El Gobierno retrasa el proyecto de la jornada laboral de 4 días en España a después del verano
Yolanda Díaz anuncia un nuevo algoritmo de Inspección de Trabajo para fiscalizar los alrededor de 8 millones de horas extra no remuneradas al mes, mientras Industria trabaja en el proyecto piloto de la jornada laboral de 4 días
El debate sobre la semana laboral de 32 horas está de nuevo de actualidad pero el proyecto piloto del Gobierno se retrasa. El Ministerio de Industria, Comercio y Turismo trabaja ya en la orden de bases para el proyecto piloto de la jornada laboral de cuatro días, sin reducción de salarios, impulsada por Más País en los Presupuestos de 2022, si bien la previsión de lanzamiento de la convocatoria de ayudas en junio se retrasa hasta después del verano.
Así lo confirman a Economía Digital en fuentes gubernamentales y de Más País, que estiman poder publicar la convocatoria de las ayudas para este proyecto piloto al término del verano debido al retraso con motivo del estallido de la guerra en Ucrania por la invasión de Rusia que ha llevado al Ejecutivo a dar prioridad al conflicto y centrarse en dar una respuesta al a crisis energética y de materias primas.
Más País, la formación liderada por Íñigo Errejón, remitió a Industria el pasado mes de octubre un borrador de la orden de convocatoria de bases para las ayudas del programa piloto, que ha permanecido paralizada con motivo de la gestión de los fondos europeos hasta ahora, pero el Ministerio de Industria trabaja ya en elaborar la orden de bases pese al ertraso de los últimos meses, ya que la primera convocatoria estaba prevista que se lanzase en las próximas semanas.
El debate sobre la jornada de cuatro días a la semana se reabrió en febrero con motivo de la aprobación en Bélgica de la reforma del mercado laboral que incluye la posibilidad de concentrar la semana laboral en cuatro días o flexibilizar los horarios, así como hacer más horas una semana para despejar la siguiente, y de nuevo ahora ha vuelto a la picota mediática con motivo de la celebración de la Cumbre Internacional de la Semana de Cuatro Días en Valencia.
Previsión inicial de 160 empresas y más de 3.000 trabajadores: ayudas entre 2.000 y 3.000 euros
Los cálculos iniciales realizados por la formación de Íñigo Errejón en el borrador trasladado a Industria por el responsable político del partido en el Congreso, Héctor Tejero, apuntan a que el proyecto piloto de 10 millones recogidos en los Presupuestos podría beneficiar a 160 empresas y más de 3.000 trabajadores.
La medida pactada por el Gobierno con Más País, que busca reducir el número de días laborales sin que se contemple recorte salarial alguno para los trabajadores y sigue la estela del proyecto piloto en fase de desarrollo en la Comunidad Valenciana, viene reflejada en una partida de 10 millones de euros en los PGE de 2022 para subvencionar a las compañías que reduzcan al menos un 10% el tiempo de trabajo de sus empleados.
Fuentes gubernamentales y de Más País no descartan que la dotación inicial de 10 millones de euros pueda ampliarse en el primer año de implementación (2022) si hay una elevada demanda de ayudas, recurriendo a otras partidas con remanentes que no se hayan utilizado, según trasladó Industria. Para los siguientes ejercicios Industria ha dado su compromiso de una partida plurianual de 50 millones de euros, por lo que en 2023 la dotación del proyecto podría subir a 15 o 20 millones de euros y repetirse los ejercicios siguientes, ampliando así su alcance.
Con un límite de empresas de un tamaño de entre 5 y 250 trabajadores, la propuesta contempla una ayuda para las empresas de entre 2.000 y 3.000 euros al año por trabajador afectado por la media si se mantiene la reducción entre dos y tres años, siendo la menor cuantía para las empresas de mayor tamaño y el mayor volumen para las pymes. Para obtener estas subvenciones, las empresas deberán realizar un proyecto de rendición de jornada laboral que explicite cómo se va a conseguir y en el que introduzcan los gastos a financiar con las ayudas.
El borrador de costes laborales podría contemplar, entre otros, sus previsiones de contratar a un trabajador para cubrir la jornada suprimida, el coste en formación, una posible consultoría para acometer una reorganización productiva o de innovación, así como posibles ayudas para maquinaria. Además, las empresas deben comprometerse a mantener la reducción de jornada establecida un mínimo de dos o tres años.
CEOE ve la jornada de 4 días un debate «electoral» y los sindicatos le critican
La idea de la jornada laboral de 4 días no concita el apoyo empresarial y tampoco pleno en el seno del Gobierno (Yolanda Díaz o ve un planteamiento «rígido» y opta por fórmulas flexibles para reducir el tiempo de trabajo). El presidente de CEOE, Antonio Garamendi, considera que la implantación de dicha jornada se encuadra en los debates «para ganar elecciones» y defiende en que en estos momentos «son necesarios cinco días».
Sus palabras ha sido criticadas por los sindicatos. Los secretarios generales de UGT y CCOO, Pepe Álvarez y Unai Sordo, reclaman a las organizaciones empresariales una visión «un poco más moderna y un poquito más mirando al siglo XXI y no tanto para atrás», abogando por implantar la medida de forma definitiva en todo el país, más allá de la experiencia del proyecto en la Comunidad Valenciana, que busca ser pionera con una experiencia piloto de jornada laboral de 4 días durante un mes.
Algunos de los expertos consultados por Economía Digital consideran que España no reúne las características idóneas para contemplar la implantación de una semana laboral de 32 horas. “España tiene todas las características estructurales para ser el país menos apropiado para hacer esto”, afirmó tajante la economista senior de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), María Jesús Fernández, al considerar que solo tendría sentido en su opinión en determinados sectores “muy dinámicos”, con crecimiento muy rápido ligados a las nuevas tecnologías, tanto en la industria como en los servicios, algo que en España no tiene mucho peso.
Su implantación de forma generalizada es “impracticable” a su parecer, ya que presenta una productividad por debajo de la media de los países de la Eurozona y podría verse agravado este problema, además de por el elevado peso de las pequeñas empresas, que presentan el 98% del tejido productivo. El presidente de la Comisión Financiera del Consejo General de Economistas (CGE), Antonio Pedraza, también afirmó a Economía Digital que “no es el momento más oportuno”, a pesar de que cree que es algo “absolutamente inexcusable” a medio plazo.
Con todo, la semana laboral de 4 días ya se está aplicando en varias empresas desde hace meses en España, aunque en algunas no ha tenido el resultado esperado, como en el caso de Telefónica, un total de 156 trabajadores se apuntaron al proyecto piloto para acogerse a una jornada laboral de solo 4 días a la semana.
Telefónica fue la primera gran empresa española en dar el paso al frente hacia la implantación de la semana laboral de 4 días, si bien a principios de este mes la firma de moda Desigual aprobó la jornada laboral de cuatro días, con un 86% de apoyo por parte de los trabajadores. Los empleados tendrán una jornada de lunes a jueves, incluyendo tres días presenciales y uno de teletrabajo. Un total de 502 empleados pasarán de una jornada de 39,5 horas a la semana a otra de 34,5 horas, aparejado a una reducción salarial del 6,5%, compartida entre empresa y trabajador.
Díaz prioriza los horarios flexibles y fiscalizará las horas extra no remuneradas
Precisamente este viernes se celebró la Cumbre Internacional de la Semana de Cuatro Días en Valencia y allí la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, abogó por fórmulas de flexibilidad en lugar de por la reducción del tiempo de trabajo en 32 horas semanales, al verlo como una formulación «rígida».
Díaz arengó la necesidad de compatibilizar el tiempo del trabajo y la vida y dio prioridad en su discurso a mirar a la flexibilidad de los modelos nórdicos, por lo que en vez de la rigidez de una jornada de 4 días aboga por reducir las horas de trabajo y realizar un planteamiento con permisos y excedencias formativas, así como permisos para personas dependientes.
Fuentes del Ministerio de Trabajo confirman a Economía Digital la intención de aprobar este año la anunciada Ley de Usos del tiempo en la que se recogen muchos estos aspectos para la reducción del tiempo del trabajo, bolsas de horas para que los trabajadores puedan negociar y acordar sus tiempos de actividad laboral y de vida personal en aras de mejorar la productividad, junto a excedencias para formación.
«En España la jornada de 40 horas semanales lleva muchísimo tiempo», sostuvo Díaz, quien defiende que «trabajar menos horas es trabajar menos» e insiste en remarcar el aspecto de las horas extraordinarias, ya que según la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre cada semana se realzaron más de 6,6 millones de horas extras, lo que supone casi 27 millones al mes, de las que un 44% del total no fueron retribuidas. Esto supone un total de 2,9 millones de horas realizadas sin recibir compensación alguna cada semana (unos 8 millones al mes), una «realidad inaceptable», a pesar de que s trata de la cifra más baja desde 20111.
Para combatir, Díaz anunció que en breves días se va a crear un algoritmo en la Inspección de Trabajo para fiscalizar este volumen de horas extraordinarias sin remunerar y perseguir su retribución mediante una «manera sencilla» con un click. La idea de esta reconfiguración de los tiempos en el trabajo es que atañe también al tiempo del no trabajo, en forma de descanso semanal, permisos, suspensos o excedencias.
En ello va incardinado el Plan ‘Me Cuida’ en transposición para asegurar el pleno derecho de las personas que cuidan a hacerlo sin tener que optar a su trabajo o a los cuidados, por lo que se instaurarán políticas de corresponsabilidad, avanzando más allá de la mera conciliación.