Garamendi rechaza subir el SMI a 1.000 euros para evitar una «contracción importante» del empleo
Recuerda que el SMI se ha elevado un 30% en tres años y que ocho CCAA ya presentan un salario mÃnimo superior al objetivo del Gobierno para la legislatura del 60% del salario medio
No a subir el Salario MÃnimo Interprofesional (SMI) a 1.000 euros en 2022. El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha aguado este martes las expectativas de los sindicatos y de parte del Gobierno de poder consensuar un incremento del SMI hasta los 1.000 euros este año al verlo «complicado» y advertir de que ello provocarÃa una «contracción importante del empleo».
El lÃder de la patronal lleva meses apelando a la moderación salarial en España ante la delicada situación de miles de empresas afectadas por la crisis de la Covid-19 y por el aumento de los costes laborales, como el alza de las cotizaciones y el incremento del 30% del SMI en los tres últimos años.
Por ello, ha dejado ya entrever la postura contraria de la CEOE a la propuesta de elevar el SMI a 1.000 euros en 2022, con carácter retroactivo, que llevarán los sindicatos, con el apoyo de parte del ala del Gobierno de Unidas Podemos, a la mesa de diálogo social de carácter consultivo convocada para el próximo lunes, 7 de febrero, para abordar el incremento del SMI con carácter retroactivo desde el 1 de enero.
Garamendi, quien en un acto organizado por el Club Siglo XXI este lunes ya abogó por la moderación salarial, ha subrayado este martes en declaraciones a TVE que persiste un problema de solvencia en las empresas, ya que «todavÃa las empresas más pequeñitas están bastante ahogadas» y se acumulan «dos años muy complicados».
Sus argumentos
Entre los argumentos dados por Garamendi para rechazar un incremento abultado del SMI se encuentra que ya haya subido un 30% en los últimos tres años, a lo que se suma el hecho de que ocho comunidades autónomas presentan a dÃa de hoy un salario mÃnimo superior al 60% del salario medio, el objetivo marcado por el Gobierno y los sindicatos en su acuerdo del pasado mes de septiembre de de alza progresivo del SMI, al que no se sumó CEOE.
Como viene haciendo en los últimos años, ha vuelto a criticar a las administraciones públicas por no incluir la revalorización del SMI de los últimos ejercicios en los contratos públicos, con la consecuente pérdida para las compañÃas al darse finalmente unas condiciones distintas de las inicialmente suscritas. «Es un te invito a cenar pero paga tú la cena», ha denunciado.
Actualmente el SMI se encuentra en 965 euros mensuales en 14 pagas, tras la subida de 15 euros aprobada por el Gobierno el pasado mes de septiembre, acordada con los sindicatos pero sin el beneplácito de la patronal. Ahora, desde el Ministerio de Trabajo confirman que el objetivo es continuar con la senda de alza recogida en el informe de la comisión asesora para el análisis del SMI presentado el pasado mes de julio, que planteaba tres escenarios.
Rechaza la «trampa» de prometer cambios a futuro para convalidar la reforma laboral
El presidente de la patronal también se ha referido a la negociación parlamentaria para la convalidación de la reforma laboral, que se votará este mismo jueves en el Congreso y para la que el Gobierno todavÃa no tiene cerrados del todo los apoyos a la misma, aunque cuenta con el apoyo de partidos minoritarios como Más PaÃs o CompromÃs. Garamendi ha vuelto a defender el texto acordado a nivel tripartito porque da «estabilidad, confianza y paz social».
Ha aprovechado para aclarar que no se ha puesto en contacto personalmente con ningún partido polÃtico para reclamar que voten a favor de la convalidación de la reforma laboral, aunque ha admitido que sà ha recibido él, como la de la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, para trasladarle que la formación ‘naranja’ respaldará la norma. Todo ello, ha dicho, en medio de «mucha táctica polÃtica» por parte de las formaciones que se instauran por ahora en el ‘no’ a la reforma, como los socios del Gobierno (ERC, PNV o Bildu).
Ante el ofrecimiento de la vicepresidenta segunda Yolanda DÃaz a estos aliados habituales de acometer cambios normativos y reglamentarios en la legislación laboral en leyes futuras, Garamendi ha advertido de que serÃa una «trampa». También ha dejado claro que no va a volver a negociar la reforma en la mesa de diálogo en caso de que se trunce su tramitación en el Congreso. «No vamos a hablar de lo mismo», sentenció.
En lo referido a los fondos europeos ha criticado que «no están todavÃa capilarizando como debieran», por lo que tal y como ha venido reclamando la patronal ha pedido a las administraciones «agilizar» y exigir una menor aportación a las pymes que accedan a los proyectos.