España consigue en Bruselas que los recortes de gas no sean obligatorios
El Gobierno tratará de vender como una nueva victoria que los recortes de gas no sean obligatorios para todos los países
Desde que la semana pasada la Comisión Europea comunicase su propuesta de recortes en el consumo de gas de un 15% para los Estados miembro, el Gobierno español había maniobrado para que dichos recortes no fueran obligatorios y, en todo caso, que no se tratase de la misma manera a todos los países. Algo que finalmente se ha logrado, y dichos recortes no sobrepasarían el 7%..
En concreto, según ha confirmado la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, hay un acuerdo para recortar el gas, aunque no será igual en todos los países. También lo han hecho oficial desde el Consejo Europeo tras la reunión de ministros de energía, donde han asegurado que se ha llegado «a un acuerdo político sobre una reducción voluntaria de la demanda de gas natural en un 15% este invierno. -Asimismo- el reglamento del Consejo también prevé la posibilidad de activar una ‘alerta de la Unión’ sobre la seguridad del suministro, en cuyo caso la reducción de la demanda de gas sería obligatoria”.
Uno de los puntos críticos era que dicha reducción fuera obligatoria desde el principio, algo que finalmente no será así. Y es que los estados miembros acordaron reducir su demanda de gas en un 15% en comparación con su consumo medio en los últimos cinco años, entre el 1 de agosto de 2022 y el 31 de marzo de 2023.
Si bien todos los países de la UE harán todo lo posible para cumplir con las reducciones, el Consejo especificó algunas exenciones y posibilidades para solicitar una excepción al objetivo de reducción obligatorio, para reflejar las situaciones particulares de los Estados miembros y garantizar que las reducciones de gas sean efectivas en aumentar la seguridad del suministro en la UE.
Cada país será distinto
El Consejo acordó que los países que no están interconectados con las redes de gas de otros Estados miembros están exentos de las reducciones de gas obligatorias, ya que no podrían liberar volúmenes significativos de gas en beneficio de otras regiones. De igual modo, los estados cuyas redes eléctricas no están sincronizadas con el sistema eléctrico europeo y dependen en gran medida del gas para la producción de electricidad también están exentos, con el objetivo de evitar el riesgo de una crisis de suministro eléctrico.
Por otra parte -y esto es lo que más interesa a España-, los Estados miembros pueden solicitar una excepción para adaptar sus obligaciones de reducción de la demanda si tienen interconexiones limitadas con otros países y pueden demostrar que sus capacidades de exportación o su infraestructura nacional de GNL se utilizan para redirigir gas a otros estados miembros al máximo.
Los Estados miembros también pueden solicitar una excepción si han superado sus objetivos de llenado de almacenamiento de gas –algo en lo que España se muestra muy destacada-, si dependen en gran medida del gas como materia prima para industrias críticas o si su consumo de gas ha aumentado al menos un 8 % en el último año en comparación con la media. de los últimos cinco años.
De igual manera, los Estados miembros acordaron aumentar el papel del Consejo en la activación de una ‘alerta de la Unión’. Dicha alerta se activaría mediante una decisión de ejecución del Consejo a propuesta de la Comisión. La Comisión presentará una propuesta para activar una «alerta de la Unión» en caso de riesgo de escasez grave de gas o de demanda de gas excepcionalmente elevada; o si cinco o más Estados miembros que hayan declarado una alerta a nivel nacional solicitan a la Comisión que se proceda a ello.