El Gobierno prevé lanzar el proyecto de la jornada laboral de cuatro días en España antes del verano
El Ministerio de Industria trabaja en la orden de bases para el proyecto piloto de la jornada laboral de cuatro días impulsada por Más País en los Presupuestos, con la previsión de lanzar la convocatoria de ayudas en el primer semestre
La semana laboral de 32 horas cada vez está más próxima de ser una realidad en España, más allá de las primeras experiencias registradas ya en algunas empresas. El Ministerio de Industria, Comercio y Turismo trabaja ya en la orden de bases para el proyecto piloto de la jornada laboral de cuatro días, sin reducción de salarios, impulsada por Más País en los Presupuestos, con la previsión de lanzar la convocatoria de ayudas en el primer semestre del año.
Así lo confirman a Economía Digital en fuentes del Ministerio que dirige Reyes Maroto, que estima poder publicar en el primer semestre la convocatoria de las ayudas para este proyecto piloto destinado a la implantación de la jornada laboral de cuatro horas, que fue impulsado por Más País y recogido en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2022, con una dotación inicial de 10 millones de euros.
Más País, la formación liderada por Íñigo Errejón, remitió a Industria el pasado mes de octubre un borrador de la orden de convocatoria de bases para las ayudas del programa piloto, que ha permanecido paralizada con motivo de la gestión de los fondos europeos hasta ahora, pero el Ministerio de Industria trabaja ya en elaborar la orden de bases, que podría remitir a Más País en marzo con la previsión de poder publicar la convocatoria en el segundo trimestre del año.
El debate sobre la jornada de cuatro días a la semana se ha reabierto estos días con motivo de la aprobación en Bélgica de la reforma del mercado laboral que incluye la posibilidad de concentrar la semana laboral en cuatro días o flexibilizar los horarios. También podrán hacer más horas una semana para despejar la siguiente.
Previsión inicial: 160 empresas y más de 3.000 trabajadores
Los cálculos iniciales realizados por la formación de Íñigo Errejón en el borrador trasladado a Industria por el responsable político del partido en el Congreso, Héctor Tejero, apuntan a que el proyecto piloto de 10 millones recogidos en los Presupuestos podría beneficiar a 160 empresas y más de 3.000 trabajadores.
La medida pactada por el Gobierno con Más País, que busca reducir el número de días laborales sin que se contemple recorte salarial alguno para los trabajadores y sigue la estela del proyecto piloto en fase de desarrollo en la Comunidad Valenciana, viene reflejada en una partida de 10 millones de euros en los PGE de 2022.
Fuentes gubernamentales y de Más País no descartan que la dotación inicial de 10 millones de euros pueda ampliarse en el primer año de implementación (2022) si hay una elevada demanda de ayudas, recurriendo a otras partidas con remanentes que no se hayan utilizado, según trasladó Industria. Para los siguientes ejercicios Industria ha dado su compromiso de una partida plurianual de 50 millones de euros, por lo que en 2023 la dotación del proyecto podría subir a 15 o 20 millones de euros y repetirse los ejercicios siguientes, ampliando así su alcance.
Ayudas de entre 2.000 y 3.000 euros en función del tamaño de las empresa
A la espera de la orden de convocatoria que elabore Industria con Más País, el borrador que maneja Más País, al que ha tenido acceso Economía Digital, está enfocado más hacia el lado de la innovación frente al enfoque más laboral del proyecto de la Generalitat Valenciana, realizado desde el servicio público de empleo valenciano, estima un alcance del proyecto de 160 empresas y 3.000 trabajadores el próximo ejercicio.
Con un límite de empresas de un tamaño de entre 5 y 250 trabajadores, la propuesta contempla una ayuda para las empresas de entre 2.000 y 3.000 euros al año por trabajador afectado por la media, siendo la menor cuantía para las empresas de mayor tamaño y el mayor volumen para las pymes. Para obtener estas subvenciones, las empresas deberán realizar un proyecto de rendición de jornada laboral que explicite cómo se va a conseguir y en el que introduzcan los gastos a financiar con las ayudas.
El borrador de costes laborales podría contemplar, entre otros, sus previsiones de contratar a un trabajador para cubrir la jornada suprimida, el coste en formación, una posible consultoría para acometer una reorganización productiva o de innovación, así como posibles ayudas para maquinaria. Además, las empresas deben comprometerse a mantener la reducción de jornada establecida un mínimo de dos o tres años.
La postura de los sindicatos y los expertos sobre la medida
Los secretarios generales de CCOO y de UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, respectivamente, rechazan de pleno la posibilidad de que se debata concentrar la semana laboral en cuatro días, como se ha aprobado en Bélgica y sucede en España en algunos casos, y en su lugar piden reducir la jornada a 32 horas semanales.
Algunos de los expertos consultados por Economía Digital consideran que España no reúne las características idóneas para contemplar la implantación de una semana laboral de 32 horas. “España tiene todas las características estructurales para ser el país menos apropiado para hacer esto”, afirmó tajante la economista senior de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), María Jesús Fernández, al considerar que solo tendría sentido en su opinión en determinados sectores “muy dinámicos”, con crecimiento muy rápido ligados a las nuevas tecnologías, tanto en la industria como en los servicios, algo que en España no tiene mucho peso.
Su implantación de forma generalizada es “impracticable” a su parecer, ya que presenta una productividad por debajo de la media de los países de la Eurozona y podría verse agravado este problema, además de por el elevado peso de las pequeñas empresas, que presentan el 98% del tejido productivo. El presidente de la Comisión Financiera del Consejo General de Economistas (CGE), Antonio Pedraza, también afirmó a Economía Digital que “no es el momento más oportuno”, a pesar de que cree que es algo “absolutamente inexcusable” a medio plazo.
Con todo, la semana laboral de 4 días ya se está aplicando en varias empresas desde hace meses en España, aunque en algunas no ha tenido el resultado esperado, como en el caso de Telefónica, un total de 156 trabajadores se apuntaron al proyecto piloto para acogerse a una jornada laboral de solo 4 días a la semana.
Telefónica fue la primera gran empresa española en dar el paso al frente hacia la implantación de la semana laboral de 4 días, si bien a principios de este mes la firma de moda Desigual aprobó la jornada laboral de cuatro días, con un 86% de apoyo por parte de los trabajadores. Los empleados tendrán una jornada de lunes a jueves, incluyendo tres días presenciales y uno de teletrabajo. Un total de 502 empleados pasarán de una jornada de 39,5 horas a la semana a otra de 34,5 horas, aparejado a una reducción salarial del 6,5%, compartida entre empresa y trabajador.
Ley de usos del tiempo: flexibilidad en la jornada
Más allá del proyecto piloto para la implantación de 32 horas, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, anunció a finales del pasado mes de septiembre la reforma de la ley de usos del tiempo en el trabajo el próximo año para dar a los trabajadores tiempo para los cuidados, así como para la formación, de forma que se introduzcan fórmulas flexibles para la jornada en las empresas y también para los trabajadores, en línea con los modelos nórdicos.
Sobre la semana de 4 días laborales, Díaz dejó claro entonces que todo se abordará en el seno del diálogo social, donde se tendrán que hacer “muchos equilibrios”, pero avanzó que el Ministerio de Trabajo no aboga por una “formulación rígida de la jornada laboral”, ya que “el mundo no funciona con planteamientos rígidos y la característica del mundo empresarial del siglo XXI está sustanciada en la flexibilidad”.
La idea de Trabajo es regular para lograr una jornada laboral análoga a la de los modelos nórdicos, con flexibilidad, frente a otros ms rígidos, de forma que los trabajadores participen en el diseño de su jornada, con el fin de aumentar su productividad, y que tengan tiempo para la formación y los cuidados, con excedencias para ese fin como “núcleo central de las empresas”.