El Gobierno esconde la subida del precio de la luz para 2023 entre la euforia del tope del gas

La ministra Teresa Ribera ha aportado datos hasta final de año, pero no ha explicado qué sucedera el próximo ejercicio, donde no hay buenas previsiones de costes

Teresa Ribera

La vicepresidenta Teresa Ribera // EFE/David Arquimbau Sintes

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La isla de Mahón (Menorca) ha sido el escenario donde la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha hecho el primer balance oficial del Real Decreto-Ley sobre medidas de ahorro energético que entró en vigor en agosto. También ha aprovechado para destacar el buen rendimiento que ha tenido la ‘excepción ibérica’. Y para colofón, la también vicepresidenta ha anunciado el buen comportamiento del mercado eléctrico a futuro. Aunque no lo ha contado todo

Con la brisa del Mediterráneo, y la carrerilla de datos favorables tanto en la reducción de la demanda energética, como la buena marcha del mecanismo ibérico, la ministra Ribera ha explicado que el mercado de futuros eléctricos para el último trimestre del año tendrá un promedio de 158 €/MWh

Este mercado, que en España lo controla el Mercado oficial de futuros y opciones financieras (MEFF), efectivamente otorga ese rango de precios para el coste de la electricidad mayorista en la última parte del año, pero la vicepresidenta ha olvidado algunos matices en su comparecencia balear. 

En primer lugar, hay que añadir la compensación del gas a esa cifra de 158 euros. Cabe recordar que dicho tope del gas precisa un coste adicional, puesto que las empresas que ofertan esta tecnología para generar electricidad lo hacen al precio de coste, y, por lo tanto, hay que compensar el precio de la materia prima con respecto al dicho tope. Por lo tanto, ese precio de referencia depende del propio mercado del gas y hasta dónde asciende la compensación. 

Pero no es el único detalle que se le ha olvidado dar a Teresa Ribera. La ministra para la Transición Ecológica ha hablado del mercado de futuros, pero solo hasta final de año. Se podría decir que es el dato menos importante, puesto que las empresas y ‘traders’ de este negocio esa energía ya la tendrán vendida o comprometida. La cifra más significativa sería la de 2023, y en ese punto la cuestión se pone sería. 

Según el MEFF, los datos son poco esperanzadores. Para el Q1 de 2023 el precio sube a 184 €/MWh, una tendencia que no afloja durante todo el año. El Q2 de 2023 prevé precios mayoristas en España de 230 €/MWh, mientras que hasta final de año se disparan a 275€ y 280€ en los últimos trimestres. Todo ello sin contar con la compensación del gas. 

Un problema real de precios 

Que la ministra se haya apuntado un marco temporal tan cercano y favorable tiene cierto sentido. Al más puro estilo ‘Cholo’ Simeone, el Gobierno ha centrado su estrategia mes a mes, resolviendo los problemas más inminentes, y trasladando a la opinión pública la información más digerible. Pero la realidad que se avecina no parece cómoda. 

¿Y por qué se viene un invierno y posterior primavera de descontrol? En primer lugar, diversos protagonistas han confirmado el peor de los escenarios. La propia ministra explicaba hace unas semanas que España debe prepararse «para un posible escenario de escasez de gas en la UE durante los próximos meses» aunque actualmente el país «no afronta problemas de seguridad de suministro».  

Es decir, nuestro país no sufrirá el impacto directo de abastecimiento como pueden tener en Alemania o los estados centroeuropeos, pero no se puede escapar al alza de precios. Algo que ha recordado el CEO de Enagás, Arturo Gonzalo, durante la presentación del Plan Estratégico de la compañía. El directivo del gestor del gas recordaba, igualmente, que problemas de suministro no habrá, pero que las empresas se encuentran expuestas a los contratos a corto plazo y, por lo tanto, tendrán que trasladar las subidas.    

Llegarán meses duros  

El miedo en el seno del Gobierno -aunque no lo trasladen- lo marcan diversos factores, y todos derivados de las tensiones que se generan por los cortes de gas ruso. El primero de ellos tiene que ver con los mercados de futuros, como se ha comentado anteriormente.   

Ante esta visión coinciden expertos del sector. El socio director de Advanced Energy Consulting, Jordi Martínez, asegura que los actores del mercado están muy nerviosos. «Estamos viendo empresas con mucha exposición viendo que el mecanismo de ajuste del cap del gas no está frenando las pérdidas en su P&L, y además el futuro cercano no arroja precios halagüeños. La esperanza de la laminación a través de acuerdos a medio y/o largo plazo se desvanece, ya que el mercado está muy corto de energía y las empresas comercializadoras están viendo mucho riesgo en estos productos».    

Además, según explica Jordi Martínez, esto de trata de un problema de mercado, y es que «las comercializadoras están haciendo frente a garantías muy elevadas en todos los mercados para poder operar, falta de liquidez y proyectos para diversificar y poder ser más competitivas en su aprovisionamiento. Sin unos mercados o instrumentos líquidos las comercializadoras independientes van a la quiebra, solo vivirán las incumbentes o aquellas que cuenten con fondos importantes detrás o una cartera de generación que les haga ser competitivos».

Raúl Masa

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