El FMI pide a España un plan fiscal, subir impuestos y transparencia con los fondos europeos

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha dado la «bienvenida» a la aprobación de la reforma laboral en España porque permitirá «corregir deficiencias, dar más protección a trabajadores y preservar la flexibilidad», si bien ha urgido a elaborar para aplicar desde 2023 un plan de consolidación fiscal «creíble» y subida de impuestos, como el IVA o tributos ‘verdes’ desde 2023, ha puesto en foco en la necesidad de garantizar la sostenibilidad de las pensiones y ha reclamado un marco para un uso «transparente y eficiente» de los fondos europeos.

Así lo señala el organismo en la publicación del último ‘artículo IV’, que elaboran los técnicos de la institución tras la visita de sus expertos al país, en el que destacan que aunque se está produciendo una recuperación, sobre todo del empleo, con «fuerza», los niveles de PIB se mantienen por debajo de los niveles previos a la pandemia y el panorama se ve empañado por la «elevada incertidumbre y los riesgos».

Así, los directores ejecutivos elogiaron la respuesta política dada a la pandemia y consideran que la política de apoyo debe permanecer «flexible» hasta que se logre la recuperación, pero con políticas «prudentes y ampliamente arraigadas a medio plazo» para apoyar la estabilidad macrofinanciera y promover un crecimiento «sostenible, más verde e inclusivo».

Por ello, el informe señala que «los directores han hecho hincapié en que la política fiscal en España debe seguir apoyando a corto plazo a la economía y estar cada vez más enfocada en ayudar a los vulnerables» y enfatizaron que «a medida que se asienta la recuperación, la deuda pública debe reducirse para construir un espacio fiscal que permita responder a shocks futuros«.

Plan fiscal «creíble» y subir impuestos en 2023: IVA y tributos ‘verdes’

Según sus previsiones, el déficit público habría cerrado en el 7,8% en 2021, y se reduciría al 5,3% este año, pero permanecería en el 4,3% y el 4% los siguientes ejercicios, manteniendo ese nivel hasta 2027. Además, la deuda pública habría concluido en el 120,4% del PIB el año pasado y bajaría al 117% y el 115,8% este año y el próximo, para situarse en torno al 115,4% en 2024, y posteriormente volvería a subir una décima en 2025, otra en 2026 y tres en 2027, hasta el 115,9%.

La institución que dirige Kristalina Gueorgieva reclama así la formulación «temprana» de un plan «creíble» de consolidación fiscal a medio plazo para ayudar a construir el «consenso social necesario» y apoyar la confianza de los inversores. Propone una reducción gradual para rebajar el déficit a un ritmo de cinco décimas al año hasta conseguir el equilibrio a final de la década. Eso sí, sugiere que vea la luz en 2023 al señalar que se acometa «una vez que se haya cerrado la brecha de producción y la economía se encuentre en una senda de crecimiento sostenido».

Remarca que las medidas fiscales deben incluir tanto la movilización de ingresos adicionales como la mejora de la eficiencia del gasto con la revisión del mismo. El FMI detecta que la relación impuestos-PIB de España es «relativamente baja» en comparación con otros países, y por ello aboga por acometer un «refuerzo de la recaudación del IVA«, junto a un aumento de los impuestos medioambientales.

Preguntada por estas recomendaciones, la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, ha respondido en una rueda de prensa conjunta con el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, que el Gobierno ya recogió una senda de reducción de déficit y deuda para aproximarse al objetivo del 3% en el Plan presupuestario «valorado por las instituciones europeas» y ha subrayado que 2021 cerró con un nivel de déficit y deuda por debajo de lo que estimaba el Gobierno.

Sobre la recomendación de subir impuestos ha dicho que está «alineada» con la realizada por otras instituciones para reforzar el sistema fiscal y mejorar la capacidad recaudatoria. El Gobierno prioriza el impulso del crecimiento y la creación de empleo y está a la espera de las recomendaciones del comité de expertos designado por Hacienda para abordar cuáles pueden ser las «mejoras» que se desarrollen «en los próximos años» orientadas a «reforzar la progresividad y la justicia fiscal».

Además, los directores del FMI también destacaron la «importancia de asegurar la sostenibilidad del sistema de pensiones». La primera parte de la reforma de las pensiones del Gobierno entró en vigor este año con la recuuperacion de la indexación de las pensiones al IPC, medidas de incentivo para la jubilación demorada y penalización de la temprana, así como la transferencia del Estado a la Seguridad Social para financiar los gastos impropios, pero queda una segunda pata pendiente este año que incluirá la reforma del sistema de cotización de autónomos para que coticen por sus ingresos reales o la cotización de los becarios, entre otros.

Uso «transparente y eficiente» de fondos UE y «seguimiento estrecho» a la banca

De igual forma, los directores del FMI observaron en su visita a España que el sector financiero «ha capeado bien la crisis» pero coincidieron en que necesita un «seguimiento estrecho» para garantizar una «resiliencia continua». Por este motivo, instaron a las autoridades a ser «progresistas» en su evaluación y supervisión y garantizar «colchones y niveles prudentes de provisiones» en el sector bancario, además e agradecer los «esfuerzos» para fortalecer el conjunto de herramientas macroprudenciales y los marcos de resolución de deuda privada.

De igual forma, elogiaron la reforma estructural integral y la agenda de inversión de las autoridades españoles en relación a los fondos Net Generation EU, pero destacaron la importancia de establecer un marco para «garantizar un uso transparente y eficiente de los fondos» de inversión que recibirá España, hasta 140.000 millones en el periodo 2021-2026.

También dieron la bienvenida a la reforma laboral aprobada por el Gobierno tras un «amplio diálogo» con los interlocutores sociales que terminó en pacto, posteriormente convalidada en el Congreso tras una polémica votación. Valoran que esté destinada a abordar los problemas y deficiencias que viene arrastrando el mercado español, así como a «equilibrar» y conseguir una mayor protección para los trabajadores al tiempo que preserva la «flexibilidad» para las empresas.

Eso sí, destacaron la importancia de fortalecer la educación y las políticas activas de empleo para facilitar la mejora de la cualificación de la mano de obra y la reasignación sectorial, remarcando la importancia de la coordinación, y apuntaron la conveniencia de hacer los contratos indefinidos más atractivos para las empresas.

Mantiene previsiones: España crecerá un 5,8% este año con inflación media del 3,5%

En cuanto a la evolución económica, el informe valora que la economía española se recupera de la profunda recesión provocada por la pandemia en medio de «oleadas recurrentes de infecciones», pero la «muy exitosa» campaña de vacunación ayudó al imitar el impacto. El empleo se ha recuperado «con fuerza» y supera los niveles anteriores a la crisis y la economía creció un 5% en 2021, pero apunta que el nivel de PIB está «significativamente por debajo del nivel previo a la pandemia» por la «lenta recuperación» de sectores intensivos en contacto y los cuellos de botella en las cadenas de suministro.

Así las cosas, proyecta que la economía crecerá un 5,8% en 2022, para desacelerarse al 3,8% en 2023 y al 2,3% en 2024, con una tasa de paro del 14%, el 13,5% y el 13,3%, respectivamente, permaneciendo en el 13% incluso en 2027, el mismo pronóstico que el recogido en sus previsiones de invierno publicadas a finales de enero, alcanzando el nivel de PIB previo a la pandemia «a final de año», con la previsión de que la ola impulsada por ómicron tenga un impacto «moderado» en la economía.

La recuperación se verá respaldada por un «sólido» consumo del sector privado, el impulso de la inversión pública financiada en parte por los fondos europeos, y una paulatina normalización de los flujos de turismo internacional, sostiene el FMI, que ve «probable» que la inflación general permanezca elevada a principios de 2022 debido a los altos precios de la energía y las interrupciones en la cadena de suministro, pero debería moderarse en la segunda mitad del año a medida que estos factores se disipan. 

Su estimación es una inflación promedio pase del 3,1% del año pasado al 3,5% este año, para disminuir al 1,2% en 2023 y elevarse al 1,6% en 2024, si bien este año la inflación acabaría en el 0,5%.

De cualquier forma, el FMI avisa de que «el panorama es muy incierto y dependerá de la evolución de la pandemia y de la persistencia de cuellos de botella en el suministro mundial«. Por el lado positivo, subraya que una salida más rápida del ahorro acumulado por los hogares podría impulsar el consumo más de lo esperado. El ritmo de absorción y la efectividad del uso de los fondos NGEU también afectará el crecimiento en los próximos años.