Gobierno y agentes sociales avanzan en la reforma laboral al acercar posturas en temporalidad
El Gobierno reformulará el texto del borrador sobre temporalidad y fijos-discontinuos para llegar al visto bueno y el viernes se abordará subcontratación, prevalencia de convenio sectorial y 'ultraactividad'
Avances en la negociación de la reforma laboral tras el movimiento de ficha dado por CEOE al presentar ayer la contrapropuesta de los empresarios. Gobierno y agentes sociales han acercado posturas en materia de contratación temporal y de los contratos de los fijo-discontinuos.
CEOE y Cepyme dieron cierto balón de oxígeno a la complicada negociación de la reforma laboral en su fase decisiva para su aprobación este mes antes de que finalice el año al presentar un documento con sus propuestas, aunque la mayoría de ellas fueron calificadas de «inasumibles» por los sindicatos.
Fuentes sindicales y gubernamentales confirman a Economía Digital que la reunión «ha ido bien», con un «buen clima de trabajo» y se han logrado avances en algunos de los principales escollos que han obstruido hasta ahora la negociación iniciada el pasado mes de marzo, como lo referido a la temporalidad, una de las líneas rojas de CEOE.
En este punte, en el Gobierno creen que hay posibilidades de poder cerrar un acuerdo tripartito para aprobar vía real-decreto ley la reforma en el Consejo de Ministros y que se publique en el BOE antes de que acabe el año, pasos suficientes para que Bruselas valide el hito comprometido en el Plan de Recuperación, al margen de que en enero se tramite en el Parlamento como proyecto de ley.
CEOE habla de posturas «antagónicas» y se reúne en comisión
Sin embargo, en CEOE rebajan la expectativas al constatar que todavía quedan «muchos flecos pendientes» y por ahora las posturas se mantienen «antagónicas» en asuntos como la temporalidad.
Tal y como adelantó este medio, CEOE no daría su brazo a torcer en la reforma laboral si el Gobierno no cedía en parte a sus pretensiones en temporalidad rechazadas de pleno por los empresarios, y tras la contrapropuesta presentada por las patronales se ha abierto un balón de oxígeno en la negociación que ha permitido desencallar, al menos algo, ese escollo.
Este mismo miércoles hay convocado una reunión de la comisión en CEOE en el que se abordarán los pasos dados en la mesa de diálogo y se constatarán los planteamientos de las distintas organizaciones que conforman la patronal, hasta ahora unidas en no ceder en lo relativo a temporalidad y otros puntos claves para la flexibilidad empresarial.
Nueva redacción del texto para su visto bueno
En concreto, se ha avanzado en la redacción del artículo 15 del Estatuto de los Trabajadores, referido a la contratación temporal, y en el artículo 16 sobre contratos fijos-discontinuos, de forma que las partes han quedado pendientes de una nueva redacción para el «visto bueno», según apuntan desde CCOO y confirman desde el Ejecutivo.
En la próxima reunión del viernes, la tercera de la semana tras haberse intensificado las citas por el Gobierno en aras de cerrar el acuerdo, se abordará el artículo 42 sobre contratas y subcontratas, así como la prevalencia del convenio sectorial sobre el de empresa y la ‘ultraactividad’, alguno de los elementos más espinosos, si bien en los dos últimos puntos podría llegar a lograrse cierto consenso también.
No a los límites a la temporalidad y la penalización con más cotizaciones
En relación al artículo 15 del Estatuto de los Trabajadores, en el que se dirime la delimitación de la causalidad y la duración del contrato de trabajo, la CEOE se muestra en su propuesta contraria al porcentaje de trabajadores temporales frente a totalidad de la plantilla, tanto como horizonte global o sectorial, rechazando de plano la propuesta del Gobierno. que propuso inicialmente un 15% de límite genérico y más adelante por sectores.
El Ejecutivo aboga por ligar los contratos temporales a causas muy concretas para que la forma habitual de contratar sea de forma indefinida, limitando los temporales a algo ocasional y puntual con un límite de tres meses. se plantea hacer fijo a los trabajadores temporales a partir de los cinco meses.
La última propuesta del Gobierno, rechazada por patronal y sindicatos, pasa por fijar uno en los casos de 1 a 5 trabajadores; dos de 6 a 10 trabajadores; tres de 11 a 30 personas; cinco o el 8% de la plantilla de de 31 a 100 empleados; 15 o el 17% de la plantilla de 101 a 500 personas y 30 o el 4% de la plantilla en el caso de empresas de más de 500 trabajadores en plantilla. En el caso del sector agrario, el número tope de contratos a realizar en cada tramo será un 50% superior.
Los empresarios también rechazan el recargo de hasta 28 euros vía cotizaciones impulsado por el Ministerio de Seguridad Social de José Luis Escrivá por dar de baja temporales al ver necesario contratar eventuales en fines de semana o vacaciones.
En su lugar, CEOE defiende la persistencia de la regulación actual y aboga por la causalidad tradicional. Su propuesta incluye un solo con 6 causas de producción, además la prevista para contratas, subcontratas y licitaciones de la administración (cuando no puedan considerarse personal fijo discontinuo) y cuatro causas de sustitución que coincidirían con las planteadas por el Gobierno, relativas a la reserva de puesto de trabajo, vacaciones, reducción de jornada y cobertura de vacante.
También se opone CEOE a la nulidad de los despidos de los contratos fraudulentos, medida que para UGT supondrá la rebaja sustancial de los índices de temporalidad y perseguir de forma eficaz el fraude. Los sindicatos presionan para que se introduzca.
Impulso al fijo-discontinuo
Las partes negociadoras han coincidido más en lo referido a la propuesta realizada desde hace tiempo por el Ministerio de Trabajo de potenciar a la figura de los fijos-discontinuos (artículo 16 del Estatuto), adaptándola a las necesidades del tejido productivo, junto a la eliminación de cargas administrativas y burocráticas y desarrollar su régimen jurídico mediante la negociación colectiva.
CEOE plantea canalizar una gran parte de esta contratación a través de las empresas de trabajo temporal (ETT), y solicitan que no computen todo el tiempo de este tipo de contratos tanto para la antigüedad como para la representación de los trabajadores, así como que la falta de incorporación sea considerada causa de extinción, algo que los sindicatos avisan que no comparten.
para los trabajadores fijo-discontinuos también propone la patronal prioridad en el acceso a las iniciativas de formación profesional durante los periodos de inactividad y en el futuro Mecanismo RED que regulará los futuros ERTE tras la pandemia.
Subcontratación
De cara al viernes, se abordarán algunos de los puntos nucleares de la reforma que más controversia han causado durante la negociación como la subcontratación o la prioridad aplicativa de los convenios, que CCOO y UGT y el Ministerio de Trabajo reclaman que vuelva a prevalecer parece avanzar.
Respecto a la subcontratación, uno de los puntos centrales de la negociación, CEOE plantea la aplicación del convenio colectivo sectorial de la actividad de la contrata o subcontrata, en su caso y asegurar el valor liberatorio de los certificados de la Seguridad Social, algo en lo que los sindicatos admiten un “mayor grado de acercamiento” a sus posiciones, apuntan desde UGT.
El documento de la patronal también habla del artículo 44 (subrogación empresarial), que tampoco estaba en ninguno de los textos analizados hasta la fecha, en la que solicitan que cuando la subrogación se produzca por obligación del convenio, la responsabilidad se circunscriba a la prevista en el propio convenio colectivo de aplicación.
Entre las propuestas del Ministerio de Trabajo se encuentra la regulación legal de la subcontratación de servicios entre empresas, mediante la modificación del artículo 15 del Estatuto de los Trabajadores con el fin de establecer que la contratación y subcontratación de obras y servicios por parte de la empresa no puede justificar la celebración de contratos temporales.
“La contratación y subcontratación de obras y servicios por parte de la empresa, ya sea de naturaleza civil, mercantil o administrativa, no constituye causa que justifique la celebración de esta modalidad contractual”, señalaba la modificación planteada por Trabajo.
Prevalencia del convenio sectorial y ‘ultraactividad’
CEOE y Cepyme quieren mantener la prioridad aplicativa de los convenio de empresas con dos requisitos: cuando en conjunto y cómputo anual el convenio de empresa sea más favorable a los trabajadores y que el convenio se haya negociado con la misma legitimación (reforzada) de la parte social que la que hoy se exigen para los convenios sectoriales. El resto del texto se mantendría, como los convenios sectoriales estatales y autonómicos.
Conforme a la propuesta del Gobierno, el convenio sectorial pasaría a regular la cuantía del salario base y de los complementos salariales, incluidos los vinculados a la situación y resultados de la empresa, así como la retribución y la duración del tiempo de descanso compensatorio por hora extraordinaria y la duración de la jornada.Leer más: Díaz propone limitar la subcontratación y salarios fijados por convenio sectorial.
Sí seguiría prevaleciendo el convenio de empresa en la elección entre abono o la compensación de las horas extraordinarias y en el horario y la distribución del tiempo de trabajo, el régimen de trabajo a turnos y la planificación anual de las vacaciones, salvo en los supuestos citados.
Sobre la ‘ultraactividad’, otro de los puntos polémicos, plantean la inclusión como contenido mínimo del régimen jurídico a aplicar en caso de pérdida de la vigencia del convenio. Con ello, CEOE parece asumir que prevalecerá el convenio sectorial sobre el de empresa con la nueva regulación y busca introducir mayor seguridad jurídica.
El Ejecutivo mantiene en su propuesta de reforma su objetivos de recuperar la ‘ultraactividad’ de los convenios que suprimió la reforma laboral de 2012. Así, en los casos en los que no se acuerde entre las partes un acuerdo sobre el convenio colectivo una vez transcurra un año desde la denuncia del convenio, éste mantendrá su vigencia, lo que se conoce como ‘ultraactividad’.