El Gobierno ata la mayoría para aprobar la reforma laboral

El Gobierno ata la 'vía Ciudadanos' más los grupos minoritarios para convalidar la reforma laboral, da por hecho el apoyo del PDeCAT y al menos la abstención del PNV y el PSOE frena las propuestas de Yolanda Díaz a ERC, con quien negocia a 'contrarreloj' al menos su abstención

La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. EFE/ Juan Carlos Hidalgo

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El Gobierno ha logrado cerrar la mayoría parlamentaria suficiente para lograr el arduo objetivo de convalidar este jueves en el Pleno del Congreso de los Diputados su medida estrella de la legislatura, la reforma laboral, con la posibilidad incluso de alcanzar la mayoría absoluta. Se logra en principio mediante la ‘vía Ciudadanos’ y los grupos minoritarios sin efectuar, por tanto, cambio alguno a la norma, tal y como se pactó con patronal y sindicatos, aguando con ello las exigencias de los socios habituales (ERC, PNV y EH Bildu).

Fuentes gubernamentales confirman a Economía Digital que se ha logrado atar los apoyos suficientes para la reforma, con al menos 176 ‘síes’, aunque el número definitivo se terminará de cerrar este mismo miércoles e, incluso, no se descarta que se pueda sumar algún grupo más en la misma mañana de este jueves de votación de la reforma.

La ecuación que ha logrado atar el Gobierno de coalición es la de la denominada ‘vía Ciudadanos’, sumando la formación ‘naranja’ a los partidos mayoritarios y con «bastantes probabilidades» a PDeCAT y la abstención del. PNV. Esta opción ha sido impulsada sobre todo por el ministro para la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, lo que podría dejar fuera la ristra de apoyos a algunos de los socios de la investidura, como ERC y EH Bildu, y también al PNV, aunque podría acabar sumándose a última hora.

Así las cosas, las cuentas le salen ya al Gobierno al contar con el respaldo de los votos del PSOE (120), Unidas Podemos (34, ya que el escaño de Alberto Rodríguez sigue sin cubrirse), Cs (9), PDeCAT (4) Más País-Equo (2), UPN (2), PRC (1), Teruel Existe (1), Nueva Canarias (1), Coalición Canaria (1), y Compromís (1). Es decir, 176 diputados, mayoría suficiente respecto al total de 349 diputados actuales (uno menos, al no haber sustituido el escaño de Alberto Rodríguez, inhabilitado tras ser condenado por el Tribunal Supremo). En Moncloa confían también al menos en la abstención de los nueve del PNV.

Hasta este miércoles, mantendrían su negativa el resto de formaciones, que aglutinarían los ‘noes’ del PP (88), Vox (52), ERC (13), Eh Bildu (5), Junts (4), CUP (2), BNG (1), Foro Asturias (1). También mantiene su rechazo por el momento el diputado fugado de Cs, Pablo Cambronero (actualmente en el Grupo Mixto).

Suman a PDeCAT y UPN y confían en la abstención del PNV

Aunque en Moncloa no contemplan otro escenario que no sea «sacar adelante la convalidación», según apuntan fuentes del Ejecutivo a este medio, se tiene cerrado el apoyo de los cuatro diputados del PDeCAT que dan «prácticamente por seguro», sobre todo tras las confirmaciones de los últimos grupos, como Más País o Compromís.

También ven en el Gobierno «más posibilidades» de lograr al menos la abstención de los nueve diputados del PNV, o incluso la posibilidad de que acaben cediendo y los nacionalistas vascos acaben respaldando la norma a cambio, eso sí, de una ley «inmediata» para que prevalezca el marco vasco.

Desde la formación vasca aseguran a Economía Digital que por ahora no han dado su brazo a torcer, pero se abren a votar incluso a favor si se aprueba con carácter «inmediato» una norma legal para blindar el marco vasco de negociación, de forma que prevalezca el convenio autonómico sobre el estatal, toda vez que también se ha recibido con agrado la confirmación de que la competencia sobre el Ingreso Mínimo Vital (IMV) se transferirá de forma íntegra y sin limitación temporal a la comunidad autónoma.

El PSOE frena las contrapartidas de Díaz a los nacionalistas

A pesar de que en la coalición tranquiliza el. tener asegurada la aprobación de la reforma, la negociación para conseguir el respaldo suficiente a la misma está produciendo algunas nuevas fricciones entre las dos facciones del Ejecutivo (PSOE y Unidas Podemos).

Los socialistas han utilizado la “geometría variable” para pedir a los empresarios su ayuda para atar los votos de Ciudadanos, que respaldará la reforma a cambio, en medio de una suerte de exclusiones entre la formación naranja y los nacionalistas de ERC y Eh Bildu. Para asegurarse esta vía, desde el PSOE han desautorizado ya en varias ocasiones a la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, por relegar a la formación ‘naranja’ y afirmar que el apoyo de los ‘naranjas’ al texto “expulsaría” a las formaciones de izquierdas que facilitaron la investidura, como ERC o Bildu.

A ello se suma, según fuentes de ERC, que las contrapartidas que está ofreciendo a Díaz acaban siendo finalmente tumbadas por los socialistas, mientras que desde el entorno de Yolanda Díaz insisten en que todavía hay «posibilidades» de que ERC e incluso Bildu acepten sus propuestas y acaben, sino apoyando, al menos absteniéndose.

Díaz ofrece cambios laborales «inmediatos»: reforzar la Inspección de Trabajo

Díaz mantiene, bajo la tutela del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que se encuentra estos días de viaje oficial en los Emiratos Árabes, conversaciones directas con el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, el «caballo de batalla» en las negociaciones, según apuntan fuentes del proceso.

En el Ministerio de Trabajo confían en que los republicanos catalanes transijan y acaben cediendo a su propuesta, que pasa por atender sus exigencias en cambios normativos en materia laboral a posteriori de la reforma laboral, con el fin de preservar el texto al haberse acordado así con patronal y sindicatos tras nueve meses de difíciles negociaciones. El camino para convencer al PNV pasa por el desarrollo normativo posterior (como una ley) de negociación colectiva en la que se regulen los distintos ámbitos y el convenio autonómico tenga “mucho peso” en la negociación, prevaleciendo sobre el estatal.

Se ofrece a ERC también desarrollos reglamentarios y elementos de competencias en lo relativo al reforzamiento de la Inspección de Trabajo, que ya se encuentra transferida en parte a Cataluña, así como puntos en la actual negociación de la futura Ley de Empleo en lo relativo a políticas activas de empleo, ámbito en el que la Generalitat también tiene transferidas competencias.

También hay propuestas de mejora de otros elementos en marco catalán de relaciones laborales en el ámbito del Consejo de relaciones laborales, departamento de la Generalitat que preside el consejero Torrent. Se trata de blindar los marcos laborales propios. Otro de los asuntos que se debate, reclamado tanto por ERC, como EH Bildu, CUP, BNG e incluso PNV, es la recuperación de la autorización administrativa de la autoridad laboral en el control de los despidos colectivos a través de los Expedientes de Regulación de Empleo (EREs), lo que supondría la recuperación de las causas objetivas apuntan desde el Gobierno.

Para más adelante, y por tanto lejos de este marco de negociaciones, quedarían as posibilidades de descuelgue salarial y la modificación unilateral de la empresa de las condiciones de trabajo por pérdidas y, sobre todo, la recuperación de la indemnización por despido improcedente, elevando la cuantía de los 45 días por año trabajado hasta un tope de 42 mensualidades para los despidos declarados improcedentes.

El Gobierno ‘sacudirá’ a los nacionalistas si no transigen

Con todo, fuentes gubernamentales adelantan ya que si ERC y Eh Bildu no son condescendientes y allanan el camino para aprobar o al menos no hacer descarrilar la reforma laboral, se tendrán que enfrentar a las «críticas permanentes» del Ejecutivo. Los equipos parlamentarios de la coalición sostienen que «dejarán en evidencia» a estas formaciones continuamente en los debates parlamentarios al haberse opuesto a la «mejora de los derechos laborales» y, por tanto, respaldando el mantenimiento de la reforma laboral del PP de 2012.

En esta línea se pronunció la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, este martes en el Senado al señalar que «los que voten no a la reforma están diciéndole sí al marco de relaciones laborales del PP», al depender de ellos. «si la norma que ya entró en vigor y lleva mejorando la vida de los trabajadores desde el 30 de diciembre se mantiene o si cae».

La vicepresidenta cuestionó la negativa de los nacionalistas a convalidar la reforma y defendió que ya está desplegando sus efectos. «Recuerdo a los trabajadores que se tardaron 10 años en recuperar la ultraactividad, la prevalencia del convenio sectorial. Que se lo digan a las camareras de piso, las limpiadoras o los vigilantes de seguridad«, enfatizó Díaz casi en clave electoral, adelantando que los datos de contratación indefinida de este miércoles iban a «sorprender». A ella se han sumado desde los sindicatos, por ejemplo, el líder de UGT, Pepe Álvarez, avisando de que la no ratificación sería «el peor golpe a las relaciones laborales y al diálogo social en democracia».

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