El Gobierno mete en un caos comercial a las eléctricas por la falta de transparencia con el tope del gas
Las empresas están preocupadas porque no saben nada sobre la 'excepción ibérica'
El próximo viernes, salvo nuevo bandazo de última hora, se conocerán los detalles de la denominada ‘excepción ibérica’. Se trata de un plan ideado por España y Portugal para topar el precio del gas, y que ya tiene el visto bueno de Bruselas -a falta de ciertos detalles técnicos-, y que fijará el precio del gas que se usa en los ciclos combinado en 40 €/MWh. El problema es que el Gobierno ha tenido una falta absoluta de trasparencia y las empresas del sector se enfrentarán de sopetón con todas las medidas en el BOE del próximo sábado, e incluso después tampoco saben cuándo entrará en vigor.
Según ha podido conocer ECONOMÍA DIGITAL entre empresas del sector, en estos momentos hay un desconcierto total sobre cómo se aplicará dicha ‘excepción ibérica’. Una situación que afecta de manera directa a la relación con los clientes y, algo igual de importante, a las estrategias de captación de usuarios. Básicamente porque desconocen cómo será la fijación de precios de ese tope del gas.
Entre esas cuestiones que se desconocen y son básicas está la cobertura de precios y cómo habrá que pagarlas. Ahora los contratos de coberturas anteriores a abril no iban a tener que pagar el tope del gas, algo que serviría, según explican fuentes del sector a este medio, para no tener que romper precios con los clientes.
Así, a falta de 48 horas para conocer un plan que tuvo el visto bueno de Bruselas para desarrollarse hace más de 40 días, ni pequeñas ni grandes empresas tienen constancia alguna de cómo será su desarrollo legislativo. De hecho, algunas eléctricas del sector asumen que las medidas serán recogidas por el BOE este fin de semana, y que el lunes tendrán que haber hecho un trabajo contrarreloj para adecuar los precios y las condiciones a sus carteras de clientes, y fijar las estrategias de tarifas para no perder el ritmo comercial. Pero todo ello sin que tampoco se haya precisado cuándo entrará el plan en vigor.
En este sentido, explica una eléctrica a ECONOMÍA DIGITAL que será un gran reto preparar una nueva estrategia comercial de precios y tarifas en un tiempo récord, y todo por no haber tenido ningún ‘input’ del Gobierno en las últimas semanas. Y es que la ‘excepción ibérica’ se ha llevado a cabo con el mayor de los secretos.
Miedo a que pueda haber sorpresas
El gran problema que tienen las eléctricas que no saben qué ofrecer a los nuevos clientes desde hace varias semanas, y eso es demasiado en el mercado cada vez más concentrado. Algo, como se ha visto, que ha vuelto a beneficiar a las grandes empresas del sector.
Por si fuera poco, en las últimas horas han empezado a surgir dudas sobre si el Gobierno no aprovechará la coyuntura para soldar algún tipo de medida adicional en el real decreto que se usará para acoplar la ‘excepción ibérica’. No sería la primera vez que, junto con otras medidas, se añaden cuestiones que no tienen nada ver con el plan inicial. En este caso podría haber algo relacionado con el sistema marginalista, al menos en lo que no interfiere a la parte que regula la Unión Europea.
Aunque el gran problema vendrá en el trato con los clientes, algo que en estos momentos desconocen por completo. Si además hay que pagar el tope del gas, explican fuentes del sector, no se puede mantener a los clientes con los precios fijos; y en ese momento habrá que mandar una carta, renegociar los precios, etc.
Además, las eléctricas se enfrentarán a la situación de cómo explicar a sus clientes que hay un nuevo coste de que llama ‘tope del gas’, y que unos meses puede ser de una manera, y otras de otra. Y para el mercado libre, que tiene precios fijos, será muy difícil poder saber a un año vista qué coste imputarle a cada cliente en particular.