedo hacer una contribución. «Así lo ha entendido los accionistas, el consejo, y estoy a su disposición. En cuanto el consejo y los accionistas entiendan que ya no soy de utilidad me voy a mi casa y tan contento”, ha concluido Gorigolzarri.