Garamendi se debate entre conciliación o purga si gana en CEOE
Los partidarios de Garamendi han intentado en los últimos días convencerlo de mantener una postura de concordia y evitar un cisma en la patronal española
Negociación o mano dura. En el previsible caso de que gane las elecciones que hoy se celebran en CEOE, Antonio Garamendi, actual presidente de la patronal española y candidato a su reelección, se debate entre plantear un discurso de conciliación con todas las opiniones que hay en la patronal o hacer una purga pública con la que arrinconar a su rival en las elecciones. Foment del Treball, Virginia Guinda y, especialmente, Josep Sánchez Llibre, son nombres que no está claro si serán pronunciados o acabarán tachados en el discurso. Relevante será también qué tono utiliza Garamendi si finalmente hace referencia a ellos.
Segun cuentan las grandes organizaciones, la cuestión no es si ganará Garamendi, que ganará, sino lo que hará después con el apoyo. Fuentes empresariales valencianas, que son uno de los refuerzos más sólidos que tiene Garamendi, apuntan que su discurso en caso de ser reelegido debería ser reconciliador, ya que el enfrentamiento entre empresarios no ayuda al poder de negociación de CEOE. Sin embargo, no se descarta que la pugna vivida durante el proceso quiera ser resarcida por parte de Garamendi.
El ideal de una patronal, desde el punto de vista del que opta a una reelección, es un mar en calma. La candidatura de Virginia Guinda ha sentado mal y las críticas que desde esta candidatura se han vertido todavía peor. La cuestión a debate es qué ocurrirá una vez acabe el recuento electoral.
Entre los sectores críticos a Garamendi existe miedo sobre la postura que tomará en el previsible caso de que gane. En la actualidad, Sánchez Llibre ya ha sido desplazado de cualquier función ejecutiva en CEOE, puesto que la relación con los partidos políticos de la patronal española la lleva Toni Picó que, aunque también es catalán, es un hombre de la confianza de Garamendi. La duda es si Garamendi se atreverá a quitar la vicepresidencia a Sanchez Llibre, lo que sería inaudito porque eliminaría de la cupula de CEOE a la empresa catalana.
Pero Garamendi ya ha dado muestras de que estas elecciones en la CEOE pueden suponer un punto de inflexión en la patronal. Como desveló Economía Digital en exclusiva, Garamendi quiere cambiar los estatutos para eliminar la limitación de mandato en CEOE y perpetuarse en el cargo. Para ello, ha hablado internamanente con vicepresidentes para conocer qué opinan.
Esta decisión vendría acompañada de una pérdida de poder de las organizaciones territoriales. Atrás queda la época en la que todas las autonomías tenían una vicepresidencia en CEOE para no herir sensibilidades. Ahora sobrevuela la opción de que aumente su peso la ‘externa’ Fátima Báñez, actual presidenta de la la Fundación de la CEOE a costa de las patronales autonómicas. La primera señal al respecto ya la ha recibido Sánchez Llibre, que ha perdido su despacho en la octava planta, la zona noble de la CEOE, y la cuestión es si se avanzara en este sentido, lo que podría crear cicatrices dentro de la patronal española.
Modelo valenciano: acoger a díscolos para evitar corrientes críticas
Hace 11 años, la CEV, patronal de la provincia de Valencia (que después pasó a ser autonómica y ahora es parte del núcleo de CEOE), celebró elecciones. José Vicente González dió paso a Salvador Navarro. Entonces, Juan Eloy Durá, presidente de los constructores, que defendió antes de la quiebra de Lehman Brothers que lo mejor que se podía plantar en un campo de naranjos eran ladrillos, era uno de los líderes empresariales con más renombre entre la construcción y sus concesionarios de Ford. Y plantó batalla. Se revolvió el empresariado y Vicente Lafuente, que por entonces ya controlaba el metal valenciano, anunció la presencia de su puño de hierro. Pasaron a haber tres candidatos.
Se trataba de un movimiento táctico y lo que finalmente fue un guante blanco se retiro. De hecho, ninguno de los dos (ni Durá ni Lafuente) se presentó. Juan Eloy Durá, como hizo Josep Sánchez Llibre, dio un paso atrás y presentó a uno de sus afines, Juan Manuel Leal, para que perdiera ante Salvador Navarro. La candidatura de Virginia Guinda mantiene un paralelismo. El resultado fue 273 votos de 319 para Salvador Navarro. El 85,6% que logró el empresario valenciano puede fijarse como un indicador sobre lo rotunda o no que puede ser la victoria de Garamendi.
Lo importante, según inciden fuentes valencianas, es que la construcción fue sumada desde el primer día a los órganos de gobierno de la CEV. Cierto es también que a los dos años Juan Eloy Durá dejó la presidencia de la patronal de constructores valencianos y que su sustituto, Francisco Zamora, está hoy en la segunda línea de la patronal autonómica (no es vicepresidente y está en el comité ejecutivo) y la patronal autonómica valenciana sólo tiene el continuo fuego que Alicante siempre mantiene, aunque ahora sea con la llama baja. El modelo valenciano consistió en acoger a los díscolos para evitar corrientes críticas. Hoy no hay secuelas.