El Gobierno reorientará los fondos europeos ante el nuevo escenario de guerra: «Vienen tiempos difíciles»

La vicepresidenta Nadia Calviño admite ya una "ralentización" de la recuperación y avanza el despliegue de energías verdes e independencia energética con 1.000 millones de fondos europeos y la orientación de los futuros créditos al ámbito energético

La vicepresidenta primera, Nadia Calviño, comparece en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. // Pool Moncloa

La vicepresidenta primera, Nadia Calviño. // Pool Moncloa

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La guerra en Ucrania «cambia totalmente el escenario económico» al conducir una inflación más persistente y ello traerá una «ralentización» de la recuperación y nuevos «tiempos difíciles», por lo que el Gobierno va a acelerar la ejecución de los fondos europeos reforzando con 1.000 millones el despliegue de energías renovables e independencia energética y orientará los futuros créditos a estas prioridades.

«Toda la recuperación económica se puede ver ralentizada como consecuencia de la guerra», ha admitido ya este lunes la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, en TVE, en donde ha dicho que se revisarán las previsiones en abril con motivo de la elaboración del Plan Presupuestario y que hay que estar preparados para una inflación más persistente de lo previsto por el impacto de la guerra sobre todo en materia energética que augura ya que «vienen tiempos difíciles».

Aunque por ahora no se pone en duda aún que continúe una «fuerte recuperación económica y un muy buen ritmo de creación de empleo», sí se da por descontado un impacto y una ralentización de la recuperación que obligan a adoptar medidas rápidas. Precisamente este lunes el Gobierno se reúne con los agentes sociales para tratar de consensuar medidas que permitan evitar una «espiral inflacionista» con el fin de mantener la capacidad adquisitivo con una subida moderada de sueldos y de las rentas empresariales (dividendos), pero al mismo tiempo evitar ese posible impacto negativo más persistente y estructural.

En un contexto de subida del precio del gas a 300 euros por megavatio hora y de nuevo récord del precio de la electricidad a los 442,54 euros por megavatio hora, Calviño ha apuntado que hay que que tomar medidas para atajar la inflación, sobre todo en el contexto europeo con el fin de topar el precio de la energía.

Topar el precio de la luz y desacoplar el del gas de la electricidad

Ante este escenario de inflación persistente pero «temporal», Calviño ha remarcado que hay que analizar las opciones para topar el precio de la energía y adoptar medidas para reducir la dependencia energética europea de Rusia y diversificar fuentes de suministros acelerando el despliegue de renovables. En este punto España tiene una «posición de ventaja» al contar con un tercio de la capacidad de regasificación, un importante peso de renovables y no depender de Rusia.

«Queremos cambiar la normativa europea para que nos permita topar los precios y que no dependa ese precio del megavatio de lo que haga Putin», ha remarcado Calviño. La UE ya se ha abierto a estas opciones y, de hecho, en el orden del día del Consejo Europeo que se celebrará el jueves en Versalles (Francia) figura la posibilidad de reformar al legislación para desacoplar el precio del gas del de la electricidad.

España fue el primer país en dar la voz de alarma sobre la conexión tan automática del precio de la electricidad y del gas, y fue trasladado de nuevo el pasado sábado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, para tratar de parar esa espiral.

Aunque todavía hay países «reticentes» a esa medida de desenganche al tener otras prioridades, Calviño confía en que en las próximas semanas haya un creciente número de líderes que se se sumen a la iniciativa.

Junto a la batería de medidas anunciadas la semana pasada por Sánchez en el Congreso, como la rebaja de impuestos, la exención del 80% de los cargos para la industria electrointensiva y a la aceleración del despliegue de renovables, también se tratará de reforzar las interconexiones de gas con Francia. En este punto, el proyecto del Mitcap, ha recordado Calviño, se abandonó porque era «muy caro y no respondía a las necesidades del futuro», pero hay que proyectarlo no solo para el gas, sino también para el hidrógeno verde, analizando sus características y una financiación que «tiene que ser europea».

Fondos europeos

El impacto del conflicto bélico en Ucrania será sobre todo en los precios de la energía y, todo ello, en la actividad económica. «Es una lástima, la economía estaba logrando velocidad de crucero, una recuperación fuerte y perspectivas económicas muy positivas», ha lamentado Calviño, quien ha remarcado la conveniencia de que la recuperación se ralentice impulsando el Plan de Recuperación y las inversiones.

Afortunadamente, ha dicho, el Plan de Recuperación está ya «muy orientado» para las necesidades actuales derivadas de la guerra de Ucrania en materia energética, ya que el 40% se destina a transformación energética, incluyéndose el lanzamiento del Perte para almacenamiento energético, energías renovables e hidrógeno verde.

Según ha avanzado Calviño, ahora se va a reforzar con 1.000 millones para energías renovables e impulsar la autosuficiencia e independencia energética. El planteamiento ahora pasa por acelerar el programa de inversiones que está «muy bien identificado» y cuando se piense en la siguiente fase referida a los créditos «tiene que orientarse a las prioridades para el futuro», que pasan por la transición energética.

En lo referido al impacto comercial de la guerra, el Ministerio de Industria se está reuniendo permanentemente con las empresas directamente afectadas que han dejado de operar, si bien Calviño ha recordado que España es los países menos expuestos a la economía rusa y ucraniana y «no hay ningún problema de garantía de suministro y abastecimiento» en lo referido a los granos, aunque sí impactará en el precio y fertilizantes.

El envío de armas a Ucrania y el «talante» de Núñez Feijoó

En clave política, Calviño ha defendido la «unidad» del Gobierno en torno al envío de armas a Ucrania y ha restado importancia a las críticas de las ministras Ione Belarra e Ione Montero. «No sé si son declaraciones más de partido pero como Gobierno estamos totalmente unido. Sánchez ha marcado una orientación y creo que es lo correcto sin ninguna duda» porque «las vías diplomáticas no se cierran» pero «el lado correcto de la historia es estar ahora con la población ucraniana que ha sido agredida de forma injustificada».

La vicepresidenta primera también se ha referido al previsible futuro presidente del PP, Alberto Núñez Feijoó, con el que ha dicho mantener una «muy buen a relación personal» desde hace tiempo y del que ha resaltado un talante que parece más constructivo», pero espera que se considere en su liderazgo en el PP renovando el CPGJ y rechazando los gobiernos con Vox tras lo que considera una «deriva ultraderechista del PP últimamente muy peligrosa desde el punto de vista político».

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