Feliu Formosa, director general de Caixa Manresa, deja la fusión

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Adolf Todó, director general de Caixa Catalunya, manifestaba el lunes en rueda de prensa: «habrá las mejores personas para cada cargo», refiriéndose a la entidad que surgirá de la fusión de Catalunya, Tarragona y Manresa. En el mismo acto el presidente de Caixa Catalunya, Narcís Serra anunciaba su marcha y casi al mismo tiempo, Feliu Formosa, el que era director general de Caixa Manresa también dejaba la fusión, sin demasiadas explicaciones.

Narcís Serra, presidente de Caixa Catalunya, anunció el lunes a la asamblea general de la entidad, reunida para aprobar la fusión con Manresa y Tarragona, que deja el cargo y no se presentará a la reelección cuando corresponda escoger al máximo representante de la nueva caja.

Según han indicado a ED fuentes del govern de la Generalitat, de acuerdo con el protocolo de fusión, el presidente de Caixa Catalunya, como máximo responsable de la caja más grande es el que debe presidir la nueva caja. El director general de Caixa Catalunya, Adolf Todó, se dibuja como director general y, por tanto, según la ley de Cajas, máximo responsable de la entidad fusionada. Todó, antes de ser director general de Caixa Catalunya, lo fue de Caixa Manresa.

Para sustituir a Narcís Serra suenan dos nombres: Antoni Llardén y Joan Güell, ambos son actualmente vicepresidente primero y segundo de Caixa Catalunya. El primero sería el candidato preferido por el gobierno autonómico.

Antoni Llardén (51) nació en Barcelona y es ingeniero industrial, especializado en organización de empresas, por la Universidad Politécnica de esa ciudad. Presidente de Enagás, ha desempeñado distintos puestos de responsabilidad tanto en el sector privado como en la administración; entre ellos, el de subsecretario de Obras Públicas, Transporte y Medio Ambiente, en tiempos de Felipe González, con Josep Borrell como ministro de Obras Públicas y Urbanismo.

Narcís Serra (66), economista, ha desarrollado una larga y exitosa carrera en la política. Primer alcalde socialista de Barcelona, más tarde ministro de Defensa y vicepresidente del Gobierno español, presentó su dimisión Permaneció como vicepresidente del Gobierno hasta su dimisión en 1995, dos semanas después de conocerse que el centro nacional de inteligencia, CESID, había practicado escuchas ilegales a relevantes personalidades de diferentes ámbitos de la vida pública, incluido el rey Juan Carlos. Tras abandonar la política, fue nombrado presidente de Caixa Catalunya en sustitución de Antoni Serra Ramoneda, a quién Montilla le retiró su confianza al ser nombrado presidente de la Diputación de Barcelona, tras los problemas acaecidos en la caja a rañiz de la compra de la aseguradora MNA y el cese de Francisco Costabella como director general.

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