Funcas: «España es el país menos apropiado para la semana laboral de 4 días»

Los expertos advierten de que que España no reúne los requisitos para la implantación de la semana laboral por su baja productividad y elevado peso de pymes, al tiempo que los empresarios tildan la propuesta de "ocurrencia"

Una persona teletrabaja desde su ordenador, un modelo impuesto por la pandemia de Covid-19 y que empuja a las empresas a hacia un sistema flexible e híbrido / Pixabay

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El Gobierno tiene previsto acometer en 2022 la reforma de la ley de los usos horarios en el trabajo para introducir mayor flexibilidad en las jornadas laborales y modificar la organización del tiempo de trabajo de empresas y trabajadores, al tiempo que dilucida la posibilidad de introducir pruebas pilotos para la semana laboral de 4 días que reclama Más País y otras formaciones.

Sin embargo, los expertos consultados por Economía Digital consideran que España no reúne las características idóneas para contemplar la implantación de una semana laboral de 32 horas, máxime en el actual momento de reactivación en el que el optimismo sobre la mejora económica se ha visto en parte truncado por la rebaja del INE del crecimiento del segundo trimestre hasta el 1,1%.

“España tiene todas las características estructurales para ser el país menos apropiado para hacer esto”, ha afirmado tajante en declaraciones a Economía Digital la economista senior de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), María Jesús Fernández, ante la posibilidad de que se incluya una partida en los Presupuestos de 2022 para empezar a trabajar en la iniciativa.

La reducción de la semana laboral a 4 días con mantenimiento de sueldo tendría solo sentido en su opinión en determinados sectores “muy dinámicos”, con crecimiento muy rápido ligados a las nuevas tecnologías, tanto en la industria como en los servicios, algo que en España no tiene mucho peso. 

Baja productividad y elevado peso de las pymes

A su juicio, la implantación de la semana laboral de 4 días en España de forma generalizada es “impracticable”, ya que presenta una productividad por debajo de la media de los países de la Eurozona y podría verse agravado este problema. De hecho, productividad por puesto de trabajo equivalente a tiempo completo pasó de crecer un 0,7% en el primer trimestre a caer un 1,1% en el segundo trimestre a nivel anual.

Puedes acelerar el trabajo en las horas que trabajas, pero dudo mucho hasta qué punto se puede compensar el dejar un día de trabajar; en ciertas actividades es imposible”, apunta Fernández, citando ejemplos como el de las cadenas de producción o trabajos de atención al cliente. 

Aunque cree que en algunas actividades, como en las administrativas, la eliminación de una jornada puede ser compensada con aumentos de la productividad, no lo ve factible en el resto de actividades. Señala sobre todo como condicionante la estructura productiva española tiene un peso muy elevado las pequeña empresas, del 98%, y muy orientada en el caso de los servicios hacia servicios tradicionales y en la industria a maduros, con un componente tecnológico medio-bajo. 

Y es que las pymes serían precisamente las que menos capacidad tendrían y las que más sufrirían la implantación de una semana laboral de este tipo ante las dificultades para poder desarrollar su actividad a tiempo con los recursos económicos y humanos limitados. 

Los economistas: «No es el momento»

El problema de la baja productividad también es apuntado por el presidente de la Comisión Financiera del Consejo General de Economistas (CGE), Antonio Pedraza, a Economía Digital, quien para concluye que “no es el momento más oportuno”, a pesar de que cree que es algo “absolutamente inexcusable” a medio plazo. 

Pedraza ha avisado del diferencial de baja productividad que presenta España respeto a Europa y también la distancia en inflación, con una tasa española del 3,3% frente al 3% europea, por lo que ha reiterado que es el momento “más inoportuno” para plantear una semana laboral de 4 días. 

Sobre todo teniendo en cuenta la rebaja del 2,8% al 1,1% del crecimiento del segundo trimestre realizada por el INE y el menor impacto de los fondos europeos previsto por el Banco de España, el propio CGE y otras instituciones. 

De cualquier forma, cree que a medio plazo será una realidad la semana laboral de 4 jornadas y en cierto sentido podría beneficiar a España ya que los ciudadanos dispondrían de más tiempo para el ocio y el consumo en la segunda potencia mundial en turismo. 

Del lado empresarial, fuentes de CEOE y Cepyme rehusaron pronunciarse de manera oficial hasta el hipotético caso en el que el Gobierno presentase una propuesta de semana laboral de 4 jornadas, si bien tildaron de «ocurrencia» la iniciativa y dejaron claro que sería una «utopía» para miles de empresas en muchos sectores y sobre todo para los autónomos.

Reforma en 2022: flexibilidad en las jornadas

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ya ha anunciado la reforma de la ley de usos del tiempo en el trabajo el próximo año para dar a los trabajadores tiempo para los cuidados, así como para la formación, de forma que se introduzcan fórmulas flexibles para la jornada en las empresas y también para los trabajadores, en línea con los modelos nórdicos.

Asimismo, enfatizó que tras las lecciones de la pandemia hay que cambiar la forma de organización en el mundo del trabajo, lo que obliga a un “nuevo contrato social con las empresas”, que contempla cambios tecnológicos y ecológicos y permita el teletrabajo donde sea posible.

Al ser preguntada sobre la posibilidad de la introducción en España de la semanal aboral de 4 días, propuesta reclamada por Más País en línea con lo establecido en otros países, Díaz no ha descartado esa posibilidad y se ha limitado a comentar que se trata de una ley “muy compleja” que regulará los usos del tiempo en el trabajo y cambiará la forma de organización del tiempo tanto de trabajadores como de las empresas.

En cualquier caso, ha dejado claro que todo se abordará en el seno del diálogo social, donde se tendrán que hacer “muchos equilibrios”, pero ha avanzado que el Ministerio de Trabajo no aboga por una “formulación rígida de la jornada laboral”, ya que “el mundo no funciona con planteamientos rígidos y la característica del mundo empresarial del siglo XXI está sustanciada en la flexibilidad”.

Partida para reducir jornada en los Presupuestos de 2022

De esta forma, Yolanda Díaz dejó la puerta abierta a que se pueda llegar a implantar a lo largo de 2022 la semana laboral de 32 horas, reclamada desde hace más de un año por Más País y otras formaciones como Más País, además de por los sindicatos UGT y CCOO.

El planteamiento de Más País llevar aparejado una financiación de 50 millones para un complemento por reducción de jornada variable a lo largo de tres años (cubriría el 100% de la diferencia en el coste salarial por hora trabajada el primer año, un 50% el segundo y el 25% el tercero) y que compensaría los costes salariales de las empresas adscritas al plan, según la propuesta de Íñigo Errejón.

Precisamente esta semana el portavoz de Más País, Íñigo Errejón, aseguró en el Congreso que el Gobierno había mostrado su compromiso de financiar en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2022 una línea de ayudas del Ministerio de Industria para la reducción de la jornada laboral en las empresas, una partida comprometida a cambio de su voto al decreto ley que reguló la gobernanza de los fondos europeos.

El Gobierno estaría estudiando la posibilidad de crear una prueba piloto para la jornada semanal de 4 días, pero precisan que no hay nada decidido al respecto aún y que, en todo caso, sería algo que no vería la luz hasta bien entrado el ejercicio 2022.

La Comunidad Valenciana ya ha anunciado que comenzará un programa piloto para la semana de 4 días laborales en los próximos meses con un presupuesto de 10 millones de euros, sin reducción de salarios. Las empresas participantes recibirán una compensación por el día de trabajo que se pierde que sería del 100% el primer año, del 50% el segundo año y del 25% el tercer año.

Recursos para el retorno del talento joven

Díaz ha defendido en varias ocasiones que la empresa y el trabajador deben poder contar con fórmulas flexibles para la jornada porque “está estudiado que cuando esto pasa aumenta la productividad”.

Por ello, aboga por una jornada laboral similar a la de los modelos nórdicos, con flexibilidad, frente a otros ms rígidos, de forma que los trabajadores participen en el diseño de su jornada, lo que aumentará su productividad, y tengan tiempo para la formación y los cuidados, con excedencias para ese fin.

El Ministerio de Trabajo también prepara políticas de recuperación de talento para que los españoles que trabajan en el exterior puedan regresar con un empleo «de calidad», para lo que redirigirá recursos públicos para que la vuelta a España de estos españoles no les comporte gastos y facilitar a las empresas la contratación a su llegada, con mayores inversiones.

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