El Gobierno cede al sector gasista y mejorará el Plan de Energía

El PNIEC tendrá muy en cuenta en su futura revisión la Hoja de Ruta del biogás y las inversiones en hidrógeno

Secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

Los gases renovables, sobre todo biogás, biometano e hidrógeno, deben ser una apuesta de futuro en el sector energético. Por mucho que corra la electrificación, desde el sector gasista calculan que casi el 50% de la energía necesaria para mover la sociedad no podrá electrificarse. Y eso obliga a pensar en otras alternativas, aunque el Gobierno de España ha llegado tarde a esa conclusión.

Así se desprende de las declaraciones de la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, durante la ‘Reunión Anual Sedigas 2022’, y los reproches que ha tenido que aguantar por parte de la industria en lo referido a la escasa relevancia que se le dio en su momento a los gases renovables en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC). Una situación que el Gobierno se propone enmendar de manera inmediata.

Y es que la secretaria de Estado ha reconocido en el congreso del sector gasista que en la próxima revisión del PNIEC -prevista para 2023- se ampliarán los objetivos con respecto al biogás, biometano e hidrógeno.

Cabe recordar que los planes nacionales de energía son mandatos europeos que sirven para que la Comisión Europea vigile cómo se cumplen los objetivos energéticos marcados bajo normativa europea. De ahí que, en estos momentos, haya que reactivar todo lo que hace referencia a los gases renovables, una vez que el RePowerUE los ha marcado en rojo dentro de su agenda.

Y es que hasta ahora el PNIEC hablaba, incluso, en términos condicionales. Por ejemplo, del hidrógeno decía que «en el largo plazo podría ser relevante», cuando se sabe desde hace años que su importancia será vital dentro de la generación del mix energético en un plazo cada vez más cercano de tiempo.

Asimismo, en las barreras de entrada que constaba el PNIEC para los gases renovables, en un documento cuya antigüedad es de dos años, se hablaba del elevado coste de producción. Sobre este aspecto, desde hace tiempo las empresas han señalado que ciertos gases renovables tienen un mismo tratamiento de costes de los que puede tener actualmente el gas natural.

Hoja de ruta y certificados de origen

Otra de las problemáticas que esgrimía el PNIEC tenía que ver con los certificados de origen, algo que el Gobierno no ha tenido atado hasta hace muy poco tiempo. Ha sido este mes de mayo cuando el Ejecutivo a instancias del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), ha aprobado un Real Decreto que crea el sistema de garantías de origen para los gases renovables, como el hidrógeno renovable, el biogás o el biometano, que permitirá a los comercializadores y consumidores diferenciarlos del gas de origen fósil.

La norma también incorpora al ordenamiento jurídico interno los criterios de sostenibilidad y de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero de la normativa comunitaria para la biomasa sólida y el biogás, los biocarburantes y los biolíquidos para transporte, usos eléctricos, calefacción y refrigeración, así como los objetivos de penetración de los biocarburantes a partir del año 2023, que deberán alcanzar el 12% del consumo en 2026.

De igual modo, unas semanas antes, el Consejo de Ministros aprobó la Hoja de Ruta del biogás. Todo ello, muchos meses después del envío del PNIEC a Bruselas y su puesta en marcha.

Sedigas, pide

Bajo este contexto, la patronal española del gas explica que en estos momentos hay una infraestructura gasista de más de 100.000 kilómetros de red de transporte y distribución ya preparados para la circulación de gases renovables, cinco instalaciones que producen actualmente biometano y lo inyectan en la red y más de 200 proyectos en cartera que podrían ver la luz en los próximos dos años, España puede y debe asumir el liderazgo europeo en la generación de gases de origen renovable.

«En España tenemos un gran potencial de gases renovables que son fundamentales para la seguridad de suministro y para el proceso de descarbonización de la economía. Este potencial está absolutamente alineado con los compromisos y los objetivos de reducción de la dependencia energética exterior y de descarbonización asumidos desde Bruselas», ha asegurado el presidente de Sedigas, Joan Batalla.

«En términos de biometano, la Unión Europea reconoce que somos el tercer país con mayor potencial. En cuanto al hidrógeno, somos la primera potencia para la producción y exportación de hidrógeno. En este sentido, el biometano es el presente, atendiendo a que es una tecnología madura y competitiva, y el hidrógeno, sin duda, es el vector energético del futuro», ha añadido.

En cuanto a la aceleración del hidrógeno y del biometano son dos de las grandes apuestas para conseguirlo, y el plan europeo marca objetivos tan ambiciosos como aumentar la producción e importación de hidrógeno renovable hasta los 20 millones de toneladas en 2030, o ampliar hasta los 35.000 metros cúbicos (35 bcm) la producción de biometano. Para ello, ha propuesto destinar 27.000 millones de euros al despliegue de infraestructuras de hidrógeno y otros 10.000 millones de euros para reforzar las infraestructuras gasistas por las que circularán los gases de origen renovable.

Raúl Masa

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp