Calviño aplaza la subida del Salario Mínimo a 2022 pese a las presiones de Yolanda Díaz

La vicepresidenta segunda del Gobierno, Nadia Calviño, ha afirmado que hay que esperar a ver cómo evoluciona el empleo en el segundo semestre para decidir sobre la actualización del Salario Mínimo

La vicepresidenta segunda, Nadia Calviño, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. EFE

La vicepresidenta segunda, Nadia Calviño, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. EFE

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La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha dejado entrever este martes que finalmente el Ejecutivo aplazará la decisión de subir el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para el año 2022, una vez se analice la evolución del empleo en el segundo semestre del año. 

Calviño ha hecho hincapié en que en este momento la situación económica “sigue marcada por la incertidumbre” y, tal y como señaló el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la «prioridad» es impulsar el crecimiento económico, la creación de empleo y reincorporar a los más de 400.000 trabajadores que permanecen cubiertos por los ERTE. 

Vamos a ver cómo evoluciona el empleo en la segunda parte del año, espero que cuanto antes podamos retomar la senda de subida del SMI en la que estábamos hasta que nos golpeó la pandemia”; ha apuntado en la rueda posterior al Consejo de Ministros, insinuando el aplazamiento de la decisión a finales de año. 

Fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos han señalado posteriormente a Economía Digital que la vicepresidenta “en ningún caso” ha querido referirse a que la subida del SMI se aplaza al próximo año, sino a que hay que analizar la marcha del empleo para poder decidir sobre la revalorización del Salario Mínimo. 

«Compromiso y responsabilidad»

En su intervención, Calviño ha defendido que la actuación del Gobierno desde el primer momento en el ámbito laboral ha sido de “compromiso” para la mejora de las condiciones laborales y la subida del Salario Mínimo, con un alza de alrededor del 30% en los tres últimos ejercicios, hasta los 950 euros actuales.

Pero las actuaciones también están marcadas por la “responsabilidad”, ha dicho, insistiendo en que “todas las decisiones se orienten en la dirección de impulsar la recuperación y la creación de empleo”. Estos dos principios serán los que guíen de nuevo la decisión sobre el SMI, ha apuntado. 

Por ello, ha reiterado que el Gobierno irá analizando la evolución del mercado laboral en la segunda parte del año y, en todo caso, ha dicho esperar que “cuanto antes” se pueda retomar la senda de incremento del SMI paralizada por la llegada de la pandemia, lo que obligó a congelar el SMI desde el pasado mes de diciembre. 

Díaz y los sindicatos presionan para subirlo ya

Las declaraciones de Díaz se producen después de que su compañera, la vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, haya mantenido intacta su petición de subir el Salario Mínimo este año en sus conversaciones privadas con Pedro Sánchez e incluso en público al pedirle para la decisión de los indultos la «misma valentía» que con los indultos.

Un Gobierno progresista debe de mirar para los más débiles que son los jóvenes y las mujeres precarias que quedan fuera de los convenios colectivos”, ha apostilló ayer Díaz,, recordando que los salarios están subiendo entre un 1,5% y un 1,8% en los convenios y reclamando la subida para atajar el problema de “pobreza laboral” y bajo el argumento de que los precios están subiendo un 2,7%, con la consecuente pérdida de poder adquisitivo.

Además, frente a la postura defendida por la vicepresidenta segunda, Nadia Calviño, la CEOE y recogida en buena medida por el presidente del Gobierno, Díaz tildó de “error” vincular el SMI al crecimiento, ya que, según ha recordado, en 2019 se produjo la mayor subida del SMI, superior al 22%, y se registró el mayor crecimiento económico de Europa. y de empleo. 

«No lo puedo decir más alto y más claro, si no lo hacemos, creo que nos equivocaremos», añadió Díaz. Fuentes del Ministerio de Trabajo han apuntado a Economía Digital tras las palabras de Calviño que la negociación en torno a la decisión de si subir el SMI este año o no sigue abierta, por lo que no hay una decisión firme tomada al respecto.

Junto a Díaz, los sindicatos (UGT y CCOO) han redoblado también su presión para que la facción socialista del Gobierno acepte subir el SMI este año, para lo que han convocado de nuevo movilizaciones el 14 de julio para exigir el aumento del Salario Mínimo e insisten en que su objetivo es conseguir un SMI de 1.200 euros al final de la legislatura.

La comisión de expertos designada por Trabajo propuso subir este año el SMI entre 12 y 19 euros, hasta un máximo de 669 euros desde los 950 actuales, y una horquilla de entre 61 y 99 euros, para situarlo entre 1.011 euros y 1.049 euros en 2023, el equivalente al 60% del sueldo medio.

Se abordará en el diálogo social junto a las cotizaciones 

De cualquier forma, Calviño ha indicado tras el Consejo de Ministros que una vez se analice la evolución del mercado laboral en la segunda parte del año y se aborde la medida en el seno del diálogo social será “en ese contexto” en el que se tomará la decisión, sabiendo que “todo el Gobierno está comprometido con el aumento del SMI, el crecimiento y la creación de empleo de calidad”. 

En el marco del diálogo social será donde también se aborde en el segundo semestre del año la negociación sobre las cotizaciones a la Seguridad Social de los autónomos conforme a los ingresos reales, las bases de cotización y las cuotas de trabajadores por cuenta ajena, pendientes para el segundo paquete de la reforma de pensiones. 

El Consejo de Ministros ha dado luz verde este martes al primer paquete de la reforma de las pensiones, que incluye la revalorización de las pensiones conforme a la inflación media anual registrada en noviembre del ejercicio anterior o la derogación del factor de sostenibilidad, a sustituir por un factor de equidad intergeneracional pendiente de negociar antes del 15 de noviembre. 

Tras el revuelo formado por las declaraciones del ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, en las que aseguró sobre el factor de equidad intergeneracional que conllevaría que los trabajadores de la generación ‘baby boom’ tendrán que elegir entre una pensión más pequeña o trabajar más tiempo , palabras corregidas posteriormente por él mismo, la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, se ha pronunciado al respecto.

Montero ha indicado que hay muchas alternativas para el gato de los ‘baby boomers’ y que se deben discutir todas con los agentes sociales, tras reducir a una «reflexión» las palabras de Escrivá en torno a una de las distintas.vías posibles para atender a esa cohorte de población que elevará la presión del gasto en pensiones a finales de la década de 2040 al ser mayor que la población activa.

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