El Gobierno promete a Bruselas reducir el déficit subiendo impuestos
El Gobierno promete a Bruselas reducir el déficit público gracias al crecimiento, la primera reducción del gasto público desde 2016 y a una subida de impuestos con una reforma profunda en 2023 que incluirá tributos 'verdes', digitales y la armonización de los impuestos patrimoniales que rechaza Madrid
El Gobierno ha remitido este viernes a la Comisión Europea el Plan presupuestario del año 2022, en el que no incluye un programa de reequilibrio fiscal pero promete reducir el déficit público del 8,4% del PIB este año al 5% en 2022 y al 4% en 2023 mediante el crecimiento, una reducción del gasto público y una recaudación récord gracias a la subida de impuestos que proyecta en gran medida para 2023.
En el Plan presupuestario, remitido a Bruselas en el plazo límite del 15 de octubre que marca la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera y la normativa comunitaria, el Gobierno promete una subida de impuestos de cara a los Presupuestos de 2023, incluyendo la armonización de tributos patrimoniales, más allá de las novedades tributarias recogidas en las cuentas de 2022, como el tipo mínimo del 15% en Sociedades o la minoración del límite de reducción a los planes de pensiones individuales.
El documento recoge las directrices básicas del proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2022 aprobado el pasado 7 de octubre en el Consejo de Ministros y presentado este miércoles por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en el Congreso, así como la partida de 27.633 millones de euros de los fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, un 3,8% más.
Las cuentas públicas de 2022 cuentan con un ‘techo de gasto’ récord de 196.142 millones de euros y, de nuevo, con seis de cada diez euros, el mayor gasto social de la historia (248.391 millones de euros, +3,6%), así como récord en inversiones por más de 40.000 millones de euros.
El déficit estructural será del 4,5% del PIB en 2022 y el Gobierno pretende reducirlo con crecimiento y más impuestos, además de asegurar una reducción del gasto público de 12.900 millones, hasta los 586.700 millones, la primera merma desde 2016.
Disminución del déficit pero sin plan de ajuste
Detalla en el plan a Bruselas que las tasas de referencia de déficit público son del 8,4% del PIB este año y el 5% en 2022, aunque disminuirá al 4% en 2023 y al 3,2% en 2024. El Estado seguirá siendo el que asuma la mayor parte del déficit público este año, con un 6,3%, seguido de la Seguridad Social (1,5%) y las CCAA (0,7%), mientras que las corporaciones locales lograrán el equilibrio.
Ya en 2022 el Estado presentará un déficit del 3,9%, las CCAA del 0,6% y la Seguridad Social del 0,5%, con superávit en los ayuntamientos. El Estado asumirá por tanto tres décimas más respecto a lo previsto en abril, lo mismo que baja la Seguridad Social, debido a que se hará cargo de los gastos impropios de la Seguridad Social, con una transferencia de 18.396 millones que alcanza el récord de 36.276 millones al sumar otros conceptos.
El déficit estructural de la economía española ha aumentado con la pandemia, pasando del 3,8% al 4,7% del PIB este año, aunque disminuirá dos décimas, hasta el 4,5% en 2022. La referencia de la ratio de deuda pública es un 119,5% del PIB este año y un 115,1% en 2022.
Cabe recordar que el Gobierno mantiene suspendidas las reglas fiscales para 2022, al aplicar la cláusula de escape por segunda vez, en línea con la Comisión Europea, pero éstas volverán en principio en 2023, cuando el déficit seguiría lejos del 3% del PIB que fija el Pacto de Estabilidad y Crecimiento europeo para salir del procedimiento de déficit excesivo, y no se aproximaría a él hasta 2024.
En cualquier caso, no se incluye un plan de consolidación fiscal al uso, cuyo diseño demandan el Banco de España o la AIReF, sino que se fía todo al crecimiento y la recuperación de ingresos derivada de la reactivación económica. De su lado, los fondos europeos son neutrales a efectos de Contabilidad Nacional y no computan para el déficit.
Fía la reducción al crecimiento y la recaudación
Sin plan de ajuste a la vista por ahora, el Gobierno fía la corrección del déficit al crecimiento y a la mayor recaudación vía impuestos.El cuadro macroeconómico del Gobierno prevé un repunte de la economía del 6,5% este año que se elevaría al 7% en 2022, con un descenso de la tasa del paro del 15,2% al 14,1%, aunque los principales organismos auguran un crecimiento menor, de entre el 5% y el 6% en 2022, tras la rebaja del INE del segundo trimestre del 2,8% al 1,1%.
Aun así, en el Plan presupuestario el Gobierno apunta que se recuperará la senda de crecimiento prepandemia en 2022, a diferencia de lo mantenido estas semanas por la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, quien sostuvo que antes de finales de este año se recuperaría el nivel de actividad diario previo a la Covid y del empleo incluso antes. El nivel de crecimiento prepandemia no se alcanzará hasta 2023.
La ministra de Hacienda defendió en el Congreso que las medidas de corrección de las finanzas públicas se contemplan “en transversal” en todo el Presupuesto al proyectarse un aumento de la recaudación tributaria del 8,1% y un comportamiento del PIB nominal del 8,6%, frente al mantenimiento del gasto público. “Ya trabajamos sobre el déficit y la deuda; la arquitectura del proyecto de PGE está fundamentada en la estabilidad presupuestaria”, sostuvo.
Montero, quien apuntó que los datos de recursos contemplan el objetivo de consolidación fiscal y el volumen es similar al del año pasado aunque la economía crezca. “Este año se van a cumplir los objetivos de déficit comprometidos con Bruselas e incluso aspiramos a mejorarlo”, enfatizó.
La presión fiscal bajará al 36,2% en 2022 pero promete subirán los impuestos
Aunque el Gobierno de Pedro Sánchez ha aprobado subidas de impuestos durante los dos últimos años, prevé que la presión fiscal baje del 37,4% del PIB al 36,2% en 2022. La presión fiscal es la suma de los ingresos tributarios y de las cotizaciones sociales, así como de los impuestos que pagan los sectores residentes al resto del mundo.
De hecho, España comunica a Bruselas unos ingresos récord a pesar de las pocas novedades tributarias, con un alza del 7,3% de los ingreso públicos este año, hasta 499.150 millones, incluyendo 284.865 millones en impuestos, un 11,1% más, y un repunte del 4,26% en 2022, hasta 522.264 millones, incorporando 298.801 millones en tributos, un 4,9% más. Pese a este aumento, el peso de los ingresos sobre el PIB caerá por el aumento de la actividad económica, pasando del 41,3% al 39,8% en 2022.
En el documento el Ejecutivo reitera que una vez disponga a partir de febrero de 2022 de las conclusiones del comité de expertos designado para reforma fiscal «procederá a estudiar las mismas de cara adoptar medidas en los Presupuestos Generales del 2023», sin grandes medidas tributarias en 2022, ya que la reforma «en profundidad» se producirá tras las propuestas de los expertos.
Así las cosas, utilizará los crecimientos de la recaudación para ajustar el déficit estructural, acercando los niveles de tributación de España a lo de los países de su entorno, y de esa forma «se garantizará la sostenibilidad a medio plazo del estado del bienestar«, gracias a una reforma tributaria para lograr un sistema «más equitativo, progresivo y justo».
Impuestos ‘verdes’, digitales y armonización fiscal entre CCAA
Aunque sin detallar, el Gobierno traslada a Bruselas que prestará «especial atención» a la fiscalidad medioambiental, la imposición societaria, la tributación de la economía digitalizada, la aplicación y concreción de la armonización de la tributación patrimonial y la fiscalidad de las actividades económicas emergentes.
Se confirma así la armonización de los tributos patrimoniales (Sucesiones, Donaciones y Patrimonio), cedidos a las regiones, que ha provocado en los últimos meses el enfrentamiento entre las regiones del PP, especialmente la Comunidad de Madrid liderada por Isabel Díaz Ayuso, en choque con el Gobierno que acusa a la región madrileña de «competencia desleal» al bonificar estos tributos.
Sobre los impuestos ambientales el Ejecutivo ya impulsó el impuesto a los plásticos de un solo uso y planea a los vertidos y la incineración y otro al transporte aéreo, además de haber aplazado la equiparación del IVA del diésel al de la gasolina eliminando su beneficio fiscal para el último trimestre de 2022.
En materia digital, el Gobierno ya impulsó la ‘tasa Google’ y se encuentra a la espera del acuerdo internacional del tipo mínimo del 15% en el Impuesto de Sociedades en el marco de la OCDE. Aunque el Ejecutivo ha aprobado un 15% sobre la base imponible para empresas con facturación superior a 20 millones, el tipo del 15% internacional permitirá aumentar la recaudación de las multinacionales de fuera que operan en el país pero no pagan todo lo que le corresponde al utilizar estrategias de elusión.
Recaudación fiscal récord con pocas novedades en 2022
El aumento del gasto público se sustenta bajo la previsión del Gobierno de conseguir unos ingresos no financieros (antes de cesión a entes territoriales) récord de 279.316 millones, un 10,8% más, y de 182.903 millones tras cesión a entes, un 20,6% más.
Dentro de estos, los ingresos tributarios subirán un 8,1%, hasta el hito de 232.352 millones de euros gracias a la reactivación económica lograda por la vacunación y la recuperación de la actividad tras las restricciones. Por impuestos, subirán los ingresos por IRPF (+6,7%), hasta 100.132 millones de euros; IVA (+9,5%), hasta 75.651 millones; Sociedades (+11,8%), hasta 24.477 millones e Impuestos Especiales (+8,2%), hasta 21.843 millones.
Las únicas novedades fiscales recogidas en los Presupuestos pasan por la fijación de un tipo mínimo del 15% en Sociedades sobre base imponible, lo que afectará solo a 1.070 empresas y aportará 400 millones de recaudación, y del 18% para bancos y petroleras, al tiempo que reduce la bonificación fiscal del 85% al 40%en el impuesto de Sociedades para empresas dedicadas al arrendamiento de vivienda.
También prórroga los límites de tributación por módulos de los autónomos y el mantenimiento de los niveles y condiciones del método de estimación objetiva del Impuesto sobre el IRPF, como la reducción del 5% sobre el rendimiento neto de módulos. Los Presupuestos mantienen en 10.000 euros la aportación total a los planes de pensiones, pero ‘castiga’ el ahorro privado, ya que reduce en 500 euros, hasta los 1.500 euros, tras haberlo reducido ya de 8.000 a 2.000 euros este año. En cambio, incrementa la aportación máxima en los planes privados de empresa de 8.000 a 8.500 euros.
Previsiones cuestionadas
El FMI en cambio enmienda las previsiones de déficit y de deuda del Gobierno al pronosticar un déficit del 8,6% del PIB este año, dos décimas más que el Gobierno, aunque coincide en el 5% en 2022. Para 2023 augura un desajuste del 4,4%, para 2024 del 4,2%, para 2025 del 4,2% y para 2026 del 4,3%, nivel en el que se situaría coincidiendo con el fin del Plan de Recuperación, aunque algunas reformas e inversiones se prolongarán más tiempo.
Lo mismo sucede con la ratio de deuda pública, que el FMI cree que será mayor del Gobierno, del 120,2% del PIB este año y del 116,4% el próximo, por encima del pronóstico del Gobierno (119,5% y 115,1%, respectivamente). La deuda pública bajará en 2023 al 116,2%, pero volverá a subir los tres siguientes ejercicios, hasta el 116,3% en 2024, al 116,8% en 2025 y al 117,5% en 2026.
Con todo, el Tesoro Público reducirá en 20.000 millones de euros el volumen de financiación neto previsto para 2021, lo que supone una disminución del 20%. Con esta reducción la emisión neta será de 80.000 millones de euros y la emisión bruta descenderá a 269.157 millones de euros.
El FMI sitúa el crecimiento en el 5,7% este año y el 6,4% el próximo, en tanto que el Banco de España proyecta un crecimiento del 6,3% este año, el 5,9% en 2022 y el 2% en el ejercicio 2023.
El gasto público bajará al 44,7% del PIB
Por el lado de los gastos, la ratio gastos/PIB se reduce de manera muy progresiva desde el 52,4% del PIB en 2020, marcado por las medidas para hacer frente a la pandemia, hasta el 49,6% previsto en 2021 y el 44,7% previsto para 2022, fruto tanto de la recuperación del PIB como de la desaparición progresiva de las medidas excepcionales de lucha contra la Covid, según explica. La bajada es de 12.900 millones, hasta los 586.700 millones, el primer descenso desde 2016.
No obstante, los Presupuestos de 2022 recogen un nuevo récord del gasto público, y el mayor gasto es de nuevo el previsto para las pensiones, con 171.165 millones, un 4,8% más, el 37,2% del gasto total, ante una revalorización de las mismas aproximada del 2,3% en 2022 y para las pensiones mínimas y no contributivas del 3%, el mismo porcentaje en el que sube el Ingreso Mínimo Vital. El IPREM, indicador para fijar la cuantía de ayudas sociales, sube un 2,5%.
Para garantizar las pensiones el Estado realizará una inyección de 43.258 millones. En esta cifra se incluye la transferencia récord de 36.276 millones de parte del Estado, un 16,4% más, procedente de una transferencia de 18.396 millones por los ‘gastos impropios’ que asume el sistema y otros 17.880 millones para financiar la prestación contributiva de nacimiento y cuidado de menor, reducciones en las cotizaciones, el Ingreso Mínimo Vital y otros. A ello se añade un nuevo préstamo de 6.982 millones, la mitad que en 2021.
El Gobierno elevará de nuevo el gasto en Sanidad (5.434 millones, +11%, a lo que se suman 1.172 millones de vacunas Covid, un 59,9% menos); Educación (5.023 millones, +2,6%); Cultura (1.589 millones, +38,4%), Justicia (2.284 millones, +11,5%) y Defensa (9.791 millones, +7,9%).
No obstante, la partida que más aumento tiene es la de acceso a la vivienda, con un repunte del 46,3%, hasta los 3.295 millones, así como gestión y administración de la Seguridad Social, con 3.336 millones, un 33,5%, o política exterior, con 2.254 millones, un 19,7% más.
El Gobierno ha puesto el foco en los jóvenes, con partida presupuestaria crece un 84,8%, hasta los 12.550 millones, y contempla medidas estrella como el bono cultura al cumplir los 18 años para casi medio millón de jóvenes destinado a actividades artísticas, salvo tauromaquia, dotado con 210 millones de euros, o el bono alquiler joven de 250 euros al mes durante dos años a jóvenes de entre 18 y 35 años que acrediten rentas del trabajo inferiores a los 23.725 euros, dotado con 200 millones.