Francia propone extender la ‘excepción ibérica’ a la Unión Europea
Fuentes francesas consideran que si se extiende más allá de España y Portugal habrá que coordinarse a escala europea para evitar distorsiones en las interconexiones entre países
Francia propondrá el viernes a sus socios de la Unión Europea (UE) extender al resto de los países la ‘excepción ibérica’ para la fijación de precios de la electricidad, como forma de moderar la escalada que se ha producido por el efecto inducido del encarecimiento del gas.
«Será una de las opciones que pondremos encima de la mesa», explicaron este jueves a la prensa fuentes del departamento de la Transición Energética, en vísperas de la reunión de los ministros de los Veintisiete en Bruselas para discutir de la intervención y la reforma del mercado eléctrico.
Para Francia, el mecanismo que la Comisión Europea autorizó en junio a España y Portugal «tiene una ventaja, y es que actúa sobre el precio del mercado» como se ha podido comprobar durante estos meses de funcionamiento. Gracias a la llamada ‘excepción ibérica’, esos dos países han tenido precios mayoristas netamente inferiores a los del resto de la UE desde entonces.
En el caso de Francia, a finales de agosto la cotización del megavatio hora llegó a superar por primera vez en la historia el umbral récord de los 1.000 euros, lo que significa multiplicar por más de diez los precios de un año antes, en un contexto marcado por el parón de más de la mitad de sus reactores nucleares (32 de 56) por labores de mantenimiento y por la detección de defectos.
Coordinación europea
Si se extendiera más allá de España y Portugal, las fuentes francesas subrayaron que habría de coordinarse a escala europea porque, en caso contrario, se podrían generar distorsiones en las interconexiones entre países.
El dispositivo en vigor en la península ibérica limita durante un año el precio del gas para la generación de electricidad compensado con ayudas directas a las compañías productoras con unas partidas que se financiarán con un recargo a los consumidores y a las rentas que se generan con el comercio transfronterizo entre España y Francia.
La escasa capacidad de esa interconexión eléctrica entre España y Francia de 2.800 megavatios, que impide que la península ibérica se pueda beneficiar plenamente del mercado europeo de electricidad es lo que permitió la creación de la «excepción ibérica».
El país vecino está aprovechando esa interconexión en los últimos tiempos para comprar corriente, generada en gran medida con las renovables españolas, ahora que tiene grandes necesidades por los problemas de su parque nuclear.
Francia rechaza de nuevo el MidCat
Al mismo tiempo los dos gasoductos que conectan ambos países están sirviendo desde hace semanas para que Francia exporte gas a España, lo que ha servido de argumento a las autoridades francesas, empezando por su presidente, Emmanuel Macron, para rechazar una vez más el proyecto MidCat de gasoducto por Cataluña que han intentado resucitar Madrid y Berlín.
Esas exportaciones se explican porque Francia ya ha llenado sus reservas de gas a un nivel muy elevado (más del 94 %), de forma que tiene capacidad para vender el que le sigue llegando a los países vecinos, mientras que en España las labores de mantenimiento en varias terminales de regasificación han incrementado las necesidades.