El Gobierno elimina los 200M de ayuda al coche eléctrico sin un ‘plan de energía’ real
La cifra de 5 millones de vehículos eléctricos para 2030 empieza a ser irreal, y eso incide en las ayudas que se necesitan
El futuro del vehículo eléctrico en España es prometedor. De hecho, tarde o temprano deberá ser la única alternativa. Sin embargo, la velocidad de implantación tiene dos marchas. Por un lado, la que ha descrito el Gobierno en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC); y por otro, la realidad social y económica que dibujan los principales actores del sector. La gran discrepancia llega por el parque de coches eléctricos que se espera para 2030 y las ayudas que necesitarán los consumidores.
En concreto, el actual PNIEC contempla que haya 5 millones de vehículos puramente eléctricos en 2030. Asimismo, las ayudas directas a la compra están previstas que se retiren en 2025 debido a la paridad de precios que se darán entre los vehículos electrificados y los de motor de combustión. Y esta situación, según ha podido conocer ECONOMÍA DIGITAL en fuentes del sector, es probable que se mantenga.
Es decir, en estos momentos se trabaja desde el Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) en la revisión del PNIEC que se debe remitir a la Comisión Europea en el mes de junio. Aunque estos dos aspectos, en principio, serán inalterables. Sin embargo, algunos de los principales agentes del sector asumen que se deberían rebajar las expectativas. Por motivos que afectan al propio desarrollo de la industria, pero, no menos importante, porque mantener esos niveles impactaría en la demanda eléctrica que plantea el propio ‘plan de energía’.
Desde la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) explican a ECONOMÍA DIGITAL que han solicitado mantener un encuentro con el Miteco para explicarles sus planteamientos. Básicamente, el principal punto de desencuentro tiene que ver con esa cifra de 5 millones. En la patronal estiman que eso no es un objetivo real. Cabe recordar que 2022 cerró con un parque de poco más de 100.000 vehículos puramente eléctricos. Tipología que se menciona en el PNIEC.
De esta forma, para llegar a la cifra que tiene en mente el Gobierno, y que planea plasmar en el ‘plan de energía’, se necesitarían matricular del orden de 600.000 coches eléctricos al año hasta 2030. Una situación que se antoja muy compleja, explican desde Anfac.
El fin de las ayudas
El otro punto de fricción tiene que ver con las ayudas. El actual PNIEC asume que «el apoyo económico público estimado para el desarrollo de esta medida en el periodo 2021-2025, suponiendo una línea de ayudas de 200 M€/año en el periodo 2021-2025 (con fondos de los Presupuestos Generales del Estado y de las CCAA), asciende a 1.000 M€. En el periodo 2025-2030 se estima que se habrá alcanzado la paridad de precio y no será necesario apoyo público».
La clave de esta situación está en la «paridad de precios» que estima el Gobierno. Algo que, según las fuentes consultadas, será imposible que se logre de aquí a 2025 y los años siguientes. Puede que haya modelos y tipologías de coches eléctricos que se asemejen en precio a los actuales vehículos de combustión. Pero, en ningún caso, habrá una paridad como para que haya un mayor incentivo en la compra de coches eléctricos. Por lo tanto, parece contradictoria la eliminación de eso 200 M€ de ayuda.
Asimismo, recuerdan desde Anfac, los actuales problemas de materias primas no ayudan, precisamente, a que pueda darse una escalada de precios a la baja en los próximos meses. Incluso, puede a llegar a ocurrir lo contrario si la cadena de suministros vuelve a tensionarse.
La parte optimista
Por otro lado, hay algunos actores dentro del sector donde tienen otra visión. Es el caso de la Asociación de Usuarios de Vehículos Eléctricos (AUVE), donde entienden que «sí hay que mantener las expectativas. Si esto fuera creciendo a una tasa constante, efectivamente, parece imposible, pero en poco tiempo se va a producir un vuelco».
El razonamiento de la asociación es que «los usuarios van a empezar a ver que comprar un coche de combustión va a ser un error». En este sentido, asumen que las expectativas del Miteco se van a cumplir a 2030. «Una vez que se adopte, tendrá un ritmo de aceptación más alto. El despliegue va rápido. Y, por lo tanto, se puede decir que no hay problema».