El Gobierno confía en la división interna de los transportistas para evitar un nuevo caos
Un paro del transporte sería un nuevo golpe a la economía y los negocios que quizá España no puede permitirse en estos momentos
Suenan tambores de huelga y paro patronal en el sector del transporte para las próximas semanas si los precios de los combustibles siguen al alza. Esta es la consigna oficial de parte del sector. Y precisamente que sea solo de una parte es lo que mantiene al Gobierno con la esperanza de que no se produzca el caos de la pasada primavera donde las carreteras españolas colapsaron, y cientos de empresas pagaron las consecuencias.
Este domingo 26 de junio el Ministerio de Transporte contendrá la respiración. La Plataforma Nacional del Transporte, los grandes protagonistas del parón de primavera, consultarán con sus asociados la decisión de reactivar el paro que se suspendió el pasado 2 de abril.
Esta circunstancia, explican desde la plataforma, será valorada y votada para que en consecuencia los transportistas encaren el panorama agónico que padecen, según aseguran. Así, piden responsabilidad al Ejecutivo para que «actúe de manera urgente y evite el colapso que por necesidad se va a producir en el transporte. Recordamos al Ministerio que el problema de los transportistas efectivos los tiene que encarar con el sector de base que es el perjudicado y el que padece las circunstancias».
El motivo para incentivar estos paros viene dado por los altos precios de los combustibles y la permanencia de las medidas adoptadas en primavera. Así, pese a que el Gobierno ya ha adelantado que mantendrá los descuentos activos hasta finales de años, desde el sector del transporte estiman que no será suficiente.
No obstante, según fuentes del sector consultadas por Economía Digital, no todos los transportistas están en la misma honda que la Plataforma Nacional. De hecho, en los últimos días algunas organizaciones sectoriales han echado balones fuera. Y cuando se les pregunta directamente por la posibilidad de paros, no tienen una respuesta clara al respecto.
Y una de las más representativas, Fenadismer, ha explicado que ellos están pensando en decirle a cualquier empresa de transporte que tiene que saber cuáles son sus costes. Así, el presidente de la organización, Julio Villaescusa, explicaba en una entrevista que ninguna empresa tiene que «prestar ningún servicio si no es capaz de cubrir sus costes. Y eso conlleva un problema para todos, porque si no se modifica [la ley para] que haya una repercusión de costes [en toda la cadena de suministro] de una manera aceptable eso es no prestar servicio».
Pese a todo, Fenadismer se está planteando si llamar a sus transportistas a parar ante las nuevas posibles movilizaciones del transporte en julio. No se sumaría directamente al paro con el que amenaza la Plataforma Nacional en Defensa del Sector del Transporte -que ya convocó el de marzo- pero se mantiene ambiguo.
Lo que echa en falta el sector
A la espera de lo que pase, el sector del transporte tiene muy claro cuáles son las reclamaciones que presentará al Ministerio de Transporte en las próximas fechas, sobre todo si la presión de los costes va en aumento por el alza de los combustibles.
En primer lugar, los transportistas quieren que la prórroga de la bonificación en el precio de los carburantes sea del doble (pasaría así de 20 a 40 céntimos por litro) y dure hasta final de año.
Según su petición, dicho descuento se aplicará al gasóleo, gasolina, gas y adblue para todos los conductores, pero en el caso de los profesionales «se añadirá otra ayuda directa de otros 20 céntimos a través de un mecanismo equivalente al de la devolución del gasóleo profesional».
Asimismo, los transportistas han acordado también solicitar una ayuda directa durante un trimestre para las empresas de transporte de mercancías en función del tipo de vehículo. La cuantía que piden es de 1.250 euros por camión y 500 euros por furgoneta; tal y como se acordó en el mes de marzo.
Por último, solicitarán los transportistas es la corrección de la cláusula de actualización del precio del transporte en función del precio de los combustibles, incluida en las Condiciones Generales de Contratación. Su petición es que esta aumente de un 30% a un 40%y que incluya al gas.