«El Gobierno ha excluido al comercio del plan de choque»
El nuevo presidente de la Confederación Española de Comercio (CEC), Rafael Torres, teme un Semana Santa "floja" para el sector y que se alargue su recuperación si el Gobierno no adopta medidas "reales"
Rafael Torres, designado el pasado 28 de febrero como nuevo presidente de la Confederación Española de Comercio (CEC) con el respaldo de casi el 80% de las organizaciones miembro para un mandato de cuatro años, ha iniciado su mandato coincidiendo con el estallido de la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Con un sector aún por recuperar sus niveles de ingresos prepandemia y afectado por el impacto del conflicto bélico, Torres, que cuenta con 30 años de trayectoria en el seno de la CEC, y el renovado comité ejecutivo de la confederación inician una nueva andadora dispuesto a dar la batalla para responder a las necesidades que demanda uno de los sectores más afectados por la Covid
Pregunta.- ¿Cómo afronta la confederación la nueva etapa tras la renovación de la dirección?
Respuesta.- Con la determinación y el compromiso de trabajar de forma implicada para responder a las necesidades que demanda el sector y que toman todavía más relevancia en la situación económica en la que nos encontramos. Es prioritario para nosotros además que el comercio sea reconocido y tratado como un sector estratégico de la economía, acorde a la importancia que tienen las pymes, micropymes y autónomos de comercio que representan el 10,7% del PIB y el 4,9% del Valor Añadido Bruto de nuestro país.
P.- Tras cerrar el periodo de rebajas con una caída de ventas del 5%, ¿cómo prevén la Semana Santa dada la actual coyuntura de inflación?
R.- Está claro que el consumo está muy ralentizado. Teniendo en cuenta las previsiones que se están haciendo desde el sector del turismo, consideramos que aquellas zonas con más movilidad de turismo nacional o extranjero sí podrán verse revitalizadas en estos días, pero el gasto se centrará sobre todo en la hostelería, ocio y el comercio de alimentación. Por el contrario, el consumo en la mayoría del comercio tradicional se ve muy paralizado en Semana Santa porque hay varios días festivos en los que los comercios permanecen cerrados, por tanto históricamente para el comercio esta semana siempre ha sido floja, y este año el contexto de incertidumbre, sobre todo de cara al consumidor, y el aplazamiento de la decisión de compra no van a ayudar. Prevemos que el gasto se concentre el subsector de la alimentación mientras que en aquellos comercios dedicados al equipamiento personal (ropa, calzado, complementos…) estará más parado, siguiendo la tónica de años anteriores.
El gasto se concentrará en Semana Santa en alimentación, mientras que los comercios dedicados al equipamiento personal estarán más parados
P.- ¿Cómo valoran el plan de choque contra el impacto de la guerra aprobado por el Gobierno? ¿hay medidas útiles para el comercio?, ¿qué piden ustedes en la situación actual?
R.- El comercio está excluido de este plan de choque pese al evidente impacto que tiene, ya que, pese a ser el último eslabón de la cadena producción por su contacto con el cliente final, sufrimos todas las consecuencias de lo que ocurre en ella, como es la guerra de Ucrania, que está afectando al volumen de materias primas y al incremento de los precios.
Sin embargo, no hay planeado un plan de choque para el Comercio ni desde el Ejecutivo se han puesto en contacto con nosotros. Que el comercio esté transferido a las CCAA no es excluyente para que desde la Gobierno Central se ponga en marcha un plan nacional para proteger al sector. Lejos de esto, nos encontramos que de las partidas que destinan al comercio, el 90% van para el comercio exterior y sólo un 1% para el comercio interior, cuando representamos más PIB. Además, los presupuestos que destinan las autonomías al sector son claramente insuficientes.
El Gobierno debe abordar esta crisis de forma conjunta con todo el sector, grandes, medianos y pequeños y configurar un Plan de Choque Estratégico con medidas a corto plazo y también a largo plazo.
P.- Ante el alza del precio de la luz, los carburantes… ¿de qué manera está afectando este incremento de los costes a los comercios?
R.- El incremento de costes es un problema que el comercio arrastra desde hace meses. La salida del confinamiento produjo un desajuste en la oferta y la demanda, provocando cuellos de botella en las fábricas, a lo que se unió también un importante incremento en el precio los contenedores. Todo ello ya estaba produciendo una inflación importante antes de que estallase el conflicto de Ucrania y ahora el estallido de la Guerra lo que ha hecho ha sido acelerar y multiplicar el efecto de la inflación, actualmente tenemos un índice del IPC del 9,8, la tasa más alta desde mayo de 1985 y se prevé que siga creciendo.
Y esto no sólo está afectando a los comercios, sino también a los hogares. Tenemos por tanto una escenario en el que confluyen una caída del consumo y un estrechamiento de los márgenes de los negocios por la subida de los costes, es una situación crítica.
P.- Se ha aprobado una nueva línea ICO y mayor aplazamientos, ¿es suficiente?, ¿qué previsiones manejan de posibles cierres de comercio este año?
Lamentablemente, el comercio es uno de los sectores que ha sido excluido de la nueva ampliación de los plazos de carencia de los ICO, una decisión que para nosotros es incompresible cuando el impacto que directa e indirectamente la Guerra de Ucrania está teniendo en el sector y en segundo lugar porque la ministra Reyes Maroto nos lo prometió personalmente hace tan solo unas semanas. Hemos visto que no era cierto y que nos han dejado fuera, deben considerar que no estamos afectados…
Es innegable que el comercio también está siendo víctima del contexto internacional y por tanto debería verse beneficiado de las ayudas: a la reducción de nuestros márgenes debido al elevado coste de todas las materias primas, hay que sumar que cada vez estamos haciendo frente a más subidas como la de la luz y la de los carburantes, tasas, salarios, etc… Además, venimos desde hace dos años atendiendo a cierres por la gravísima falta de demanda. Por todo ello, estamos preocupados y perplejos por la exclusión, una decisión que está poniendo en juego la sostenibilidad de miles de comercios.
Se está poniendo en juego la sostenibilidad de miles de comercios
P.- ¿El comercio español remontará este año ¿cuándo podrá recuperar sus niveles prepandemia?
R.- El diciembre de 2021 cerramos el año con en un 90% de recuperación respecto a los niveles prepandemia y preveíamos seguir avanzando en la reactivación a lo largo de este año. Sin embargo, la situación actual es muy complicada. El comercio es un sector que depende completamente del funcionamiento de la industria y la demanda. El consumo fluctúa en función del estado emocional de las personas y, ahora mismo, la gente está preocupada por toda la situación económica y humanitaria y esa falta de certidumbre, hace que la intención de compra se retraiga y, por tanto, los comercios no puedan recuperarse. Hasta que no termine la guerra no podremos empezar a pensar en plazos reales que hablen de una recuperación, y serán largos si el Gobierno no toma medidas reales para ayudar a paliar las severas consecuencias en el Comercio.