El Gobierno maniobra de urgencia en Bruselas para contener los recortes de gas
El Ejecutivo español trata por todos los medios de trasladar a la opinión pública que hacen todo lo posible para que no haya recortes
El Gobierno español volverá a vivir unos días de auténtica locura energética -como ya vivió hace poco con la petición de la ‘excepción ibérica’-. Y es que el pasado 20 de julio Bruselas propuso unos recortes en el consumo de gas para toda Europa de un 15%. De inmediato, el Ejecutivo, con la ministra Teresa Ribera a la cabeza, se opuso de manera frontal. Desde entonces negocian con el Consejo Europeo para introducir algún tipo de cambio a la propuesta. La fecha límite es el martes 26 de julio.
Convocado de urgencia, la semana que viene se celebra una reunión de ministros de energía que se espera más tenso de lo previsto. En este caso ha sido España la que ha elevado el tono. En concreto, se opone a que dichos recortes sean por igual en todos los países; y desde el pasado miércoles tiene activados todos los altavoces para transmitir a la opinión pública española su pesar por esta decisión. Pero no se ha quedado ahí.
Según ha podido conocer ECONOMÍA DIGITAL en fuentes cercanas al Consejo Europeo, desde el día después en que se conocieron las medidas se han sucedido diversas conversaciones entre representantes españolas y miembros del consejo permanente, así como el Grupo de Trabajo de Energía, que este pasado viernes ha tenido una sesión de control.
Asimismo, desde la presidencia del Consejo se está trabajando para aglutinar todas las voces, las discordantes como España, y las que han mostrado su apoyo, con el objetivo de tener cerrada la propuesta definitiva para el próximo 26 de julio. De esta manera, durante la reunión de los ministros de energía se atenderá a los puntos en común para decidir sobre la marcha de la propuesta de reducción del consumo de gas.
Finalmente, se adoptará una posición formal que será de obligado cumplimiento para abordar ese plan denominado ‘Save gas for a safe winter‘. No obstante, y como la reunión se prevé tensa, sobre todo por la negativa de España y Portugal a cumplir el plan, y con el presunto apoyo de Francia, que tampoco necesita de recortes tan extremos, se podría no tener una resolución definitiva el propio martes 26 de julio, y que se redacte un procedimiento escrito los días siguientes.
La carta de la vicepresidenta
Este mismo viernes, Teresa Ribera ha invitado al vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, y a la comisaria de Energía de la Unión Europea (UE), Kadri Simson, a abordar un posible recorte en el consumo de gas de los países ante la exposición a Rusia desde un debate «constructivo y activo», intercambiando propuestas que «permitan articular un diálogo solidario y una respuesta eficaz».
En una carta remitida a ambos este viernes, Ribera señala que, ante la «situación crítica» en materia de seguridad energética a la que se enfrenta la UE debido a la dependencia del gas ruso, España comparte «la necesidad de una respuesta coordinada basada en los principios de unidad, solidaridad, eficiencia, proporcionalidad y flexibilidad».
Por ello, considera que la propuesta de la Comisión Europea de aplicar un recorte lineal del 15% en el consumo de gas natural de todos los países entre agosto y la próxima primavera «hubiera merecido un debate abierto» con todos los Estados miembros.
De esta manera, la vicepresidenta tercera del Gobierno reafirma a Timmermas y Simson, de cara al Consejo de ministros de Energía de la UE que tendrá lugar el próximo martes, que, a pesar de que «la solidaridad debe estar en el núcleo de la respuesta», ésta «no puede depender de la imposición de sacrificios injustos sin identificar adecuadamente lo más eficaz y las contribuciones solidarias que cada Estado miembro puede aportar para lograr este objetivo común».
El firme discurso de Ribera
Desde que se comunicó la intención del recorte de gas, la también vicepresidente insiste en el discurso. A cualquier hora, y en cualquier momento. De este modo, Teresa Ribera ha considerado «indiscutible» que «hay que ayudar de forma solidaria a las sociedades y estados miembros de la Unión Europea que lo están pasando muy mal por su elevadísima dependencia del gas ruso».
Ribera ha contestado de esta forma en declaraciones a los medios de comunicación durante una visita al municipio de Los Alcázares (Murcia) al ser preguntada por la propuesta de que España oferte más gas a cambio de no tener que recortarlo.
«Creo que el error ha estado en hacer propuestas que no necesariamente son las más eficaces y no necesariamente está bien medido desde el punto de vista del equilibrio de contribuir de forma eficaz», según la ministra.
Ha valorado que el «valor añadido» que tiene España es «muy singular» porque «no hay ningún otro país de la UE que sea un puerto de entrada tan importante para el gas natural licuado, con unas infraestructuras con unas dimensiones que nos permiten el poder enviar gas aprovechando toda esa capacidad».
En concreto, ha valorado que una posibilidad es utilizar a España «como un centro logístico a partir del cual se puede ir transfiriendo a través de pequeños buques metaneros a escala y según se vaya necesitando o según vaya habiendo capacidad de acogida a plantas regasificadoras en el norte de Europa o en Livorno (Italia) para poder acceder a todo el espacio de gasoductos comarcales del norte de Europa».