Francia solo abrirá el 25% de las discotecas hasta septiembre

Creen que el protocolo de apertura implementado por el gobierno de Macron es inasumible

El presidente de la República Francesa, Enmanuel Macron, saludando a profesionales del servicio de emergencias

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La vuelta a la normalidad es uno de los grandes debates constantes de la pandemia. La gran mayoría de sectores económicos, de hecho, se han visto afectados desde la irrupción del virus y un caso especial es el ocio nocturno. Y es que los ambientes distendidos, que implican aglomeraciones, consumo de alcohol, etc. es un caldo de cultivo perfecto para la propagación de la enfermedad.

En este sentido, 3 de cada 4 de las discotecas francesas no tienen previsto volver a abrir, como mínimo, hasta septiembre, según ha anunciado este domingo la patronal del sector, porque el protocolo de seguridad que ha exigido el gobierno francés para que estos centros de ocio puedan volver a abrir su puertas les parece demasiado exigente.

Según el presidente de la Asociación Francesa de Explotadores de Discotecas y Salas de Baile (AFEDD), Ivan Poupardin, hasta un 75% de las salas de baile no abrirán, como mínimo hasta septiembre, porque o no pueden cumplir con los requisitos. «No es una cuestión de voluntad», sino que el protocolo «es inaplicable», afirma Poupardin.

No obstante, el gobierno de Macron ha autorizado que a partir del próximo 9 de julio las discotecas reabran sus salas tras más de 16 meses de cierre absoluto. Eso sí, el aforo estará limitado al 75% en interiores -con la previsión de que se amplíe en agosto hasta el 85%.

Además, los clientes tendrán que presentar un certificado conforme tienen la pauta de vacunación completa o, como alternativa, un certificado de que se ha pasado la enfermedad hace menos de 6 meses y cuentan por tanto con inmunidad natural o presentando un test negativo reciente.

El mayor problema es la pauta de vacunación, y es que en Francia, la población joven que, como es habitual, es la que más acude a este tipo de centros, no está vacunada. De hecho, tan solo el 6% de la población francesa joven cuenta ya con la pauta completa contra la Covid-19.

Además, a ello se añade la dificultad de encontrar empleados ya que, según la patronal francesa, una gran parte de los que se ganaban la vida como personal de discotecas ha encontrado otro trabajo durante los 16 meses de inhabilitación de estos negocios por lo que, ahora, faltan camareros y otros profesionales del sector.

Abrir implica también un peligro para las discotecas, explica. Ello se debe a que, de las 1.600 salas que había en Francia, aproximadamente, 200 han cerrado en los últimos meses y otras 200 están en una situación delicada a nivel económico, por lo que reabrir en una situación tan complicada y con unos potenciales beneficios tan escasos podría implicar el cierre total del negocio.

Andoni Berná Calvo

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