El FMI rechaza las previsiones económicas del Gobierno y pone en duda su reforma de las pensiones
La institución calcula que la economía española crecerá un 4,6% antes de finalizar el año y un 5,8% en el 2022 como consecuencia de la incertidumbre de la pandemia
Era un secreto a voces pero ahora se ha confirmado. El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha pegado un fuerte recorte a sus previsiones de crecimiento para la economía española. La institución ha estimado ahora que el Producto Interior Bruto (PIB) del país solo despegará un 4,6% en el 2021 y ha mandado un aviso sobre la viabilidad de la reforma de las pensiones del Gobierno.
La nueva actualización ha recortado en 1,1 puntos el crecimiento estimado en su anterior informe como consecuencia de la incertidumbre que ha generado la prolongación de la pandemia del coronavirus. Este cambio deja solo al Ejecutivo que es el único que mantiene oficialmente que la economía crecerá un 6,5% antes de que cierre el año, ya que no ha rehecho sus números desde el mes de abril.
El FMI también ha revisado su pronóstico para el 2022. La reactivación de la economía española para el próximo curso también se ha reducido, aunque de manera más moderada. El crecimiento previsto para el próximo año ha pasado del 6,5% al 5,8%. Son seis décimas por debajo de lo previsto.
La institución que preside Kristalina Georgieva se ha alineado así con otros analistas nacionales e internacionales como los de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el Banco de España o Funcas que también han coincidido en su vaticinio de un pinchazo en la recuperación tras la pandemia.
Detrás de este cambio simultáneo de todas las previsiones se encuentran un amplio abanico de factores, que va desde la moderación en el consumo provocada por la pandemia hasta la inflación, la crisis energética o los problemas de suministros. Unas condiciones que no aparecían en el horizonte antes del verano.
«La actual ola de infecciones pone de manifiesto los riesgos que la pandemia sigue suponiendo para la actividad, sobre todo si las vacunas resultan ser menos eficaces ante las nuevas variantes», han expresado los especialistas del FMI en su informe sobre la situación de España.
A pesar de esta moderación en el crecimiento, los expertos del FMI mantienen su expectativa en que el consumo privado se convierta en el «principal motor de crecimiento» del país e corto plazo. También esperan que se continúe recuperando el mercado laboral y que se normalicen las cifras de ahorro en los hogares españoles.
Los analistas también han pronosticado que el alto nivel de la inflación se prolongará al menos hasta mediados del 2022 debido al encarecimiento de la energía y a las alteraciones que está sufriendo la cadena de suministro a escala internacional. No será hasta el segundo semestre cuando este tipo de factores comenzarán a reconducirse.
El FMI muestra su preocupación por el sistema de pensiones
Aunque el informe es bastante benévolo con la gestión del Gobierno de Pedro Sánchez, desde el FMI sí que han echado de menos más políticas para garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones, después de que el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, haya presentado ya su hoja de ruta en esta materia.
«Preservar la sostenibilidad de las finanzas públicas requiere esfuerzos adicionales para contrarrestar las presiones del gasto en pensiones, lo cual también ayudaría a dar una señal del compromiso de las autoridades con la responsabilidad fiscal», ha advertido la institución.
El informe reconoce el trabajo realizado para ligar las pensiones de forma permanente a las subidas del Índice de Precios al Consumo o el incremento en el gasto público que se prevé durante las próximas tres décadas pero lamenta que no se barajen otras soluciones para financiar las prestaciones, al menos hasta el segundo tramo de 2022.
Entre los puntos a mejorar, también se encuentra la alta deuda pública de España, que supera el 120% de su Producto Interior Bruto, algo que proponen corregir a medio plazo con ajustes fiscales: «Si no se toman medidas discrecionales, se prevé que a medio plazo el déficit público siga estando por encima de los niveles previos a la crisis»
Más allá de esta apreciación, el documento sí que avala otras políticas clave como la puesta en marcha de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo, los préstamos ICO a las empresas o la política fiscal recogida en los Presupuestos Generales del Estado (PGE).
«La respuesta de las políticas públicas tendrá que seguir siendo ágil y, dependiendo de la evolución de la pandemia, quizá sea necesario extender con flexibilidad algunas medidas de apoyo, focalizándolas cada vez más para facilitar la reasignación de recursos», reza el documento.